LECTURA DE LA POESIA EN EL ACTO DE HOMENAJE AL CRUCERO POR PARTE DE LA AUTORA MIRTA NANCY ALMASSIO
Al Crucero General Belgrano
Al Crucero General Belgrano
Noche
estrellada. Veían tus ojos
despejado
el cielo.
Tripulaban
corazones argentinos,
en
busca de un puerto.
Dos
de Mayo. Escuchas la radio,
sueño
de soberanía.
Navegaban
más de mil almas argentinas.
Ilusión
fallida.
Fuego
Tus
ojos ven incendiarse
la
ilusión de los tripulantes.
Silencio
Las
manos van al rescate
de
sueños sobrevivientes.
Fuego
Se
hunden mis hermanos,
celestesobre
celeste,blanco sobre blanco.
Silencio.
la
inocencia de los marinos agredida
lágrima
sobre lágrima, herida sobre herida.
Noche
dolorosa.Veían tus ojos
empetroladoscuerpos.
Agonizaban
corazones argentinos
frente
al dolor de un pueblo.
Dos
de mayo. Escuchas la radio.
Desesperada
noticia que enloquece.
Ataque
que desgarra las entrañas
de
las Islas Malvinas y del alma mía.
Ataque
Se
hunde la inocencia entre las aguas.
Rescate
Supervivientes
hermanos, héroes de la patria.
Gigante
blanco herido de muerte.
El pueblo no olvida aquel dos de Mayo.
Crucero
argentino General Belgrano.
“EL HUNDIMIENTO”
Fragmento entrevista a Roberto Mambrin, Veterano de Guerra de Malvinas”
A las 16hs se sintió un terrible estruendo y no sabíamos que sucedía, yo me encontraba en la cocina y el buque parecía que se levantaba de abajo y detrás, luego llego la onda explosiva
Lo primero que vì, al salir a cubierta, fue a un compañero muerto, quemado por el petróleo y a otro que quedo atrapado debajo de elementos que usaríamos para saltar del barco
Todo era un caos, aunque teníamos mucho miedo, el instinto de supervivencia y pensar en nuestros seres queridos, nos daba ánimos para seguir
El torpedo que había impactado en la proa, la había destruido y se desprendió el ancla que se cayó arriba de una embarcación llena de gente.
Estaba en la zona alta del buque y decidí saltar sobre una de las balsas, sin saber que se estaba desinflando y alli un oficial me obligaba a retirarme y ante mi negativa dijo: “sino te vas, te disparo”..., Aun hoy recuerdo su cara de enojo...
Salté entonces a una que llevaba 18 personas y un herido que no era de gravedad, en ese momento, una ola gigante comenzó a darnos vuelta, nos hundíamos y salíamos, hasta que pudimos acomodarnos para que se estabilizara, nos turnábamos en estos movimientos para no ser devorados por el mar, solo había algún caramelo y un poco de agua
Estuvimos treinta y seis horas a la deriva hasta que oímos que se acercaba un buque a rescatarnos…
Antonia Russo
San Nicolas, Buenos Aires, Argentina
Poeta, Escritora