El arte poético es la búsqueda de la belleza o el
oficio de lo bello en un mundo extraño y hostil.
Podría relatarnos un poco de su autobiografía literaria y qué lo
atrajo del mundo de las letras?
Fin del año 1988, disgustado con el mundo en que vivía,
y habiendo leído casi toda la obra de Ernesto Sábato, fui a buscarlo, cual
sediento que vislumbra un oasis en el desierto. Le dije, textual, Don Ernesto,
este mundo es una mierda, quiero ser escritor.
Don Ernesto sonrió, me abrazó, y me hizo pasar a
su casa de Langeri 3135 de Santos Lugares. Me preguntó qué libros había leído.
Le dije de varios, entre ellos Cien años de soledad, Rayuela, etc, etc, y le
dije los de su autoría, y que me faltaba Abbadón el Exterminador, y me
contestó: "No, los mío no, que no sirven para nada".
Lo he tratado mucho, no creo que exista en el
mundo un hombre más humilde que Ernesto Sábato. Después te cuento otra
anécdota. Me dijo "bueno, vos querés ser escritor, yo te voy a comenzar a
dar obras que tenés que leer sí o sí disciplinadamente. Ahora verás que era una
disciplina caótica. Me dio: Los Diálogos de Platón, pero completos, me
advirtió; no De la República nada más, como hacen la mayoría que leen a Platón,
que es el de menos valor. Y esa primera vez me dio tres libros más, entre ellos
El Trueno entre las hojas, de Roa Bastos. Me dijo "los libros tenés que
comprarlos, sí o sí, y guárdalos para toda la vida. Me señaló
"acostúmbrate en las primeras dos o tres hojas en blanco del libro a
hacerte tu propio índica. Por ejemplo pon página 11 Platón dice de la virtud
tal cosa, así dentro de unos años no tienes que leerte todo el libro para
encontrar una frase que te anda rondando en la cabeza que sabes está en ese
libro u obra". Eran 4 o 5 obras por ves que me daba. Siempre pasaban 45 o
60 días hasta que podía volver a llamarlo para ir a verlo y me siga dando
libros para leer. Sábato apuntaba a los clásicos. Varias veces me dijo
"para instruirse hay que ir a los clásicos, porque clásico es ser aprobado
por varias generaciones" Me formó de modo ecléctico. Y de los cuatro o
cinco libros que por vez me daba, te saltaba de Suetonio a Camus, de
Aristófanes a Sarte, de San Agustín a Gide o el Dante. Te saltaba del siglo V
antes de Cristo a Galeano.
Así 21 años hasta su muerte, y nunca me dijo
"a ver, tomá un papel y escribí algo que quiero ver cómo escribís".
Era un convencido que para escribir algo bueno tenías que tener un buen bagaje
cultural. La primera novela de él (La fuente muda) la quemó. Y él sabía que Borges
se horrorizaba cuando le decían que habían leído los dos primeros libros que
publicó. Sábato vivía a una cuadra y media de la estación de trenes de Santos
Lugares. Tres veces me acompañó caminando hasta la estación. Una vez lo conoció
una mujer, que lo abrazó y lo besó, y le dijo "grande maestro",
bueno, bueno, dijo él. Y cuando nos alejamos caminando me dijo ¿maestro en qué?
Un fenómeno increíble Don Ernesto. La esposa, Matilde, era buenísima y escribía
poemas. Ernesto Sábato me hizo leer todo Cicerón, que comenzó a escribir filosofía al morirsele una hija en el parto. Cicerón dice, entre otra de las tantas verdades "es deber de todo hombre saber de historia". Leer Rousseau, su Contrato Social, el uno para todos y todos para uno, tan olvidado en estos tiempos. Leer su Emilio o la educación, extraordinaria obra. Y leer El Diccionario Filosófico de Voltaire.
Respecto de mi estilo, me defino como el poeta de
la utopía. No tengo problema con los géneros. Sábato me dijo una vez "es
bueno para el escritor no tener problema con los géneros". Influyeron en
mí los clásicos de todos los tiempos. El Averno del Dante es fascinante. Virgilio
es extraordinario. Cervantes... fue el mejor humorista de la humanidad.
El poema que más me gusta es Timón de Atenas, de Shakespeare.
Creo que mi obra mejora a través del tiempo. Y
uno no tiene que estar conforme nunca con su obra, tal como Virgilio. Para mí
poeta se nace y se hace. Yo daría como concejo leer 20 o 30 años antes de
escribir. Si no se lee cinco o seis horas por día, el escritor o la persona no
tiene prosa, menos poesía.
Editar es muy difícil, porque Argentina es un
país que desdeña la cultura. Con dejar dos o tres obras que perduren en el
tiempo me conformo. Sábato me dijo "lo más difícil es perdurar en el
tiempo, de allí ir a los clásico, lo seguro. Recomendaría leer Los Diálogos de
Platón, completos, La Odisea, La Ilíada, Los Nueve Libros de la Historia de
Heródoto, La Eneida, El Demonio de Sócrates de Apuleyo, La Ciudad de Dios de
San Agustín, el hombre más culto del mundo, sin duda, La Divina Comedia, leer
todo Shakespeare, leer el Quijote, que era el primer libro que censuraban los dictadores,
leer Las Venas Abiertas de Galeano y leer Los Profetas del Odio de Jauretche. Y
después suicidarse.
No utilizo los nuevos canales de comunicación
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