2° PREMIO
HOMENAJE A "LOS HIJOS DE LOS VALLES"
Solitario pasa el cóndor
por las lagunas del cielo.
Vuela invocando las almas
de los nativos más fieros.
En su pecho retumba, grabado,
este canto norteño:
"Por los valles calchaquíes
con cristales de cuarzo negro
cabalgan, libres, los héroes
con lanzas de hueso al viento
y hondas de plata y oro
anudadas a su aliento.
- Mamita, mamita linda:
¿Por qué ya no tejes lana
para ponchos ni peleros?
- Porque estoy hilando, mija,
un manto de terciopelo
con plumas de mil colores
y bordados sempiternos,
con flores de las quebradas,
de los valles y los cerros
para cubrir de paz y gloria
las almas de tus ancestros,
que dieron su sangre y su vida
por la libertad de tu pueblo.
Sus despojos duermen limpios
bajo la tierra y el suelo,
y el Quimivil los lame, puros,
y los bendice sediento.
De sus lenguas cercenadas
por los invasores guerreros
brotan sonidos kakanes
como ecos del silencio.
¡Espíritus de antaño!,
guiad mis manos de nácar
por las sagradas sendas del tiempo
para recordar vuestras gestas
de coraje, valor y tiento
e iluminar los caminos
que liberen nuestros sueños".
Rosa María García Montes.
Santander. Cantabria. (ESPAÑA).
3°
PREMIO
MANOS DE ARCILLA
Un ángel azul repliega sus alas
en ese horizonte, esa línea… y aguarda…
(hoy la línea parece más cercana)
Un niño pequeño desprende corazones de su boca… y sopla.
La mujer los toma y dentro de sí los guarda,
como pétalos desprendidos de una rosa, a ilusión asemejada.
Un hombre da señales con signos ancestrales
Y todo lo de barro en arte se declara.
Sus manos son de arcilla, de arcilla pura y mansa…
De allí desprende peces de un frío mar que extraña
Y soles que miran, un pasado con ojos de añoranza.
El hombre se recuesta en las siestas y sueña,
Sueña las máscaras
Y juegan los colores, las formas,
En misterios de montañas,
Consumadas en la estirpe de una civilización que habla,
Entre águilas y cóndores al viento del mañana.
La mujer lleva heridas que sangran sin lágrimas…
El hombre habla lento, muy lento y calmo...
Y acaricia cicatrices con palabras del alma…
Liliana Beatriz Vazquez
LAS ROSAS SANTA FE. ARGENTINA.
4° PREMIO
PUEBLO
ABORIGEN
Tu pluma indómita,
fatídica,
enlutada
evoca,
hoy, en estos versos,
la
incursión
de
aquella correría
mísera
y vana.
.
Cómo a tu sol,
de energía nativa,
la sangre invasora,
altiva,
lo obligó
a una ignominiosa
partida.
Cómo la etnocéntrica magia
de la maloca nívea,
mágicamente,
transformó,
de los malones,
en silenciosa agonía.
Pueblo
aborigen.
Campamento
de bravura
aguerrida.
Toldería
en batalla,
en luchas no
perdidas.
Hoy las llamas
de la memoria
irradian luces
de vida
a las penumbras
de aquellos días
tan saturados
de
atrocidades
y fechorías.
Raúl Eduardo Narváez
Quequén- Bs. As.
Canto a la Pachamama
Le canto a la pachamama
la que alimenta mi ser
la que sin pedirme nada
me entrega el amanecer
Apenas se despereza
Todo vuelve a florecer
Miro el jazmín de unos labios
Néctar que yo he de beber
Ella es la que me perfuma
Por ella aprendí a querer
Sublimizando mis coplas
Erizando toda mi piel
Le han cantado mil canciones
Como a la madre mujer
La pacha junto a mi mama
Codo a codo, piel a piel
Muy clara en sus decisiones
La esencia de nuestro ser
Pachamama, madre tierra
Sos un canto universal
Con tu eterna primavera
Sos siempre el tiempo de amar
Armonizando la vida
Sos la ley universal
La lluvia agiganta el río
Se abre la pacha al amor
Mientras penetra su alma
El falo ardiente del sol
Inseminada de luna
Con las ternuras en flor
Viniendo de sus entrañas
Toda la savia vital
Energizando la vida
Como cabalgando el mar
Le duele si la depredan
Seguro va a contestar
Cuando digo pachamama
Se me agranda el corazón
Junto con la que yo quiero
Es un total del amor
Recostados sobre su falda
Ya nos fundimos los dos
Francisco Reynaldo Alvero
Alincastro
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
6° PREMIO
PUEBLOS ORIGINARIOS
En qué sitio de la vida se guardó
tu herencia
y trajo el recuerdo cristalino,
de un corazón lleno de pájaros.
En qué soplo de los días se hizo
evidente
el despliegue de tus alas,
donde un concierto de vientos
dejó constancia
de aquellas injusticias, clavadas
sin piedad
en el abordaje del dolor.
En qué después sin mañana se
borraron
los lenguajes estremecidos de tu
raza,
y cuál música enlutada desparramó
la rabia electrizada de tus
venas,
sangrando espanto.
En qué temblor de la sangre, hubo
golpes
y se hicieron eco en la materia
de tu cuerpo
para quedar boca abajo y morder
el desencanto
de la luna y las estrellas que ya
no podrán verte
enamorado de tu tierra.
Raquel Piñeiro Mongiello
Funes –Sta Fé. Argentina,
7°
PREMIO
RANGO NATURAL
Por el sendero marginado de mi
patria
viene rodando el sueño aborigen,
mutilado.
Dueño absoluto y a la vez
desposeído
de sus tierras, de sus dioses, de
sus cantos.
Parece místico su grito, el que
acallaron
los hombres llamados visionarios.
De un zarpazo desgarraron su
linaje...
el que aún sigue demandando.
¡Tanto caminó han recorrido!,
nobles hombres,
humanos ellos, creación del mismo
barro.
Sólo nos piden igual derecho
en las leyes. Les negaron
emanciparse.
Aborigen, preconcebido es tu
derecho
pues tus raíces de este suelo
extirparon.
¿Nadie sabe que en las entrañas
de esta tierra
tu sangre y tu linaje se
gestaron?
Sé que en paz tú los reclamas
para tus hijos, sucesores de tu
rango.
Mil veces bendita sea tu
existencia,
ya que Dios esta patria te ha
obsequiado.
Pido a vosotros mortales de esta
patria
que con nuestro hermano aborigen
compartamos.
Él con honra lleva la adarga de
su estirpe
y en sus ojos, está lacrada, con
nostalgia.
Reconozcámosle sus Derechos...
América, TIENE UN DUEÑO
MILENARIO.
BEATRIZ TERESA BUSTOS
SAN FRANCISCO CÓRODBA
8°
PREMIO
Sombras de una machi
Se mueve en el viento tu voz,
sola, sola,
moliendo el sufrimiento del
cielo,
salpicando la luna con sangre de
hierbas,
con tu brazo lleno de pájaros,
¡de tu mano que arranca
espíritus, sola, sola!.
El kütral en tus ojos arde
y danza el hechizo en la
humareda.
Mujer árbol, consejera del
silencio,
de los enfermos, del cosmos,
del kultrun y del guerrero,
con la madera de tu pecho
que tallaste en la ruca dormida.
¿Quién sana la soledad
que posó su mariposa en las
piedras de tu alma?
¿Donde sucumbirán tus cantos
que atraviesan este mundo y el de
los muertos?
Nadie vio tu lágrima volverse
cascada,
ni tú sombra hacerse vibración,
temblor lejano de estrellas,
eras la paz primigenia
de todos los que moríamos,
madre de todas las lenguas de las
aves,
¡luz en el socavón del universo!
Maestra de las madres que
nacieron veloces
y que untaron matico
en las piernas sangrientas de sus
hijos.
Ellas también llevan tu niebla
de curandera milenaria,
llevan esa niña pequeña
que limpiaba su herida
con luz de estrellas y lágrimas
de peces,
porque solo tú madre elemental,
¡solo tú!
hablas con el puma
y desciendes al abismo para
arrancar cristales.
Néstor Eduardo Núñez
Valenzuela
La Florida, Santiago - Chile.
9°
PREMIO
Para cumplir el ritual
Mama Quilla, mama quilla alumbra
mi caminar
que la noche de los tiempos ya me
quiere despenar.
Sólo el rumor de las aguas se
animan a conversar,
traen voces de los antiguos y de
su mucho pesar.
Llévame Quilla a tu huaca para
cumplir el ritual.
Shincal, huelen a maíz tus
piedras,
a zapallos, a porotos, algarrobos
y chañar.
Cuando el Inti se aparezca con el
cerro por detrás
sin cansancio de molienda, Quilla
te habrás de ocultar.
En el mortero mis manos parecerán
descansar
y en un rosario de quipus mis
penas se alojarán.
Maria Rosa REZPKA
FLORENCIO VARELA pCIA BUENOS AIRES
10° PREMIO
PUEBLOS ORIGINARIOS DE AMERICA
Allá, en la raíz del cielo
donde el hacedor impera,
las entidades, en vuelo,
por el Bermejo, a la vera,
al son del río moreno
convocan la luna llena,
para iluminar el suelo
que con su magia doblegan.
Bajo la lumbre del alba,
el Dios sol con su bravura,
enreda espuma de chaucha
al brío de su cintura,
junto a la fibra del yaguar.
Nace del sol la luz pura
y el tesoro soberano
de las semillas augura
Devuelve frutos y vida
junto al germen de la caza,
que las entidades brindan,
en las lágrimas sagradas
de la briza y de la lluvia.
Dios es sol y tierra y agua,
y a los humanos inspira
resplandores de la raza
por la tierra prometida.
Hace tres siglos que un día,
tiñendo de sangre el suelo,
a conquistar estas indias
llegó el caos y el flagelo
Y a las sombras irritadas
de esta región que invadieron,
comandos de la desgracia
genocidio cometieron
Hoy, que razones condenan
la razón del insurgente,
el wichi llora de pena,
viendo que todo se vende
Y que se arrasa la selva
Y la pampa se convierte
en una angustiosa escena
de luna de mala suerte.
Susana Alicia
Frigerio
José C Paz - BUENOS AIRES - ARGENTINA
Muy feliz por esta distinción que otorgaran a mis palabras. Muchísimas gracias. Abrazos
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