CENTRO CULTURAL KEMKEM
1° PREMIO
CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESIA EN HONOR AL VINO
Ganador: LORENZO
JOSÉ LUENGO, Villa Gonnet, Pcia Bs As
El
jurado Internacional del primer Certamen de poesía en Honor al Vino, falló,
declarando ganador al poeta argentino Lorenzo José Luengo con la poesía “Poema
y silencio”
Luengo
nació el 21 de febrero de 1954 en Dolores Pcia. de Buenos Aires. Casado - Un
Hijo. - Profesión: Abogado. – "Veterano de Guerra de Malvinas".
En
1982 se trasladó a nuestras Islas Malvinas para la participación como soldado
conscripto en la Guerra de Malvinas con el Regimiento de Infantería Mecanizada
7º de La Plata.
Recibido
de Procurador, Abogado y Escribano en la UNLP
actualmente se desempeña en la profesión de abogado.
En lo literario:Escribe cuentos, poemas, relatos algunas novelas desde muy joven, pero nunca ha publicado comercialmente sus obras.
Sus poemas,
muchos hechos canciones folclóricas, por cantores populares amigos y algunos
cuentos, se conocen en la zona de Ajó y el Tuyu donde vivió muchos años.
POEMA Y SILENCIO.
Este vino
moreno
que hoy cae en
mi copa.
Capital, que
ahora tengo.
Los amigos, la
copla.
Aquella que me
quiso
y la llevó el
destino.
Aquella que me
quiere
y se embriaga
conmigo,
mirando cómo
crecen
y vuelan
nuestros hijos.
Pero que cosas
tiene,
este vino
moreno.
Que empaña la
vista,
aclarándome el
recuerdo.
Desde allí,
agradezco,
amigo, tu silencio.
De escuchar la
palabra,
necesaria del
verso.
Que ha de ser
lo mejor,
de lo poco que
tengo.
Mar, arena,
Tuyú.
Una pampa, ese
cielo.
Un lugar en el
sur.
Dicen de donde
vengo.
Yo en aquella
guitarra
suelo hablarles
de eso.
Si no hay nada
mejor
que contar a mi
pueblo.
Con voces que
traigo,
arriando desde
lejos.
Parece una
mentira,
acaso sea
cuento.
Transita la
alegría
caminos tan
diversos,
que en el vaso
de vino
ocasiones
encuentro,
Señales con el
nombre
de los que
tanto quiero.
Y aquellas
miradas,
esenciales, de
Ellos.
Si hay paisajes
del alma.
Si el Dios,
fuera cierto.
Yo que abrí las
ventanas
y he saltado
algún cerco.
Puedo hoy
confesar
que al cielo me
llevo.
El brindis de
unos ojos.
Pasión del amor
nuevo.
Y en la parras
maduras,
el adiós, con
un beso.
Al final del
camino
seguro
hallaremos,
la mesa y el
mantel.
Al calor de un
alero.
Para poder
beber,
en rescoldo,
los sueños.
Con la copa de
un vino
tan intacto y
moreno,
que nos supo
esperar
en poema y
silencio.
Hermosas décimas!!!!
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