miércoles, 15 de agosto de 2018

2° AL 10° PREMIO DEL I CERTAMEN INTERNACIONAL DE SONETO A LOS FAROS


SEGUNDO PREMIO


Súplica a un faro que abandonó su puesto.


Mantengan siempre una luz encendida ,
por si regreso.
O. Guayasamín.


Polifemo del mar. Excelso faro
que develas a ratos el paisaje
con tu brazo de luz sobre el encaje
de las olas: ¡Tu siervo me declaro!

¿Me olvidaste? Fui salvo por tu amparo.
Cuando el árbol celeste en su follaje 
vistió el luto,  en la sombra de mi viaje
tu señal me condujo a puerto claro.

Soy el mismo grumete. ¿No lo recuerdas
que al llegar salvo a tierra fui a tu encuentro?
Desde entonces navegas en el centro

de mi nave. Te enredas en sus cuerdas.
Vuelve a casa. Hay tormenta mar adentro
y es probable, en tu ausencia, que te pierdas.  





Reinier del Pino Cejas


Cuba






TERCER PREMIO

Atalaya del Kemkem

Centellante presencia en noche bruna,
majestad de la costa, torre enhiesta.
Un vigía en Quequén, y en cada puesta,
una escena de amor la tarde acuna.

Colosal centinela, mar y duna,
una ronda de duendes a la siesta,
un murmullo marino con la fiesta
de pesqueros que vuelven con la luna.

Territorio que fuera del salvaje
con azul y esmeralda del paisaje,
de gramillas y sal que el cielo cuida.

En la cúspide del faro hay un recreo;
golondrinas de mágico aleteo
con anuncios de arribo y de partida.






Juan Carlos Pirali  

Dolores  


CUARTO PREMIO


EL FARO Y TUS OJOS 


Un faro en Quequén me ayuda a arribar
permaneciendo en la noche despierto,
y para guiar mi barco hacia ese puerto
un manto de lumbre tiende en el mar.

Tus ojos resplandecen al mirar
como esa luz que guía en mar abierto,
y mi corazón de ansias has cubierto
buscando poder tu amor alcanzar.

El brillar de ese faro me seduce
y representa un atractivo emblema,
que en los mares agitados reluce.

Y tus ojos son la luz de una gema
que como el bello faro me conduce,
a llegar a tu alma con un poema.


Néstor Quadri
  Argentino

QUINTO PREMIO



A un viejo faro.


Vigía de marinos caminantes,
testigo inquebrantable de las horas,
cíclope mudo, artífice de auroras.
Pastor de corazones navegantes.

Amor de lunas que alumbraron antes,
¿qué buscas en la noche que avizoras?
¿El jardín de manzanas bienhechoras?,
¿el pesado país de los atlantes?

Vigía encadenado, Prometeo,
si no de barcas, de mis años faro,
contigo he de pesar el mar desierto.

Si aliados son tu guardia y mi deseo,
pondré mi soledad bajo tu amparo
y aguardaré la nueva luz despierto.



José Agustín Salomón.
Guaymallén, Mendoza


SEXTO PREMIO


Los Faros


Por los antiguos faros de Sigea,

postes de Hércules , Alejandría,
la noche pudo tornarse en día,
desde las tristes sombras de Tegea.

El hombre en sus eventos balancea,
conquistando al mundo, se expandía,
surcando por su orbe se movía,
rastreando” ese algo” que capitanea .

Observando las costas rebuscaba
una luz que siempre lo dirigiera
y esa luz perennemente estaba.

En los faros , esa luz acogiera
a todos los nautas que la buscaban
burlando de los seres su ceguera.

Ricky Osorio Zabaleta


Colombia





SÉPTIMO PREMIO

Pietro Igarza

El faro de Quequén del alma mía
es guía. Lleva en sus luceros fuego,
es luz de navegante, de andariego
que buscan un sendero en armonía.

Amores se han forjado en ambrosía,
bajo de su mirada en fino ruego,
El faro, hogar de paz y de sosiego,
se luce con poder y valentía.

El faro, luz de tiempo, ya percibe
llegada de navíos en la angosta
y potente mirada en añoranza.

A todo navegante bien recibe,
le muestra las orillas de la costa

y la montaña firme en lontananza.

Pedro José Igarza Alcalde
Perú


OCTAVO PREMIO

LUEGO DEL NAUFRAGIO

Me aferre a una tabla de madera
Y me deje llevar, exhausta, fría
a la luz que apenas distinguía
en medio de una bruma traicionera.

A pesar del dolor y de la espera
y de la sensación de que moría,
el faro protector del alma mía,
me dio su luz y fui su compañera

Amor mío, en las noches oscuras
has sido el faro que me guía
en medio de tristezas y amarguras

Renuevas la esperanza cada día
con tu abrazo y tu voz que trae dulzuras.
A tu lado no hay más melancolía.



Ezcurra, Leticia Haydée
Mar del Plata. 


NOVENO PREMIO

El Faro del Crestón

¡La cumbre del Crestón tiene Coloso!
Vigila al Navegante en recalada
Y Apuntando a la cima su alidada
¡Lo vislumbra a lo lejos majestuoso!

Que estrella, brilla fuerte, ¡es hermoso!
Es un Noble en caballo con su Espada
que protege con arrojo a su amada
¡Ante Aguas cielo y viento borrascoso!

Y una lagrima en rostro de un navío
corre lento y se atraca entre su bita
pues alegre y feliz hasta el hastío

¡Estará entre los labios de afrodita!
Es el Faro el que provoca este guío
y que logra esta escena se repita.







Carlos Erik López Cobos

  Veracruz, México



DÉCIMO PREMIO


FARO ¿ DÓNDE ESTÁS?  
                       

 Yo descubrí  un tesoro con  melena de agua,
un mar  convulsionado, muy  esbelto, muy  brioso,
transformado por vientos en corcel belicoso
que empujaba  las olas con calores de fragua.

Y observé nubarrones en el cielo plomizo
filtrando vendavales y aguaceros intensos
y en medio de tormentas, vi barcos indefensos
que buscaban  salida del mortífero hechizo.

Relámpagos y rayos electrizando alturas
son paisajes marinos que se ven por un  aro,
por los ojos  de buey  y  por la cerraduras

adonde el ojo humano – natural  miniatura –
se apoya  en la esperanza de divisar  un  Faro

que le brinde sus luces  allende la negrura .




Martha Dora Arias 

      CABA.

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