jueves, 25 de julio de 2019

GANADORES CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESIA AL ATE BROWN


El jurado Internacional presidido por la distinguida escritora y poeta Argentina, Adela Disteffano dio a conocer su fallo:


PRIMER PREMIO

ROMANCE DEL ALMIRANTE


En el río de Solís
existe una isla embrujada
que contiene mil misterios
y una luna desatada...

En su orilla exuberante
suave brisa nos relata
una historia de marinos
y deslumbrantes hazañas.

Va Guillermo imaginando,
en la mágica alborada,
estrategias ingeniosas
para ganar la batalla.

Diez barquitos sigilosos
se deslizan en la nada,
preparando al enemigo
una certera emboscada.

Tras sufrir un fiero ataque,
la fiel nave capitana,
con sudor, garra y coraje,
pone al godo en retirada.

Y en el cielo brilla libre,
la bandera azul y blanca.
Don Guillermo, el almirante,
lanza al mundo una proclama:

"- En este río infinito
que riega tierras del Plata,
hemos dejado semillas
de una Patria Soberana,
para que pueblos futuros,
puedan, en paz, germinarlas."

En la quietud de las aguas,
donde el dios Marte descansa,
un eco va repitiendo: -
¡Gloria al Padre de la Armada!






  Susana Angélica Orden

 Ciudad de Buenos AIres  



SEGUNDO PREMIO


A TI, VENERADO PADRE DE LA ARMADA ARGENTINA.
("Con el Principal a bordo, ya puedo cambiar de puerto". Guillermo Brown.)

Hercúleo gigante de mitología brava.
Eres hombre y semejas un dios perenne en el tiempo.
Te imagino, el primero, exponiendo tu cuerpo al viento
y arengando con tesón a tus hombres,
con orgullo nacional de la patria argentina,
enarbolando nuestra bandera con coraje, arrojo y ferocidad en la lucha.
Desde las profundidades de los procelosos mares que cada vez surcas,
huiste de los cantos de sirena y te mantuviese fiel
al servicio de las guerras de nuestra patria.

Revolucionario activo de la Causa de Mayo,
ídolo del mundo, infatigable guerrero,
tu valor se sobrepuso al temor
y al olor de la muerte reptando por el aire,
acorralándoos cada segundo y lo convertiste -indestructible tú-
en la más valiente bravura, en el valor más decoroso,
en dicha por la victoria.

También sufriste por los tuyos: sacrificio de tantos caídos,
muerto alguno entre tus brazos.
Imagino que semejan palomas rojas salpicadas de sangre
por una digna y patriótica causa, volando al eterno cielo.

Venerado Almirante Guillermo Brown,
-siempre acudiendo a la llamada de la madre patria,
aun en el injusto olvido de muchos-,
quisiera postrarme ante la dicha de sentirte
tan bondadoso y valeroso guerrero en corazón y en alma.
"Viejo Bruno", tú estás entre nosotros,
en La Recoleta, en Buenos Aires querido,
allá donde deposito cada vez que visito tu tumba
no más que una bella flor que te venere,
y ofrezco una oración por ti y por tu coraje,
que quisiera que fuera también un poco mío:
"Padre nuestro que estás en los cielos..."

  María Asunción García Montes.
 Santander, Cantabria. ESPAÑA.


TERCER PREMIO

Al padre de la Armada



Aquellas brumas de Escocia
que tu cuna contemplaba,
trocaron en sol radiante
de esta América soñada.

Las aguas fueron tu escuela
y los navíos tu casa.
Creciste haciéndote al mar,
aprendiste con templanza.

Nunca darte por vencido;
convicciones te sobraban.
En prisión o en libertad
el temor no te arredraba.

Visionario y de palabra
honrando estirpe de Wallace
con un “corazón valiente”
anclaste al fin en El Plata.

Y el coraje te sobró
para ver nacer mi patria.
“Fuego rasante hasta el fin,”
el pueblo lo contemplaba
sabiendo que estaba al frente
el Padre de nuestra Armada


 Al padre de la Armada


María Rosa Rzepka


CUARTO PREMIO

América y Guillermo Brown


La convicción es la medida de toda intensa lucha,
como fuiste, incesante, Guillermo Brown, por aguas rioplatenses.
Padre de la Armada Argentina, no importó tu extranjería europea,
ni la escasez de buques, viejas lanchas cañoneras,
pocos barcos al desafiar la flota en el Brasil;
si el 25 de mayo fuiste victorioso.
¡Fuego rasante, que el pueblo nos contempla!;
triunfar en el combate de Los Pozos.
Pionero de libertadores en América,
navales batallones contra mares y enemigos
sólo tú y tripulantes lograron enfrentarlos;
sólo tú y las señales con banderas y faroles.

Llamas con que forjaste el país blanco y azul,
como el mar que elegiste. Argentum es tu nombre.
Platinada la luna que te miró urdir tácticas certeras
para no tener miedo y no rendirte nunca.
Aún con apellido Brown, supieron reverenciarte en portugués,
en la ahora Sudamérica; con la lengua de mi mar, el Océano Pacífico,
que bien adoptaste como tuya: el más pulcro español.
Siempre de pie, a la popa, valías toda una flota, dijo Mitre.
Viejo Bruno, a Juan Manuel de Rosas toleraste.
¿De qué tamaño tu heroísmo en el siglo XIX
por tierra y mar, por mar y tierra?

Es más que la memoria de retratos en museos
con tu uniforme azul, monumentos y calles con tu nombre.
¿Qué se dirá de ti que no esté representado por las artes,
las marítimas ciencias y la historia, cuyo timón bonaerense
comandaste casi un siglo. Octogenario férreo de aguas que ganaste.
Eres el antes y el después que conforma a la nación más europea
y también criolla de esta América Latina nuestra: la Argentina.

Blanca Esthela Álvarez Caballero
Zinacantepec, Estado de México, México.  


QUINTO PREMIO



Brown, el Señor de las aguas



Brown es el gran Almirante,
de ojos claros y brillantes;
ese Héroe Naval,
recatado y liberal.

Con gran personalidad,
luchó con tenacidad
y sagacidad de rayo
por los ideales de Mayo.

Lideró a sus tripulantes
con actitud descollante,
y alentando sus embates
logró ganar los combates.

Comandando las fragatas
surcó el Río de la Plata.
Y navegando el Atlántico,
llegó al bravío Pacífico.

En las aguas, un Señor…
que dotado de valor,
arengó a sus marineros
con serenidad y esmero.

Y consagrando su vida
a la Patria adoptiva,
logró llegar a la Gloria
perpetuándose en la Historia.

  Nerea Inés Alvarez
 Henderson, Hipólito Yrigoyen
 Buenos Aires, Argentina


Coordinador de Certámenes Literarios:
Carlos Alberto Bonserio

1 comentario:

  1. Gracias por tanto. Me emociona leer los trabajos. Felicitaciones especiales a Susana Orden y Nerea Inés Alvarez.

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