lunes, 29 de diciembre de 2014
PLAZA DE LOS POETAS: BASES IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POES...
PLAZA DE LOS POETAS: BASES IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POES...: BASES IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA Centro Cultural Kemkem y radio la Voz de Quequén, en tributo a La memoria d...
ENTREGA DE PREMIOS AL CUENTO MAS POPULAR DEL I CERTAMEN DE CUENTOS VIAJEROS AL TREN
GANADOR EN POPULARIDAD DE FACEBOOK EN EL CERTAMEN LITERARIO DE CUENTOS CORTOS VIAJEROS AL TREN
Con casi 300 votos la escritora platense Maria Guerra Alves fue distinguida por los amigos de la fanpage de Facebook con su cuento "Boleto de tren envuelto en una servilleta" como la más popular del certamen. El domingo 28 de diciembre llegó desde su La Plata y en sencilla pero emotiva ceremonia recibió la distinción de mano de las autoridades del Centro Cultural Kemkem.
Con casi 300 votos la escritora platense Maria Guerra Alves fue distinguida por los amigos de la fanpage de Facebook con su cuento "Boleto de tren envuelto en una servilleta" como la más popular del certamen. El domingo 28 de diciembre llegó desde su La Plata y en sencilla pero emotiva ceremonia recibió la distinción de mano de las autoridades del Centro Cultural Kemkem.
Juan Manuel Montero Lacasa, Carlos Alberto Bonserio Carlomagno, Abelardo Ezequiel Lopez del Centro Cultural Kemkem y la premiada María Guerra Alves recibiendo el diploma correspondiente
Donativo para la biblioteca del Centro Cultural Kemkem de un ejemplar del libro Brotes
- Las Nada Que Ver.
autoria colectiva encabezada por Maria Guerra Alves, María Florencia Accqua, Danuela Góngora, Analía Pérez, Sofia Sorarrain y Lucia Módena.
Un semblanza de María: arriba de esos tacos altísimos con los que sale a caminar el mundo. Escribe con un poder de sintesis increible, pero siempre da un paso más, prueba de nuevo y hace otra cosa. Quiere llegar, escribe para la gente, para ser comprendida, para distender, para ilusionar.
Boleto de tren envuelto en una servilleta
Mediados de 1984.
La confirmación de su puesto como maestra suplente, por tres meses, fuera de su ciudad, no era la noticia que estaba esperando. Le hubiera gustado un lugar más agradable, aunque fuera en una zona rural, pero más cerca de su casa.
Sin embargo, no dudó en aceptar. No solo necesitaba el dinero, sino que le serviría para sumar puntaje.
Ya no podría ir a dar clases en bicicleta, como lo hacía en sus prácticas. El único medio de transporte posible para ella sería el tren.
Sería muy duro estar tantas horas lejos, sin contacto con su padre, cuyo estado de salud era delicado. No tenían teléfono. Lo habían pedido a fines de la década anterior, sin resultados.
Era una templada mañana de invierno. Llovía torrencialmente. Se levantó con una hora y media de anticipación. Se bañó, se maquilló, se vistió acorde al clima, preparó un bolso con una muda de ropa, calzado, una toalla y su flamante guardapolvo blanco que aún no había estrenado. Con sus diecinueve años recién cumplidos, parecía una adolescente.
Veinticinco minutos de viaje en colectivo, la separaban de la estación de trenes. La puntualidad la caracterizaba desde muy pequeña. Sabía que llegaría temprano, pero prefería que así fuera.
El tren salió a horario. Cientos de personas de diversas edades y ocupaciones circulaban apurados para llegar a sus respectivos trabajos. Se sentó en el tercer vagón, del lado de la ventanilla. Melancólica, miró el paisaje urbano que tantas veces había contemplado viajando con su madre. Imaginó los rostros de sus nuevos alumnos al recibir la noticia sobre su llegada como maestra suplente. Alguien la hizo suspender sus pensamientos, ofreciéndole un caramelo de menta.
– Gracias – dijo acercando su delicada mano.
Un muchacho poco mayor que ella se había sentado a su lado. También llevaba libros y carpetas.
– ¿Somos colegas?
– Yo soy maestra de 5º grado.
– Yo, profesor de matemática en colegios secundarios.
– Me llamo Gabriel.
– Ingrid, mucho gusto – dijo, dándole la mano derecha.
Ambos estaban recién recibidos. Tenía muchas ideas para poner en práctica. Habría tiempo para ello. Estaban comenzando su vida como docentes.
Ingrid lamentó tener que bajarse del tren en lo mejor de la conversación. Se despidieron como viejos amigos, luego de unos escasos minutos de charla.
La mañana siguiente estaba espléndida, aunque con menos temperatura. Los nervios de Ingrid habían disminuido. Los temores del primer día ya habían pasado.
Al subir al tren decidió sentarse en el mismo asiento. Reservó el de al lado colocando libros y carpetas hasta que Gabriel llegó.
– Perdón, ¿está ocupado?
– No.
– ¿Lo guardaste para mí?
Las mejillas de Ingrid se tiñeron de rojo. ¿Qué diría su novio si se enterara?
Retomaron la charla y nuevamente el tiempo transcurrió volando.
Ingrid nunca se había sentido tan cómoda con nadie, ni siquiera con sus compañeros de secundaria. Guardó su secreto. Le producía terror saber que alguien podría pensar mal de ella, por esa cita diaria en el tren.
Una fría mañana Gabriel llegó con medialunas tan calientes como exquisitas, que disfrutaron en el corto trayecto que compartieron. Segundos antes de que Ingrid bajara, anotó su nombre y dirección en un boleto de tren y lo envolvió en una servilleta.
– Teléfono no tengo.
– Yo tampoco – agregó Ingrid, mientras guardaba la servilleta en su libro.
Tres semanas después de su primer encuentro, Gabriel fue convocado para trabajar en un colegio de su ciudad. No pudo despedirse de Ingrid.
La confirmación de su puesto como maestra suplente, por tres meses, fuera de su ciudad, no era la noticia que estaba esperando. Le hubiera gustado un lugar más agradable, aunque fuera en una zona rural, pero más cerca de su casa.
Sin embargo, no dudó en aceptar. No solo necesitaba el dinero, sino que le serviría para sumar puntaje.
Ya no podría ir a dar clases en bicicleta, como lo hacía en sus prácticas. El único medio de transporte posible para ella sería el tren.
Sería muy duro estar tantas horas lejos, sin contacto con su padre, cuyo estado de salud era delicado. No tenían teléfono. Lo habían pedido a fines de la década anterior, sin resultados.
Era una templada mañana de invierno. Llovía torrencialmente. Se levantó con una hora y media de anticipación. Se bañó, se maquilló, se vistió acorde al clima, preparó un bolso con una muda de ropa, calzado, una toalla y su flamante guardapolvo blanco que aún no había estrenado. Con sus diecinueve años recién cumplidos, parecía una adolescente.
Veinticinco minutos de viaje en colectivo, la separaban de la estación de trenes. La puntualidad la caracterizaba desde muy pequeña. Sabía que llegaría temprano, pero prefería que así fuera.
El tren salió a horario. Cientos de personas de diversas edades y ocupaciones circulaban apurados para llegar a sus respectivos trabajos. Se sentó en el tercer vagón, del lado de la ventanilla. Melancólica, miró el paisaje urbano que tantas veces había contemplado viajando con su madre. Imaginó los rostros de sus nuevos alumnos al recibir la noticia sobre su llegada como maestra suplente. Alguien la hizo suspender sus pensamientos, ofreciéndole un caramelo de menta.
– Gracias – dijo acercando su delicada mano.
Un muchacho poco mayor que ella se había sentado a su lado. También llevaba libros y carpetas.
– ¿Somos colegas?
– Yo soy maestra de 5º grado.
– Yo, profesor de matemática en colegios secundarios.
– Me llamo Gabriel.
– Ingrid, mucho gusto – dijo, dándole la mano derecha.
Ambos estaban recién recibidos. Tenía muchas ideas para poner en práctica. Habría tiempo para ello. Estaban comenzando su vida como docentes.
Ingrid lamentó tener que bajarse del tren en lo mejor de la conversación. Se despidieron como viejos amigos, luego de unos escasos minutos de charla.
La mañana siguiente estaba espléndida, aunque con menos temperatura. Los nervios de Ingrid habían disminuido. Los temores del primer día ya habían pasado.
Al subir al tren decidió sentarse en el mismo asiento. Reservó el de al lado colocando libros y carpetas hasta que Gabriel llegó.
– Perdón, ¿está ocupado?
– No.
– ¿Lo guardaste para mí?
Las mejillas de Ingrid se tiñeron de rojo. ¿Qué diría su novio si se enterara?
Retomaron la charla y nuevamente el tiempo transcurrió volando.
Ingrid nunca se había sentido tan cómoda con nadie, ni siquiera con sus compañeros de secundaria. Guardó su secreto. Le producía terror saber que alguien podría pensar mal de ella, por esa cita diaria en el tren.
Una fría mañana Gabriel llegó con medialunas tan calientes como exquisitas, que disfrutaron en el corto trayecto que compartieron. Segundos antes de que Ingrid bajara, anotó su nombre y dirección en un boleto de tren y lo envolvió en una servilleta.
– Teléfono no tengo.
– Yo tampoco – agregó Ingrid, mientras guardaba la servilleta en su libro.
Tres semanas después de su primer encuentro, Gabriel fue convocado para trabajar en un colegio de su ciudad. No pudo despedirse de Ingrid.
Julio de 2014.
Ingrid quería aprovechar las vacaciones de invierno para ordenar su casa. Decidió empezar por su biblioteca. Cada libro tenía un importante significado. Algo cayó de uno de ellos. Había permanecido allí durante treinta años.
Jamás había olvidado a Gabriel. En los últimos tiempos lamentó no haber sabido su apellido, para buscarlo a través de Internet. No pudo evitar pensar qué habría sucedido si hubieran continuado con esa amistad que poco a poco se había ido convirtiendo en algo prohibido, aunque sus labios se habían rozado solo una vez. Estaba arrepentida de haber corrido su cara cuando él intentó besarla. En ese momento no se hubiera perdonado engañar al que luego fue su esposo.
– ¡Qué idiota fui! – dijo en voz alta.
Convivir con Damián había sido una tortura. Luego de su divorcio pasaron pocos hombres por su vida. Relaciones intrascendentes.
Nunca pudo olvidar los viajes compartidos con ese ser tan especial. Era increíble que esos pocos días hubieran sido tan importantes, luego de tres décadas.
Abrió la servilleta con la ilusión de encontrar algún dato más. Solo decía su nombre y la dirección. Buscó en Google. En ese lugar habían construido un edificio de oficinas. La casa de Gabriel ya no existía. No tenía información suficiente para buscarlo.
Como no tenía horarios que cumplir, haría algo diferente durante su receso invernal. Y su actividad no tenía por qué limitarse a la limpieza.
A la mañana siguiente subió a su auto. Estacionó a cincuenta metros de la estación. El tren salió a la misma hora que hacía treinta años. En la misma estación subió Gabriel, que había soñado con Ingrid aquella noche. El asiento que ella le guardaba cada día estaba ocupado por una pila de libros con hojas amarillas.
– ¿Me puedo sentar?
– No sé. Te fuiste sin despedirte – dijo quitando sus cosas.
– ¿Querés que nos despidamos ahora?
– No. ¿Vos querés eso?
– Quiero que retomemos la charla inconclusa.
Se sentó. Se miraron. Sus labios se rozaron, como aquella vez, pero segundos más tarde se perdieron en un beso eterno. Sin darse cuenta, Ingrid y Gabriel llegaron a destino.
Ingrid quería aprovechar las vacaciones de invierno para ordenar su casa. Decidió empezar por su biblioteca. Cada libro tenía un importante significado. Algo cayó de uno de ellos. Había permanecido allí durante treinta años.
Jamás había olvidado a Gabriel. En los últimos tiempos lamentó no haber sabido su apellido, para buscarlo a través de Internet. No pudo evitar pensar qué habría sucedido si hubieran continuado con esa amistad que poco a poco se había ido convirtiendo en algo prohibido, aunque sus labios se habían rozado solo una vez. Estaba arrepentida de haber corrido su cara cuando él intentó besarla. En ese momento no se hubiera perdonado engañar al que luego fue su esposo.
– ¡Qué idiota fui! – dijo en voz alta.
Convivir con Damián había sido una tortura. Luego de su divorcio pasaron pocos hombres por su vida. Relaciones intrascendentes.
Nunca pudo olvidar los viajes compartidos con ese ser tan especial. Era increíble que esos pocos días hubieran sido tan importantes, luego de tres décadas.
Abrió la servilleta con la ilusión de encontrar algún dato más. Solo decía su nombre y la dirección. Buscó en Google. En ese lugar habían construido un edificio de oficinas. La casa de Gabriel ya no existía. No tenía información suficiente para buscarlo.
Como no tenía horarios que cumplir, haría algo diferente durante su receso invernal. Y su actividad no tenía por qué limitarse a la limpieza.
A la mañana siguiente subió a su auto. Estacionó a cincuenta metros de la estación. El tren salió a la misma hora que hacía treinta años. En la misma estación subió Gabriel, que había soñado con Ingrid aquella noche. El asiento que ella le guardaba cada día estaba ocupado por una pila de libros con hojas amarillas.
– ¿Me puedo sentar?
– No sé. Te fuiste sin despedirte – dijo quitando sus cosas.
– ¿Querés que nos despidamos ahora?
– No. ¿Vos querés eso?
– Quiero que retomemos la charla inconclusa.
Se sentó. Se miraron. Sus labios se rozaron, como aquella vez, pero segundos más tarde se perdieron en un beso eterno. Sin darse cuenta, Ingrid y Gabriel llegaron a destino.
sábado, 27 de diciembre de 2014
BASES IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA
Centro Cultural Kemkem y radio la Voz de Quequén, en tributo a La memoria del locutor y declamador poético de la FM2000 Néstor Casablanca, Convocan al IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA.
1. Podrán participar personas mayores de 16 años, sin restricción de sexo, raza, religión, ciudad, provincia o país. Máximo: un poema por participante.
2. Temática y textos: La temática de las poesías será el género romántico todo lo referente al romanticismo y el amor. Podrán presentar una poesía, entre seis (6) y ochenta (80) versos. Hoja A4, letra arial 12, fuente 12. Las obras deberán estar firmadas con seudónimo, ser inéditas al momento de la presentación en este concurso, y no haber sido premiadas en otro concurso o estar pendientes de premiación.
3. Presentación de los textos y plazo de recepción. La presentación de los trabajos se hará por: Correo electrónico: en la cabecera debe decir IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA a la dirección plazadelospoetas@hotmail.com en formato DOC (Word). En un adjunto la poesía con seudónimo, y en otro adjunto el nombre completo del autor, número de documento nacional de identidad, domicilio, ciudad, país, teléfono y correo electrónico y una pequeña biografía.
Por correo convencional: Aquellos que no manejen Internet podrán hacerlo personalmente o por correo en un sobre en cuyo exterior figure: IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA, Centro Cultural Kemkem. Calle 527 nº 366 C.P 7631, Quequén, provincia de Buenos Aires, Argentina. En este caso las obras se presentarán por duplicado y firmadas con seudónimo. Dentro de ese sobre se incluirá otro, en cuyo exterior constará título de la obra y seudónimo; y en su interior contendrá una hoja con el nombre completo del autor, número de documento nacional de identidad, domicilio, teléfono y correo electrónico y una pequeña biografía. Mencionar si desea que se indique su nombre como autor del relato en las poesías que se expongan una vez se haya resuelto el premio (Sí/No).
Conforme se reciban las poesías, en el plazo de cinco días hábiles se irán publicando en el grupo “Certamen Internacional de Poesías Viajeros al Tren”; el post se difundirá en facebook. El certamen abrirá el 20 de diciembre de 2014 y cerrará el 31 de marzo de 2015 a las 24:00 horas. Importante: Tener en cuenta, quienes envíen sus obras por correo tradicional, que se tomarán aquellas que lleguen hasta el 30 de marzo de 2015, dados los plazos para el veredicto del jurado.
4.Premios
Se establece como primer premio, a realizar a mediados del año 2015, una placa de cemento donde figuren los primeros 14 versos o la poesía reconvertida a 14 versos; dicha placa irá colocada en la plaza de los poetas –próxima a crearse-- sita en la ciudad de Quequén o, en su defecto, en lugar a designar siempre dentro de la ciudad de Quequén; y un segundo premio consistente en otra placa de cemento idéntica al primero.
Desde el tercero al decimo premio se entregaran distinciones mediante diplomas con menciones especiales.
Del 11° al 30° puesto se entregará una mención general a cada participante.
Se entregarán 10 menciones a escritores de Necochea, Quequén y aledaños.
Estos puestos serán determinados por un jurado de tres miembros del Centro Cultural Kemkem, presidido por la escritora Adela I. Destefano.
También se establece un premio a la poesía más popular, y se entregarán diplomas a las tres poesías que hayan obtenido mayor cantidad de “Me gusta” por los seguidores del IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA en facebook. Los premios se concederán en el orden en el que han sido descriptos y pueden ser acumulables solamente con el de popularidad.
El fallo del jurado será inapelable y se publicará entre el 5 y 10 de abril de 2015 en la página de “Plaza de los poetas” y los medios digitales y de papel de difusiones locales y nacionales. El jueves 16 de abril de 2015 se entregaran las distinciones y premios correspondientes en lugar a designar oportunamente. El Certamen formará parte del 1er ENCUENTRO INTERNACIONAL DE POETAS, CUENTISTAS, RECITADORES Y ESCRITORES.
Consideraciones legales
El hecho de participar en este concurso implica la total aceptación de las bases. El jurado quedará facultado para interpretar estas bases y resolver cualquier incidencia o situación no prevista, según considere más acertado. El participante, por el hecho de presentar el poema al concurso, afirma que la obra es original y de su propiedad y, en consecuencia, se hace responsable respecto a su propiedad intelectual y patrimonial por cualquier acción o reclamación que al respecto pudiera sobrevenir. Los trabajos premiados quedarán en poder del Centro Cultural Kemkem , siendo del mismo la titularidad de los derechos de exposición de las obras, durante el plazo máximo de tres años, quedando obligados/as los/as autores/as a otorgar el documento oportuno para la debida constancia pública de la cesión de la propiedad intelectual. La propiedad de los trabajos no premiados corresponderá a sus autores, que podrán publicar sus relatos donde consideren más oportuno, reservándose el Centro Cultural Kemkem el derecho no exclusivo a utilizar los poemas participantes de la forma más conveniente para cumplir el objetivo del IV CERTAMEN INTERNACIONAL PLEAMAR DE LA POESIA ROMANTICA y sin que los autores tengan derecho a reclamar compensaciones de ningún tipo por este uso. Siempre que se publique uno de los poemas de los participantes se hará mención de su autor si así lo indicó en el momento de la inscripción en el concurso (si indicó que prefiere no figurar como autor con su nombre, o no respondió a la pregunta, se mencionará el seudónimo en lugar del nombre real).
miércoles, 24 de diciembre de 2014
domingo, 21 de diciembre de 2014
ENTREGA DE PREMIOS Y DISTINCIONES DEL 1° CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESIA "VIAJEROS AL TREN"
En el marco de una interesante y entretenida ceremonia que se desarrolló en la Biblioteca Popular de Quequén, fueron entregados los premios del 1er. Certamen Internacional de Poesía "Viajeros al tren”, que contó con la organización del Centro Cultural KemKem y La voz del Quequén.
Se hicieron presentes para recibir sus diplomas, Oscar José Rolleri, de La Plata, que obrtuvo el primer premio con la obra "Ausencia” y María Cristina Hernández Garcés que viajó especialmente de Santiago, Chile para recibir el premio por el noveno puesto en este concurso literario y se contó con la presencia de varios autores locales y de la zona.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de Héctor Pacheco que, felicitó a los participantes y expresó que "para la biblioteca es importante contar con su presencia” y los instó a que "sigan interviniendo en estos certámenes e inviten a otros autores”.
Previo a la entrega de los premios Carlos Bonserio presidente del Centro Cultural Kem Kem entidad organizadora dirigió la palabra al público presente y a la prensa especializada, , destacando que "estamos muy satisfechos con el nivel de participación, revitalizando la poesía a nivel internacional considerando que se trata del tercer concurso que organizamos en el año”.
La escritora local María del Carmen González fue la encargada de entregar las distinciones junto a Bonserio y Abelardo López, del Centro Cultural Kem Kem.
Los trenes
En diálogo con este medio Oscar Rolleri ganador del Certamen quien se adjudicó a ver plasmada su poesía en una placa de cemento de 1 metro por un metro que será instaurada en la futura plaza de los poetas; se mostró gratamente sorprendido con este lauro y sobre su poema "Ausencia” comentó que "la poesía tiene mucho que ver con mi vida y sobre todo con mi infancia porque soy hijo de ferroviario”.
El escritor conoció las estaciones llenas de gente cuando eran el paseo obligado en los pueblos del interior, "y esa vivencia de la infancia está reflejado en el poema”, destacó.
Rolleri logró plasmar en palabras todos los recuerdos acumulados y en ese sentido puntualizó que "fue uno de los que más naturalmente surgió porque tiene que ver con mi vida”.
Por su parte, María Cristina Hernández Garcés, quien obtuvo doble distinción: el 9º premio mención especial y el rubro poesía mas votada en facebook con el poema "Ese canto de los trenes” aseveró que "nunca había estado en un tren, solo el Metro de Santiago y creóuna historia en los antiguos carros”.
Cabe mencionar que la escritora chilena viajó especialmente para recibir su diploma y pospuso para el lunes la presentación de su primer poemario en el que está incluida la poesía premiada.
Respecto a este nuevo trabajo explicó que "tenía varias cosas escritas pero la poesía es tan íntima que cuesta deshacerse del pudor y tardé en entregarla”, afirmó la autora.
Recibieron distinciones los siguientes escritores: ADELA DESTEFANO, HECTOR PACHECO, BERTA ELVIRA RIVERO, JOSE LUIS BORNEO, STELLA MERI DIAZ, MONICA BEATRIZ BARNETCHE, CRISTINA FERRERO, FEITO JOSE EZEQUIEL, GLORIA NIDYA LOMBARDI, ADOLFO FREDES.
Además, los asistentes pudieron disfrutar de un espectáculo musical a cargo del cantante melódico Nelson Ferra, revelación del año y del gran maestro del Bandoneón Alberto De Pietro quien deleito al público con varios tangos ejecutados magistralmente. Al finalizar fue servido un vino de honor.
María del Carmen González, Carlos Bonserio y Oscar José Rolleri
María del Carmen González y la poetiza chilena María Cristina Hernández Garcés
Adela Destefano Poeta Necochense
GLORIA
NIDYA LOMBARDI poeta Necochense
José Luis Borneo poeta Necochense
Adolfo Fredes y Abelardo Lopez
Berta Rivero poetiza Necochense
Stella Meri Diaz poetiza Quequenense
Mónica Beatriz Barnetche poetiza Quequenense
Cristina Ferrero "tina Ferre" poetiza Necochense
Feito José Ezequiel, poeta Balcarceño
Nuestro Comendante Miguel Angel Rodriguez
Nuestro presidente del Jurado Juan Manuel Montero Lacasa
Directivos de la Bobioteca Popular de Quequen
La gran diseñadora Gráfica Julia Urchipia
Alberto De Prieto el Bandoneón mayor de Quequén Necochea
la chilena Maria Cristina Hernándes Garcés, la más votada en Facebook
Beatriz Villalonga poeta Quequense invitada
Hector Pacheco, Oscar Rolleri y el cantante Nelson Ferrá
miércoles, 17 de diciembre de 2014
LA POETA CHILENA ZULEMA RETAMAL PRESENTÓ SU NUEVO LIBRO "DE MOSCAS Y MARIPOSAS"
En el Campus San Andrés, la escritora
chilena Zulema Retamal, presentó su último libro de poesía “De moscas y
mariposas”(2014) en el contexto de Las Tertulias Literarias organizadas por el
Departamento de Extensiön de La Universidad Católica de La Santísima Concepción.
Al evento concurrieron escritores y público en general. La encargada del
evento, Violeta Cáceres, se manifestó muy satisfecha con el nivel de la
presentación y la calificó como el broche de oro para culminar el ciclo de
tertulias año 2014.
Zulema Retamal es Profesora de Castellano,
Activa gestora cultural de la Provincia de Arauco. Ha participado como
expositora en Congresos nacionales e internacionales de Poesía. En Chile, España, Hungría y Perú. Colaboró en
diario Crónica de Concepción y el año 2003 recibe la Beca de Creación Literaria
del Consejo nacional del Libro. Publica artículo sobre Gonzalo Rojas en la
Revista Compluteca Especial 30 años
Premio Cervantes, IES Complutense de Alcalá de Henares (2014).
La poesía de Zulema Retamal es poesía en
pleno vuelo, donde transitan las emociones más diversas en versos que conmueven
e incitan al lector a buscar un par de alas para unirse en este viaje íntimo,
al que la autora nos convoca en cada página de forma apasionada, irónica y
certera. La intensidad y lucidez de estos poemas ubican a Zulema Retamal como
una de las grandes exponentes de la poesía femenina en nuestro país, así nos lo
dice Carmen Gloria Berríos, reconocida poeta nacional.
https://www.facebook.com/sharer/sharer.php?u=http%3A%2F%2Fwww.ivoox.com%2Faudio_rf_11225037_1.html
sábado, 13 de diciembre de 2014
2° MENCION GENERAL DEL CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESIAS VIAJEROS AL TREN
Así será el
retorno……..
Iré al origen de la
memoria,
al aroma último del
remolino que dejó la locomotora.
Ahí donde los pájaros
han abandonado sus nidos
y vuelan en los
vagones trasnochados,
y los durmientes son
el puente entre la niebla y
el salón de espera en
la estación.
Iré al encuentro del
tren de doce y treinta,
la iluminada imagen de
sus carros,
en los techos marinos
del pueblo,
despertará el silencio
íntimo de sus sueños.
Con un girasol azul
sobre mi rostro,
desembocará la cálida
mañana y
desde los cabellos del
verano que no desaparece,
haré un viaje con sus
ventanillas rotas
y atraparé al sol que
se hunde en el mar.
Iré en busca del
secreto bajo
los rieles oxidados,
reviviré:
las maletas colmadas
de atardeceres,
el clandestino roce de los amantes,
los interminables
pasos del vagabundo,
y en lo profundo, la
mirada fugaz de la eternidad,
semejante a la
repentina llovizna de otoño, en el andén.
Así será el retorno,
en un día en que el reloj
de guijarros de carbón
se detenga,
y el boleto perdido se
encuentre, como
el abrazo del padre,
en la estación del tiempo,
que retorna a casa.
Autor: Ezra
Cziczini-Rákóczi Muñoz.
Santiago, Región Metropolitana, Chile.
Estudiante de Derecho, artesano de oficio y Poeta de
nacimiento. Declamo por algunos bares de mi ciudad, entre la noche y las
miradas cómplices de los que sienten la palabra, como un aliento para soñar
junto a sus copas. Participo en el Legendario
“ Talleres Andamio “, que tiene su sede en la SECH-Sociedad de
Escritores de Chile- junto a algunos de sus fundadores y destacadísimos
Escritores y poetas Patricia Téllez y Manuel Paredes.
Vivo con mi hermano y mi gata Amapola, ella en su
jardín ahora que es primavera, y yo en mi habitación escribiendo poemas.
CUARTO PREMIO CERTAMEN DE POESIAS VIAJEROS AL TREN
HISTORIAS DE ANDENES
VACÍOS
Puedo contar un tiempo
de historias y desamparos
de andenes vacíos de
voces
igual que cerraduras
que han perdido su llave.
Silencio
en tiempos de nadie
que atropellan
memorias.
Silencio
en la vieja estación
con cicatrices de
resoplidos y campanas.
Silencio
de relojes detenidos
en la hora precisa de
un pacto
y ahora solo el
recuerdo y su luz
en el final del viaje.
Silencio
de estatuas de acero
que reflejaban la
luna.
Ausencias
del viejo sentado en
el banco
del muchacho que
arrastraba la valija
de polleras cortonas y
escotes increíbles
en su trajinar de
citas.
Dicen
que vuelven las
carcajadas a cielo abierto
y el estruendo del
vagón partiendo
y el paisaje prendido
al ritmo de la locomotora
y las presencias en
las noches y madrugadas
y el tren surcando los
campos
en su eco repetido.
AUTORA: ESTER VIDA
BIOGRAFIA
Nacida
en Luján de Cuyo, la ciudad de viñedos y vino Malbec, Mendoza, el 2 de octubre.
Psicóloga
y docente de enseñanza media jubilada.
En el cargo de Subsecretaria de Cultura y Educación,
de la Municipalidad de Luján de Cuyo (diciembre de 1987 a diciembre de
1999) creó y organizó doce “Encuentros
Nacional de Escritores”. Jurado de certamen literario de Luján y del concurso
de vendimia de la Provincia.
En 1998 asistió a un Simposio de Literatura
Latinoamericana, en la ciudad de Madrid, España, para difundir el movimiento
literario en Luján.
En el año 2014 ha
integrado antologías nacionales e internacionales como “Homenaje a Antonio Machado” (España),
también “Grito de mujer” (Rca. Dominicana), ha sido finalista y premiada en
diferentes concursos literarios.
TERCER PREMIO I CERTAMEN DE POESIA "VIAJEROS AL TREN"
ESTACIÓN DE MI PUEBLO
Almanaques que tejen sus memorias
en urdimbres y tramas del pasado.
Estación ferroviaria de mi pueblo,
en recuerdos arrima tiempos gratos.
Edificio de inglesa
arquitectura
con el ocre tendido en el tejado,
de ferrosos sostenes en su alero
y perenne perfume de amarantos.
Un inmenso galpón descolorido
por el paso inclemente de los años,
con olor a cereales, lana, cueros,
justo premio al esfuerzo del trabajo.
Una ronda cercana de mugidos
que señala el lugar de los embarcos,
y en espera auroral, tarros lecheros,
con el lácteo producto que da el tambo.
Un bufido en metal,
locomotora,
con pitadas que expanden humo blanco,
por camino de rieles se desliza
sobre rudos durmientes de lapacho.
Los andenes, espacios para
encuentros
y cosechas de amigos entre extraños.
Hay pañuelos de tristes despedidas
y alegrías de vuelta en un abrazo.
En su entorno se alzaron
caseríos
que le dieron presencia de poblado.
almacén, herrería, bar, capilla,
un acervo que encierra climas calmos.
Por desidia quizás, hoy es
silencio.
estación que amodorra su letargo;
ilusiones perdidas entre rieles
y la angustia impotente del fracaso.
JUAN CARLOS PIRALI
DOLORES - Pcia BUENOS AIRES
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