lunes, 14 de septiembre de 2020

ANECDOTA DE LOS MAPUCHES EN MEDANO BLANCO


Che Tangazo todas las noches se quedaba largo rato mirando al cielo y le había agarrado tortícolis en el pescuezo de ver en los últimos días el ingreso de varias naves en el océano. Lo que más  le llamó la atención fue hace tres días ver un grupo de cuatro aeronaves alineados en una fila donde el refulgir duro casi una hora.

Le pregunté si los había fotografiado, pues a toda hora andaba con su cámara fotográfica colgada al cuello.

 Dijo que si, hasta con una cámara infrarroja y otra digital, pero al revelarla no entendía que fenómeno se producía pues no se veía nada.

Lo miré dudoso.

- No habrás cometido algún error y las sacaste en contraluz encandilando el lente de la cámara.

 Exhaló y dijo

- No cometí ningún error. Era de noche y salvo en el amanecer o en el ocaso jamás en otro momento del día tienes el sol en el mar.

 

     Una vez que arribamos al lugar donde debimos girar para internarnos al continente, la arena nos tragó sin esfuerzos, el aspecto metafórico de los médanos inducía mil pensamientos dispares, solemnes, sobrios, desconocidos... eran grandes con forma de media luna, el más bajo de los cuales tendría sesenta metros de altura y el más alto ciento ochenta. El avance se hizo lento y difícil. A través de ese terreno, el movimiento simple en línea recta era imposible. A una velocidad de un kilómetro y medio por hora, avanzábamos  rodeando los profundos hoyos de arenas crujientes con que tropezábamos constantemente a nuestro paso. Los afilados bordes de las crestas y estrías de arena cedían bajo nuestros pies, salpicando la dorada arena suelta lejos de nosotros. Luchamos con gran fervor, médano tras médano, cada paso se hizo odioso y uno se agitaba y temblaba a causa del agotamiento. Sentados esperamos alguna señal.

Quieres que te cuente una leyenda, me dijo Che Tangazo mientras estaba a su costado tirado boca arriba. La leyenda, presta atención especialmente vos   te interesara escucharla, siempre hablaste de las incursiones de los indios pampas por esta zona. Es un relato de un viejo poblador de la estancia el Moro de Lobería.

Te contare la historia de Isondu, quien fue rey de los indios Mapuche hace mucho, muchísimo tiempo.

De acuerdo a lo que me contó Don Zoilo, Isondu fue un rey siniestro, el más siniestro que las tierras de Neuquen conocieron. Era temerario y belicoso. Construyó muchas armas de guerra: arcos, lanzas, boleadoras, etc, y cuando no estaba guerreando contra sus vecinos organizaba expediciones y malones de saqueos a Chile y la pampa de buenos aires.

Ahora bien, el curandero de los mapuches en ese momento era Okondu. Afirmaba que era descendiente del gran curandero Xiofo, y por ello exigía absoluto respecto a su persona y a los grandes conocimientos curativos que poseía. Aborrecía los actos agresivos de Isondu y le aconsejaba que condujera a su pueblo a una vida apacible, que la tierra que habitaban era muy noble, que vivieran de los cultivos y crianza de animales. Señalaba que los actos de Isondu despertarían la cólera de los dioses.

Esta oposición irritó a Isondu, que imputó ocasionales derrotas a su curandero, pues decía que no llamaba a los dioses a su favor.

Cuando regresaba de un fracasado ataque, depositó su poncho en una fuente, y lanceo a un perro negro. Cuando Okondu se quejo de su comportamiento, lo amenazó de correr la misma suerte.

La conducta del rey desagradaba al curandero. Además ocupaba su tiempo libre en diversiones y todo tipo de depravaciones. Disponía de un centenar de mujeres y los festines por su borrachera se prolongaban por días y semanas.

Por aquellos tiempos se acercaba la semana de festejar el comienzo del año nuevo, que se lleva a cabo el 21 de junio. Como preparación Isondu exigió contribuciones muy elevadas al pueblo Mapuche. Ordenó le trajesen grandes contingentes de guerreros y hasta que los jefes menores se presentaran ante él durante las celebraciones.

Bien, esta orden provocó gran enojo en la población, Okondu y sus curanderos, en lugar de calmar el enojo, estimularon a rezongar más a la población.

Cuando Isondu lo supo, resolvió librarse de una vez del curandero. Su intención era matar a Okondu. Contaba con el apoyo de Lunoku, un segundo curandero que esperaba ocupar el lugar de primer curandero.

Isondu busco excusas para matar a Okondu, pero el curandero era muy anciano, su conducta siempre intachable y el pueblo lo quería. En definitiva encontró el motivo para matarlo.

En una ocasión ordenó que le trajesen algunas gaviotas de las montañas. La gaviota es un ave acuática y rara vez aparece en la zona cordillerana. Como la carne no era comestible y las plumas no lucían como adornos, sin duda todos se asombraron del pedido de Isondu, pero los gobernantes de la época tal cual ocurre hoy aun, rara vez explicaban sus actos.

Cuando el grupo estaba por partir Isondu dijo: Quiero que las aves provengan sólo de la cordillera. No acepto ninguna que venga del mar.

El jefe del grupo de cazadores sabía que la gaviota era un ave de mar y se sintió sorprendido. Miró al curandero que estaba cerca y le preguntó. ¿Es posible hallarla en la cordillera?

El curandero respondió: estas aves no están en la cordillera deberán tender las trampas junto al mar.

Isondu se alteró terriblemente y preguntó al curandero: ¿Osas desafiar mis órdenes? ¡Ordenó a los cazadores que vaya a la cordillera y tú los envías a que tiendan sus trampas junto al mar! ¡Qué bonito!

El curandero respondió: pido al rey que recuerde que yo no imparto órdenes.

¡Pero te atreviste a interferir con las mías! Escucha curandero de morondanga. Mis hombres irán a la cordillera a buscar las aves que yo solicite. Si las encuentran, ordenaré que te ajusticien, por ser falso hechicero y mentiroso con el pueblo.

Okondu tenía presente que las palabras del rey representaban la muerte para él y la destrucción de su familia. Expreso en voz alta una maldición. Como los dioses los desean debo someterme a esta prueba, pero ya que todo esto es una patraña cuidado con la mano que me apalee, con los ojos que presencien el crimen y con la tierra que beba mi sangre.

A esta altura, con los ojos bien abiertos estábamos muy atento a su historia, saqué un termo de una mochila y bebí un poco de agua. El Che tomó un gran sorbo, aclaro su voz y continúo el relato...

A los siete días de haber partido y por la mañana muy temprano regresaron los cazadores, trayendo en las alforjas de sus caballos un gran número de aves. El perverso rey riéndose señaló las aves y dijo al curandero: todas estas aves fueron atrapadas en la cordillera. Por lo tanto, te condenó a morir como falso hechicero, como hombre que se separó de los dioses y como engañador y timador del pueblo.

El curandero se adueñó con sus manos una de las aves y declaró sabiamente: Estas aves no provienen de la cordillera. Aún tienen el olor del mar.

Pero los cazadores afirmaron enérgicamente que las aves habían sido atrapadas en las regiones altas y el rey de declaró que ante la honorable palabra de estos hombres demostraba que el curandero mentía.

Sabiéndose condenado y que los cazadores habían recibido orden de mentir, decidió demostrar al pueblo que tenía razón. Pidió permiso para abrir tres de las aves. De muy mala gana el rey mapuche lo autorizó.

El curandero abrió los buches de las tres aves y todos estaban llenos de cornalitos, unos peces pequeños. De modo que exclamó: ¡Estos son mis testigos! Y mostró a diestra y siniestra los buches abiertos a todos los presentes.

Enloquecido, Isondu se apoderó de una lanza, y la hundió ferozmente en el corazón de Okondu, asesinándolo al instante. Un grito surgió de los que presenciaron el crimen pues la violencia contra el curandero era inconcebible. Pero el rey ni se inmuto. Entregó a su asistente el arma ensangrentada y se alejo caminando.

Llamó a Lunoku, el curandero ayudante y le ordenó que exterminara a toda la familia y quemara la casa de Okondu. Orgulloso cumplió las órdenes del rey y después se dirigió al pie de la cordillera donde estaba la entrada de una cueva, con el cuerpo del sumo curandero. Cuando se aproximaba a la entrada, la cruz de madera que indicaba la santidad del lugar cayó al suelo. En el interior la cueva comenzó a temblar, brotaron gemidos de las imágenes pintadas de los dioses mapuches, y el altar cayó al suelo, y se produjo una abertura de la cual brotaron fuego y humo. Dejó el cuerpo y huyo temblando de miedo.

Lo que contó a la gente suscitó escaso temor. Aun sucediendo hechos inéditos como un temblar leve pero constante; del norte venia un viento cálido y sofocante; se oían extraños sonidos e incluso gotas de sangre caían de las nubes. Para colmo los ríos y los lagos se estaban secando.

El rey en un tono más moderado reconoció haber irritado a los dioses con la muerte de Okondu. El pueblo desesperado por la sequía que se acercaba hizo sacrificios humanos logrando calmar el temblor, los ruidos y las gotas de sangre. Pero la sequía continuó y el sufrimiento general se acentuó día tras día.

Después de que todos los esfuerzos para suspender la temida maldición fracasaron, y viendo que su reino quedaba casi despoblado por el éxodo, Isondu con unos pocos de sus fieles a Neuquen. Pero la sequía lo siguió allí. Dondequiera que iba, el agua dulce se hundían en la tierra y las nubes no producían lluvia. Viajaba de lugar en lugar llevando consigo la sed. Durante cinco años que erró, y en el curso de los viajes desoló todo lo que tocó.

Finalmente Isondu murió de sed y hambre tal cual la maldición. Sus huesos dejados al sol y desde entonces se oye el famoso dicho: se pudren al sol los huesos de Isondu.

Los mapuches nombraron un nuevo rey que estableció un gobierno prudente y ya terminada la maldición comenzó a llover para el bien de su gente.

         Le pregunté:

         -  ¿Pero aquí sigue esa maldición  Che?

-  No.- fue su  respuesta- Pero no entiendo a que se debe t



u pregunta.

-  Es que aquí es todo árido y seco, son médanos de arena y nunca llueve.

-  Pero lo que te conté ocurrió cerca de la cordillera y ellos venían a este lugar sólo en verano en busca de armonizar sus energías.

Ah.- respondí saliendo de mi asombro. Igualmente las increibles y sangrientas expediciones de Alsina y Roca extendieron la república hasta alcanzó hasta Los Andes y Magallanes. Los indios se fueron al lado chileno.

 

lunes, 13 de julio de 2020

MIGUEL ANGEL DOLERA GANADOR DEL CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO A POLICÍAS Y LADRONES

El prestigioso jurado Internacional presidido por la argentina Adela Inés Disteffano y la cubana Clara Leucuona Varela ha emitido el fallo, sobre el certamen de Microrrelato a Policias y Ladrones


PRIMER PREMIO


Igualdad

La bala de chocolate atravesó el pecho de la mujer policía y se alojó en su corazón como nunca antes le había sucedido. El ladrón le había colocado al proyectil un licor altamente narcotizante para su propósito: encandilado por los ojos de aquella mujer, había decidido asaltar una bombonería para cautivar a la dama.
La mujer cae envuelta de felicidad en los brazos de su ladrón y con un hilo de voz estertórea le susurra que ha descubierto el amor.
Bajo una luz menguante, el amante de lo ajeno se apropia de la pistola y se quita la vida.
Justicia.



Angel Daniel Dólera  
Chivilcoy. Buenos aires. Argentina
 

Antecedentes. Primera mención en concurso de poesía, organizado por la secretaría de cultura de Chivilcoy. Otorgándome el derecho a la publicación de poemario: 100 ediciones de “Con sabor a Cenizas


miércoles, 6 de mayo de 2020

10 MENCIONES DEL ll CERTAMEN INTERNACIONAL "SHINCAL" DE POESIA A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.


Primera Mención


¡INDIO!

Parado sobre el lomo
de su flete sin apero,
la figura del guerrero
es una estatua de cromo,
el sol que le cae de plomo
curte su torso bronceao,
su pelo negro, engrasao,
una vincha lo asujeta,
y aquel indio es la maqueta
de un tiempo nunca olvidao.-

Por guerrero y buen jinete
supo su cuero ofrecer,
pa la Patria defender
del invasor insolente,
con su alarido estridente
y su lanza tan temida,
supo vencer en corridas
junto a los bravos soldados,
a quienes habían osado
ser dueños de nuestras vidas. –

El indio pampa, por cierto,
tuvo momentos de gloria,
y para algunas memorias
fue el Rey de nuestro desierto,
cabalgando a cielo abierto
era una estatua viviente,
pero fue un irreverente
cuando en medio del malón,
diera muerte sin razón
a tanta gente inocente. –

Es por eso que la historia
según sea quien la escriba,
se ha de perder en diatribas
cercenando su memoria,
para algunos, tendrá gloria
y en otros, olvido eterno,
y andará de cielo a infierno
en las mentes argentinas,
y sus raíces genuinas
serán sol de nuestro invierno. –

Adolfo R. Zabalza

Nací en Pergamino Pcia de BsAs.- (83 años) En el 2002 presenté mi primer libro escrito en décimas, en el 2018 presenté mi séptimo libro. –En el 2004 El Gobierno del país vasco, insertó en un libro llamado VASCOS POR EL MUNDO la biografía que escribí sobre la vida de mi padre. -En el 2011 obtuve el Premio Cultura que organizan los periodistas locales y el canal de TV LOCAL. -En el 2013 recibí vía Vaticano el agradecimiento del Papa Fco.- por los temas que le enviara.- En el 2018 obtuve el Primer Premio por la letra del Himno a Pergamino .-Ese mismo año el Concejo Deliberante de Pergamino me nombró Pergaminense Sobresaliente.-( a la fecha he conseguido 145 premiaciones en distintos Certámenes: España, Chile, Uruguay, Brasil, Perú y Mexico y Argentina)


Segunda Mención

Esencias del litoral

Remembranzas con bálsamo de orillas
cincelan el talle del gurí deshabitado,
viste un traje de escamas irisadas
exhala la esencia del caudal pardo.

Duerme un sueño de diademas
sobre un irupé virgen, intacto –inalterado-
la noche lo cubre de estrellas,
la luna escolta su llanto.

Emanan del fragmento arcilloso
los perfumes más caros,
sus pies se hunden entumecidos
surcan utopías, quimeras, encantos.

Reza un grito destronado,
olfatea la tierra húmeda entre sus manos
amasa con ella los recuerdos,
de los pueblos originarios…

Renace entre camalotes, entre juncos, entre sábalos,
se ofrenda ante el caudaloso fluido -atribulado -
unge con greda sus raíces, sus voces, su pasado.

Teje en redes mudas -urdimbres atestados-
narraciones, leyendas… de pretéritos poblados
con bálsamo de orillas, bautiza su legado.



   Elisabet Carina Basilio
Cañada de Gómez, Santa Fe, Argentina

Elisabet Carina Basilio, nació en Santa Fe (capital) el 26 de diciembre de 1970 y desde 1991 reside en Cañada de Gómez (Santa Fe-Argentina). Es Profesora de Lengua y Literatura y en el año 2011 tuvo la osadía de participar en certámenes literarios en los que obtuvo 1eros premios, menciones y ediciones. Interviene en varias decenas de antologías nacionales (Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Buenos Aires) e internacionales (Perú y España) con poesías, cuentos, microcuentos y microrrelatos; como así también en Revistas Literarias de: México, Perú, España y Argentina (San Juan, Buenos Aires y Jujuy) y en la Revista “El Perito Nº 5” del ISP Nº 5 como colaboradora y parte del comité editorial.
Formó y forma parte en Jurados de certámenes literarios de la ciudad y de localidades vecinas.
Participó y participa de certámenes literarios: cuento, microcuento, microrrelato, relato, poesía. En la actualidad se encuentra abocada -además- en la gesta de su primera novela y una antología de poesías.


Tercera Mención

SECRETOS DE ALTA MONTAÑA

Eran muy pequeños, pobrecitas almas,
corazones puros y tiernas miradas,
hoy son testimonios, en Alta Montaña.

Niños inocentes de la estirpe incaica
vivían su mundo de juegos de infancia.
Ojitos del tiempo, llenos de esperanzas
brillarán por siempre en cada alborada.

Nuestra Pachamama los guardó en su entraña,
como toda madre, cantos le arrullaba.
Esos cantos mudos de un dolor profundo
por estos tres niños de un tiempo lejano,
de un pueblo viviente que vela el pasado.

Ella, la “Doncella”, dormida, serena.
La más pequeñita, la “Niña del Rayo”,
tiene su carita mirando al futuro
y su boca esboza un grito callado.

Él, solo un chiquillo, apenas siete años,
se aferró a la vida con ojos cerrados.

Muy juntito a ellos, muñecos con plumas
hermosas llamitas de plata, oro y nácar,
comida, semillas y hojitas de coca,
sandalias gastadas de un largo camino,
con frío y cansancio a la cima empinada,
más la chicha fuerte que le acompañaba,
a la “Capac cocha”, ellos se llevaron,
y hoy cuentan su historia en eco sagrado.

Duerman para siempre el eterno encanto
que nació aquel día, allá en lo alto,
cuando muy de pronto les vino la noche
y la hermosa vida se quedó en letargo.

Hace cinco siglos, del Tahuantinsuyu,
por el viejo camino del Inca bajaron
a dejar ofrendas allá en Llullaillaco,
uniendo los pueblos de nuestro Altiplano.
Historias, creencias, sueños milenarios,
herencia y memoria de nuestro pasado.

María de las Mercedes Vera
Corrientes- Capital. Argentina. 


Miembro Permanente del EBAM Latinoamericano desde 2009 y CIDAGI-Perú (2011), colaboradora de CECA Argentina (2008-2014), referentes a Archivos, Museos y Bibliotecas. Embajadora de la Palabra (por la Fundac. Egido Serrano. Toledo, España, 2014).
Mujer Destacada por el programa Alba Grismado (2018-19) y por la World Federation Ladies, en Cámara de Diputados de la Nación Argentina, 2018. Mujer Destacada de la Cultura por el Foro Femenino Latinoamericano, dic 2019 y Visitante Ilustre en La Paz, Bolivia 2018 y Yaguarón, Paraguay 2019, entre otras distinciones.
Trabajadora de los museos y de la cultura en general, ha participado como ponente en varios países latinoamericanos. Escritora, poeta, investigadora independiente, socia activa de SADE Corrientes, con premios y menciones especiales en el rubro Poesía y Cuento, tanto en Argentina como en el exterior. Autora de 4 libros individuales y tres en co-autoría además de participar en antologías y publicaciones en revistas. Hoy se desempeña en el Dpto de Bienes Culturales, Dirección de Patrimonio del Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes, Argentina.


Cuarta Mención 

Las tejedoras

Lavan vellones tres mujeres collas
entre piedras que en el río resplandecen
cardan, limpian, las hebras que aparecen
Tiñen con hierbas en antiguas ollas

Giran las ruecas, la fibra se arrolla,
y así, de la nada, lanas que crecen,
urdiendo sueños que desaparecen
sueños fustrados, son vida del colla

Calma mirada, sin buscar atajo
Tejiendo en telar de troncos armado
urdido y trama, paciente trabajo

Baila la naveta de uno a otro lado
un hilo de arriba, el otro de abajo,
viejos saberes la manta han formado.

Ramón Héctor Rodolfo Mollo
Pergamino – Bs. As. 
Socio de SIPEA (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artístas), Bs. As. y miembro activo del Consejo de Paz de la República Argentina. Desde hace varios años está integrado al “Taller de Creación Literaria” y al “Taller Florilegio” ambos de la ciudad de Pergamino. Ha participado en la p



Quinta mención

Vasija silbadora

Solidez de tierra y fuego
en manos laboriosas
del artista que trabaja.

Avivará las llamas,
cocerá paciente
su obra dedicada.

El tiempo justo,
sagrado espacio
para forjarla.

Bajarán los vientos
desde las cumbres nevadas
para encontrar en un resquicio
los mágicos sonidos
de los hijos de la Pacha.

Fluye
agua cantarina,
la música de la vida
en sonora danza.

Norma Minniti
Villa Luzuriaga, Pcia. Buenos Aires 
Bibliotecaria profesional. Escribe narrativa y poesíaEscribe narrativa y poesía para niños y adultos. Seleccionada para más de treinta antologías de editoriales, centros culturales y Universidades: “Mis escritos”, “Galpón Cultural”, “Tahiel”, “Niña Pez”, “Instituto Cultural Latinoamericano”, “Dunken”, “Teru teru”, Universitat Jaume I de Castellón, “Tres más uno”. Obtuvo mención en los concursos “del Giúdice” y “Discépolo” de la Dirección de Cultura de La Matanza. Publicó “Los títeres de Bucubuc y otros cuentos con juguetes” (2017). “Desapariciones” (2018). “Sonicoloformas” (2019). Las formas de la tristeza (2020), poemario. De próxima aparición: El maleficio de Oulufilem (novela infantil)
 Tercer premio en el concurso de cuentos de terror “Existen, están, se cuentan” de municipio de San Martín con “Caricia espectral” (2019). Segundo lugar en el concurso “Disidencias” de la Secretaría De Cultura de La Matanza con “Sonidos entrelazados” (2019).  




Sexta Mención

ELEGIAMÉRICA

Arribaron en el mes de las tormentas,
mes de la fertilidad,
mes del trueno.
Emergieron al ocaso,
cuando el arrebol atestiguaba
nuestra danza;
danzábamos sin tregua:
en el desierto o
en las cumbres,
en la selvas y el río.
Los tambores avivaban la danza,
la danza avivó el fuego,
el fuego…desató la lluvia.
Se les vio aparecer al horizonte…
Se escucharon ruidos en la aldea,
ruidos de tropeles y galope,
ruidos de invasión,
ruidos de miedo.
Sus corazas grises
nublaron arreboles
-el cielo entero ensombrecieron-.
Voces incomprensibles escuchamos,
voces que ahuyentaron aves,
a los dioses
y al sol.

Sus mustias capas
extinguieron el fuego,
sus bestias pisoteaban las brasas,
la tierra que pisaron
se hizo estéril,
-todo fue aridez y desaliento-,
destrozaron ocarinas y tambores,
…la danza cesó.
En el mes de las tormentas
se escucharon ruidos en la aldea,
ruidos de tropeles y galope,
ruidos de fusil,
ruidos de muerte.

Luis Eduardo González García
 Medellín, Departamento de Antioquia (Colombia).

Diseñador de vestuario escénico, natural de Medellín-Colombia
Realizó estudios de Historia en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellí
Inició su trabajo literario desde 1991 formando parte de varios talleres de creación poética en la ciudad de Medellín con Omar Castillo, Rubén Darío Vivas, Pedro Arturo Estrada, entre otros. Entre 1991 y 1995 desarrolló gran parte de su obra en poesía; trabajo que tuvo un largo receso de 25 años y retomó en 2020 siendo ganador del Concurso de Cuento Corto del Museo Colonial del Ministerio de Cultura de Colombia. Hará parte de la antología de poetas colombianos en torno al tema "Mujer", de ITA Editorial. Hará parte de la antología poética en torno al tema "La Soledad", de la revista Suma Cultural, de la Universidad Konrad Lorenz de Bogotá-Colombia. Poemas que girar en torno al tema del Tango, le fueron encargadas para ser leídos, a partir del mes de abril, en el programa "Tu Nombre es Tango", de la Ciudad de Buenos Aires-Argentina. Fue mención de honor el II Certamen Internacional Shincal de Poesía a los Purblos Originarios. Catamarca-Argentina. Representará a Colombia en el VI Festival Internacional de Poesía de Madrid, en octubre de 2020. Hará parte de festivales de poesía virtual, con motivo de la pandemia, a saber: "La Isla en Versos" -El Arte Salva, "La Poesía Lo-Cura" de la Casa Silva de Poesia de Bogotá y "Festival Internacional de Poesía Virtual", que lidera el poeta argentino Juan Botana. Participará en el Festival de Poesía de Neiva-Colombia, en noviembre de 2020 y en el Encuentro de Poetas en Cuba "La Isla en Versos", en 2021.


Septima mención

PROFUNDAS RAÍCES

Son mis raíces profundas ,
de vinchas ,de boleadoras 
y de flechas silbadoras ,
que yo he cargado a cacundas .
En estas tierras fecundas ,
de montes con sus sausales ,
de resongones  pajales 
donde se esconde el coatí 
o un inmenso camoatí 
prendido de los chal chales .  

Pisada del rastreador ,
que me ha marcado la huella ,
sigo mi rumbo por ella 
tras el jaguar bramador  .
El que produce temor ,
aún así, adelante sigo .
Del ombú busco el abrigo ,
la sombra del coronilla 
y entre tanta maravilla 
me siento rey y mendigo .

Sube un grito a mi garganta 
de una sorda rebeldía ,
que parece una agonía ,
de un ave que triste canta .
Mi corazón se agiganta 
y el miedo se hace coraje 
en un instinto salvaje ,
mis raíces desentierro ,
pa' siempre a ellas me aferro 
y continúo mi viaje.

Saber de dónde venimos ,
pa' saber a dónde vamos ,
a nuestro pueblo heredamos 
un rumbo, cuando partimos .
Si el pasado destruimos 
y aún nos quedan cicatrices ,
yo te ruego que matices ,
dolor con sangre de gloria ,
y que no olvide la historia ,
nuestras profundas raíces 

Perez Silvia
Uruguay




Octava mención

POR DESIGNIO

Donde el reinado del silencio
es turbado solo por el paso del cóndor,
tan milenario como las raíces de las piedras,
nacieron los hombres originarios
hechos de lunas y estrellas inmortales,
forjados por la ígnea llama de sus códices,
los primeros indo americanos que marcaron su huella,
fundaron los primeros pueblos
y los enaltecieron con su lengua, sus costumbres,
sus dioses, su cultura y su libertad perseguida.

Ellos jamás serán esclavos de la ignorancia de otros hombres
porque llevan muy en alto un emblema
que los nombra dueños de designios ancestrales
y reyes del viento majestuoso de la cordillera.

Josette Digna Sabaté,
Pergamino, Bs. As. Argentina

Coordinadora de talleres de escritura.
3 libros publicados y 27 Antologías.




Novena mención

Enseñame 

Enseñame, hijo del sol
a honrar la tierra como mi madre
a pedirle perdón al puma
que he matado de un balazo
porque se comió mi oveja
a susurrarle al espíritu del venado
que me ha alimentado.

Enseñame, hijo del maíz
a correr sin preguntar
de quien es el suelo que piso
a entender que la propiedad
es un invento sin sentido
a vivir en comunidad
despojada de egoísmo..

Enseñame, hijo de la luna
a honrar la semilla del algarrobo
a saludar a la siembra a la cosecha
a preparar la chicha de las fiestas
a bailar y reír durante tres días
a dar gracias por los niños
que contarán mi historia.

Enseñame, hijo del viento
a hablar con las cumbres con la quena
a llorar en baguala mis penas
a soñar con el horizonte
que cada vez más se aleja
a mirarme en el agua del lago
para lavar esta tristeza.

Graciela Brown
Gral. Rivas, Suipacha, provincia de Bs.As., Argentina

Autora de Antología Agreste, libro de relatos cortos publicado en 2017, ha obtenido premios, menciones y reconocimientos en diversos certámenes tanto nacionales como internacionales: Uruguay, EEUU, Argentina


Décima mención


EL DOLOR DE LA TIERRA

Cuando llegaron los creímos dioses,
Wiracochas más tarde los llamamos
y les abrimos las puertas generosos
creyendo en la bondad de sus palabras.

Pasó el tiempo y llegaron otros hombres
-ambición y codicia inacabables-
y nos fueron sometiendo con sus voces
y su látigo cruel y sus maldades.

No fuimos nada, solo un instrumento
que socava la tierra -madre amada-
para sacar el oro de su vientre,
hasta que el corazón lanzó su grito: ¡basta!

Fue muy larga la lucha –y despareja-,
siempre injusta la muerte se llevaba
los sueños de los hijos de la tierra
y también su impotencia hecha lágrimas.

Fue un dolor infinito, interminable,
y finalmente fuimos derrotados,
La sangre sublevada se hizo un charco
seco y amargo por los tuscanales.

Pachamama lloró por Pìpanaco
y a Chelemín lloró toda Andalgála
y la larga tristeza y la desdicha
se hicieron poncho sobre Catamarca.

Han pasado centurias desde entonces,
y la rapiña sigue siendo larga,
Hoy ya no hay lanzas para la defensa
ni nos combaten con filosa espada.

hoy nos traen sonrisas extranjeras,
y otra vez la mentira en sus palabras,
y como entonces dan sus estocadas
en el corazón de la montaña.

Pero ya viene un tiempo de esperanza,
despiertan en sus tumbas los kurakas
que han de alumbrar con su espíritu el camino
para una nueva gesta libertaria.

Ellos vendrán a liberar la tierra
y defender tus hijos, Catamarca.


Rodolfo Lobo Molas, 
Catamarca, Argentina.


 Poeta, Escritor, Piloto Comercial de Avión, Piloto de Planeador, Locutor, Periodista, miembro de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE). Ha publicado el ensayo Catamarca, Ensueño y Leyenda a través de la Universidad Nacional de Catamarca y el libro de poesías Los pájaros de la lluvia a través de su propia editorial Phaway. Ha sido editado en diversas publicaciones en la web, ha participado de numerosos encuentros literarios y actos culturales con su obra, participó de 18 antologías nacionales y 19 internacionales de microficción, poesía y narrativa y obtuvo diversos premios y distinciones como Distinción al Mérito “San Fernando”, de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca, Distinción “Reconocimiento al aporte de las artes a nuestra comunidad” del Poder Legislativo de Catamarca, Distinción de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación por un primer premio obtenido en México y premios nacionales e inter-nacionales como 1º Premio III Concurso de Cuentos y Relatos, por cuento, Sociedad Italiana de San Pedro, Buenos Aires, 1º Premio Certamen Nacional de Sonetistas Bialet Massé, Córdoba, Argentina, 1° Premio en el Primer Premio Literario Internacional Letras de Iberoamérica, poe-sía, de la Revista En Sentido Figurado, México, 1° Premio Certamen Celeste y Blanco, poesía, Biblioteca Popular Almafuerte, Pergamino, Buenos Aires, 3° Premio Décimo Quinto Certamen Literario Nacional “Leopoldo Lugones”, Cuento breve, Necochea, Buenos Aires, 3° Premio Cer-tamen Nacional de Microrrelatos Bialet Massé, de La Hora del Cuento y SALAC, Córdoba, Ar-gentina, entre otros.

Su obra se ha publicado en Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, España, Estados Unidos, México, Perú, Venezuela y Argentina.