Declarado de Interes Público por la Municipalidad de Necochea en marzo de 2021
a la poesía:COPLAS PARA MI NIÑO
Estrellita del cielo
prestame tu alma
que mi niño se ha muerto
esta mañana.
Su padre cavó el pozo
yo puse el alma
en el hueco arenoso
de tus entrañas.
Un yaraví solloza
se lleva mi alma
con el viento que sopla
por las montañas.
Mis manos hechas cuenco
te ofrecen mi alma
y se vuelve mi aliento
dolor que canta.
Pachamama, kusilla,
consuela mi alma.
En el vientre de arcilla
mi niño calla.
GLADIS GRACIELA NARANJO
CLAROMECÓ
(Bs.As.)
Nací en Zapala, provincia del
Neuquén, cuando Zapala aún no tenía fecha de fundación y mi provincia aún no
era provincia. Para mi 5to cumpleaños, en 1955, se decidió (cosas de la
lentitud administrativa) la fecha de la fundación de Zapala: 1913. Y ese mismo
año, el que era Territorio Nacional del Neuquén, pasó a ser provincia. Así de
antigua soy.
Hoy, ya retirada de mi profesión de médica, he encontrado tiempo
para recorrer mi país de sur a norte todo lo que he podido. Vivo en una pequeña
villa balnearia sobre el Atlántico, desde donde recuerdo, atesoro y describo
todo eso que vi y viví en mis viajes, en mi vida y en mi trabajo, que está
resumido en dos libros (Los Naranjos y Horizonte al sur) y cuentos, relatos y
poemas sueltos publicados en diversos medios. Algunos de ellos han encontrado
jurados más que generosos y han recibido premios. Otros, los guardo sólo para
mí, o los comparto, como en este caso, recordando las conmovedoras enseñanzas
del curador del Museo Regional de Santa María (Catamarca), describiendo los
tradicionales enterratorios de sus remotos antepasados
Trato de participar en certámenes literarios porque puedo exponer mi trabajo a jurados desconocidos, sin lazos afectivos, que no conocen nada de mi vida y pueden darme una respuesta tan necesaria como imparcial.
La página literaria LITERASUR, dedicada a autores patagónicos, ha tenido la deferencia de publicar muchos de mis trabajos individuales, e incluso una crítica (demasiado generosa) de “Los Naranjos”.
En el caso de “Coplas…” recurrí a esa forma de poema, porque representa la forma más popular, simple y sencilla, que se usa en el Noroeste argentino para transmitir vivencias y sentires. Quién no ha escuchado esas coplas bellísimas cuando como turistas recorremos esa zona tan hermosa de nuestro país, en la voz de los niños que las cambian por nuestra atención en las estaciones o sobre el tren, en algún viaje. Y, como ya les anticipé, traté de traté de repetir la emoción y el profundo respeto que me fue transmitido por el curador del Museo de Santa María. En palabras de este Sr., era costumbre, ante la muerte de un niño pequeño, que el padre debía cavar con sus manos el pozo para depositar la urna con el cuerpo, tarea reservada a la madre. Ese relato, tan conmovedor es el que intenté transmitir.
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