jueves, 15 de agosto de 2024

FRONTERAS Y PUERTOS COLADORES ARGENTINOS Y LATINOAMERICANOS


 

INFORME ULTRA SECRETO DE COMERCIO EXTERIOR

 

Hola queridos y fieles seguidores de secretos de Necochea, hoy vamos a hablar de los”Misteriosos Secretos de los Puertos y Aduanas Argentinas”

Un tema esquivado por muchos, pero debería llamar la atención sobre todo para Latinoamérica, donde realmente hay una gran deficiencia en los controles, dejando de lado intereses importantes de nuestros países donde está el portal de egresos de la riqueza.

En Puertos de rio y de mar, Aduanas, Aeropuertos y pasos fronterizos. Hay verdaderas mafias nacionales e internacionales operando a plenitud.

Estos lugares mueven millones de dólares, tienen la libertad de embarcar y recibir cualquier mercadería de contrabando. Todo el mundo cierra los ojos, seguramente no es gratis los funcionarios encargados de controlar no lo hacen por amor al arte, más en Latinoamérica donde las leyes son tan endebles y rige la impunidad. Por ello hoy hablaré de este tema.

Pretender ingresar en ese submundo, que es un colador, algo que está plagado de cosas misteriosos, no es que se quedan con minucias.

Hay horarios de embarques y desembarcos nocturnos que representan en un operativo, 20 millones de dólares, pues se arreglan los nacionales con los internacionales para no declarar. Por supuesto que esos mismos operan legalmente pues están establecidos en casi todos los puertos. El estado las controla por declaraciones juradas, como creer a un exportado, a un agente de aduana o a una corporación que tiene operadores en el lugar de compra y operadores de recibo en el lugar de destino. Como controlar la hidrobia si la mayoría de los puertos son privados, quien va a ir a preguntar y si alguno entra es porque está adornado. Es el gran agujero negro que tenemos en los cereales, fertilizantes, y si vamos por la minería es un pozo ciego, si un pozo ciego en todo el continente. Hay concesiones otorgadas de oro, plata, cobre, litio, y minas de tierra raras que son grandes monumento a la riqueza: cargan, sacan, revientan las montañas, grandes camiones llevan hasta las líneas de ferrocarril y de ahí a Chile para irse a los países asiáticos industriales, quien sabe lo que se carga. Magoya. En Centroamérica el café, el cacao mágicamente la riqueza desaparece. Y la pesca es algo en lo que dejamos de controlar. Ciudades enteras iluminadas en el mar surgen por las noches. Y difícil controlarlas porque aparecen como grandes instituciones con una fachada totalmente legal, sacan un 60% por ciento legal y el resto entre gallos y media noche. Otro método que utilizan es la triangulación, que es un triangulo donde hay tres vértices para que lo entiendan. En uno está el vendedor y el producto, en otro el comprador y la necesidad de consumirlo y en el tercero las corporaciones, que tienen mandatos y poderes de los otros dos y que manejan todo desde las bolsas de Hong Kong, Londres, Walt Street y Chicago, el centro económico del planeta que ponen precio a los comodities haciendo pingues ganancias.

   Quienes son estos, son aquellos que atacan a todos los gobiernos, enturbiándole el normal desarrollo de los mismos, utilizan medios de comunicación, rumores, economistas y políticos que forman parte de esa gran mafia, que es un estado dentro de todos los estados, creando las condiciones para la evasión permanente.

Al desordenarse tanto los gobiernos, no hay presidente con tanto poder que pueda controlar semejante evasión que realmente es responsable de la pobreza imperante en nuestros países.

Con esos dineros se podrían realizar grandes obras de infraestructura que reduciría la pobreza a límites increíbles. Igualmente uno no puede ahondar, porque no puede llegar al fondo de la cuestión, al no tener acceso a los datos y los que nos escuchan ni mueven el amperímetro social, pues los que nos ven están ocupados en emergencias mucho mas importantes, como conseguir el sustento para vivir diariamente que en ocuparse en los puertos o en el despilfarro de las grandes corporaciones. Sé que no voy a tener gran repercusión, pero uno debe golpear una sola vez y duro, pero con esto es difícil que aparezca el dueño del chancho, pues están tan, tan, como se dice cubiertos, ah no, blindados que ni les hace mella.

Finalmente uno termina siendo un merodeador de la verdad. A veces la gente interpreta mal y descalifica al mensajero, en lugar de escuchar y plegarse a la denuncia.

A veces cuando voy al lago de los cisnes, los gansos y los patos me preguntan qué sucede, porque tanta mediocridad y no tengo respuestas y pongo la moto en marcha y escapo ante tantos graznidos que suben de tono hasta la desesperación.

Muchos de ustedes se preguntaran de cuál es mi sospecha de quiénes son esos personajes asociados a las mafias. Es un conjunto variopinto, no interviene un solo sector. Primero la fuerza de control, al que le baja la orden un determinado ministerio, los funcionarios de aduana, los sindicalistas que también deben tener sindicato que los comanda y por supuesto el poder corporativo. Todo esto aceitado desde las oficinas que manejan todo esto a nivel mundial, porque no solamente ocurre en los pasos fronterizos ocurre en todos los puertos y aeropuertos, ellos tienen todo el control de todo lo que se mueve y si les molesta algún funcionario le crean algún hecho confuso y la prensa se encargará de limarlo bien hasta que renuncie o vaya preso.

En cuanto a la parte de la ruta del dinero estos grupos están asociados a Bancos, fondos de inversión y tratar de investigar eso, es meterse dentro de un laberinto sin salida.

   Aquellos que ocupan ciertos puestos con un salario de 2.000 dólares mensuales legalmente, saben que hay corrupción y que por allí pasan millones de dólares, entonces los prejuicios se van a la mierda. Esto dice que cuando terminan su función son multimillonarios, pues forma parte de la corrupción, de las campañas políticas que compra al periodista que se le pone adelante, pues de no aceptar es fácil que lo retiren de escena. También los cambian de puesto a aquellos funcionarios que tratan de resistirse, con métodos triviales, te conviene es un ascenso, estas cerca de tu domicilio, podes trabajar a distancia, etc.

   Cuando abrís la caja de pandora, te encontrás con un nido de serpientes, uno como conoce el paño se pregunta: habrá  en algún momento alguien que pueda controlar, seguro que si pero hay que hacer una embestida a fondo y hay que tener mucho poder político y la gente debe esta concientizada pues se habla de una corrupción a alta escala.

Pues uno no sabe quiénes son los que cargan toneladas de oro, cobre, plata y ahora litio. Es difícil por todos estos gobiernos son temporales y los poderes corporativos sindicatos y empresarios son permanentes. Y ellos saben bien que por más medidas que tomen, a los 4 años cambia todo.

Los que están arriba saben todo esto y dirigen los títeres, juegan, ponen la música, la bajan la suben.

Uno piensa hasta que punto pueden resistir aquellos que toman un gobierno las tentaciones del poder. Decía Napoleón cuanto es el precio corruptible y hay muchos que ceden, pero a veces te encontrás con una Rusia que no pudo dominar.

Aquí estamos demostrando cuales son los enemigos de la pobreza, de la miseria, de la marginación social, porque esa es la causal que produce la corrupción.

Hemos visto tanto la exportación como la importación son agujeros negros, y es la llave para tener una economía sana.

Estamos en una ciudad que tiene puerto, el que mueve mucho dinero, pero no hay derrame, jamás hubo derrame salvo cuando comienzan las grandes protestas por la contaminación ambiental y se asustan. Entonces pavimentan 3 cuadras  o arreglan una plaza. Nuestros sueños de un lugar mejor para vivir se esfumaron y eso que llegan en barcos de fertilizantes y se van en barcos cerealeros y aceiteros.

Hace unos días me fui a caminar por la solitaria escollera sur que protege el canal de entrada al puerto y me detuve en la punta, sentándome a meditar en una de la rocas, con una suave brisa que me pegaba en la cara mirando el azulado horizonte marino, por eso hoy quería dejar algo testimonial, de cómo un país rico de materia prima tiene una gran cantidad de pobres, a los que debemos asistir con comida. En este caso solo soy el mensajero de una situación que impera en América Latina, en Argentina y en Necochea y Quequén.

 

 

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Mario Marcelo, una historia Argentina, futura miniserie


 

   Mario Marcelo, el día que llegó a cumplir los treinta y cinco años decidió ejercer un importante cambio en su vida. Suprimir el vicio del juego luego de haber concurrido diariamente a la sala lúdica durante cinco años, por fin recobró su ansiada libertad. Hoy en día podía entrar y salir del negocio que le dejó su padre, a su antojo sin que los empleados guiñándole un ojo le dijeran:

- Cualquier problema, lo buscamos en la sala de Bingo, "jefe".

    El médico clínico naturista quien le compraba discos compactos de música clásica le dijo que estaba totalmente recuperado y la psiquiatra que también le compraba películas aducía que nunca estuvo enfermo (mentalmente). Eso si, como entre sus otros pequeños libertinajes, estaba el de ingerir vino tinto en excesiva cantidad, le aconsejó que deje el vino en forma gradual, hasta llegar a una cantidad aceptable para que su organismo no se intoxique. Pero él, ha sido más radical aún: no beberá ni una sola gota de ese oscuro y perverso brebaje, y según había propagado a los cuatro vientos no lo hará nunca más. Será un completo abstemio. Se lo prometió a su primo Eduardo con la condición de que le sacara de encima a Luisito y a Santiago, (jugadores compulsos que venían todos los días a la hora de cierre y a veces no se sabía cuál era cual) y que no se publicará nada referente a su vida de jugador en la revista Sudestor.


  A propósito, la revista literaria Sudestor del mes de noviembre estaba al salir y le alcanzó a Paco varios cuentos que bajó del blogs poética.com.ar Sabía que no estaba bien lo que hizo, porque no se debe publicar algo sin la aprobación de su autor, pero no sabía cómo, ni tenía tiempo para ubicarlos y eran de lo mejor que había en la red. En la sección biografías, pocos eran los que ponían su nombre y apellido real. No sería un plagio, pero sería conveniente en una revista colocar el nombre verdadero que un simple seudónimo. De cualquier manera era una revista intelectual de tendencia anarquista y alcance nacional distribuida solamente en todos los kioscos de diarios de Argentina aunque podían participar autores de todo el mundo. Parece que estaba en período de impresión. No preguntaba mucho, porque le decían que no tenía derecho a hacerlo al no figurar en el staff de colaboradores.

    Igualmente Paco, que es inferior a él, cuidaba que no se enterara de nada y Jorge después que le hizo la corrección de estilo de su novela lo miraba de costado y teniendo una visión egoísta no le perdonaba el haber publicitado en el diario Clarín, y no haber cooperado con ellos, comprando un gran espacio de publicidad en la revista para publicitar la novela “El día amaneció gris”.

    Su primo, a pesar de todo, lo apreciaba, aunque él a veces pensaba que era por la promesa que le hizo a su madre, antes de morir y además se daba cuenta que estaba muy solo y trataba de acercarlo al grupo de la revista pero Mario Marcelo por todo lo que le ocultaba Paco se negaba a hacerlo.

    Realmente librado ahora de esas adicciones le sobraba bastante tiempo, todos los días se iba a caminar y hacer gimnasia al parque de Lomas de Zamora, con la ilusión de mejorar su estado físico, deteriorado en estos últimos cinco años de vida sedentaria. Una mañana antes de cruzar el puente del Arroyo del Rey camino que conducía a la pista de ciclismo reconoció a Pedro el profesor de gimnasia, quien no pudo disimular una amplia sonrisa cuando lo vio y lo saludó acercándose rápido, diciendo:
--UD. tiene un cuerpo especial para el trabajo físico—y agregó,--pero antes debería que hacerse un pequeño chequeo médico y así sabrá a que atenerse.
Le recomendó la clínica "Cureta" propiedad de un amigo, en dos mañanas que debió concurrir en ayunas le hicieron todo tipo de análisis, radiografías, tomografías, resonancias magnéticas y otros estudios. La tercera mañana le dieron el resultado y según los expertos parecía no ser muy satisfactorio:
Sistema Óseo: Osteoporosis artritis, artrosis.

Aparato respiratorio: Asma, tabaquismo crónico.

Aparato cardiovascular: Hipertensión, colesterol.

Sistema nervioso: Irracionalidad continua.

Aparato digestivo: acidez gástrica.



Lo raro es que él se sentía muy bien, continuaba caminando bastante tiempo en sus secciones de parque Lomas. Le parecía extraño todo eso, no es que desconfiara, pero esos dos estafadores le querían sacar dinero. Pues cuando recibió los resultados el profesor y el médico primero cuchichearon y luego poniendo cara adusta, dijeron que no se hacían responsables por su vida e insistieron en que se acomodara en una silla de ruedas y lo acompañaron a la salida.
Pensaba que con tanto chequeo físico el profesor de gimnasia no iba a conseguir muchos clientes.


Pasados unos quince días, esa mañana, cansado de la gente, con el rostro serio y la sangre alborotada, y una ansiedad brutal de hacer cosas. Lo mejor fue ir nuevamente al parque Lomas a caminar para relajarse y pensar, pues no podía ser cualquier cosa, tenía que ser algo trascendente, algo que dejara su marca, por los siglos de los siglos. A veces pensaba lo difícil moverse en este mundo y había nacido en el tiempo equivocado. Era un hombre de la Iglesia Apostólica Romana, vaticanista, diría más un hombre nacido en la época del Renacimiento.
Y ahora estaba aliviando su peso (había perdido un kilo novecientos gramos), a veces iba trotando y otras caminando, cruzó el puente del Arroyo de Rey y entró a la pista de ciclismo, en el medio existían dos canchas de fútbol grandes. Se detuvo un rato a mirar un partido. Eran unos muchachones de unos diecisiete años, el equipo de la derecha tenía una camiseta naranja con una v azulada en su frente, el de la izquierda una completamente roja. Los muchachos estaban entusiasmados jugando y en el fragor del juego se produjo una discusión si había falta desleal a un jugador. Buscaron una persona neutral, miraron para todos lados y lo encontraron. Sí era el único espectador.


- Maestro ¿fue falta? -le preguntaron varios de ellos
Lavándose las manos como Poncio Pilatos, respondió:


- Estaba muy lejos y no pude ver bien, mejor den un pique y listo - (fallo salomónico, indispensable para ser un buen arbitro). Raro, se pusieron de acuerdo y le hicieron caso, ahí fue cuando lo invitaron:


- ¿No quiere arbitrar? –Inspiraban confianza, así que no pudo negarse.-

-. Es que sólo soy un simple aficionado.

- Será fácil, ni protestaremos, es para ordenarnos.

- Bueno, pero con una condición dirigiré si hay un silbato, no me voy a desgañitar gritando.
Le consiguieron el silbato. Todo iba perfecto, nadie protestaba por sus fallos y tampoco había demasiado roce, cuando alguno caía, otro del equipo contrario extendía su mano para levantarlo, no había mala intención. Su siga, siga…era algo normal, no dándole trascendencia a los pequeños toques o empujones.

De pronto el arquero del equipo rojo dice:

- Miren llegó Yanina y sus cuatro amigas.

   Yanina era una joven bastante prometedora y sus amigas tendrían la misma edad de los muchachos, parecían sus compañeras de división en la escuela. Se pararon el lugar exacto para ser vistas de todos lados, la mitad del campo de juego, cerca de la línea de cal, y empezaron a bailar y a alentar tal cual las porristas, la seducción era mostrar las piernas y alentarlos con un canto:

“Dale ro…dale ro…dale…ro,

te vinimos a ver otra vez,

te alentamos con el corazón,

te queremos ver campeón…”



    Los del rojo al ver a Yanina y sus amigas mover acompasadamente sus piernas pusieron un entusiasmo increíble. En el partido hasta ese momento había observado que los naranjas estaban mejor dotados técnica y físicamente, y no habían abierto el marcador de casualidad, tres pelotas que rebotaron en los palos decían que les faltaba un poquito de suerte para llegar al gol.
Pero los rojos incentivados, sacaron fuerzas de todos lados y los desbordaron y en una jugada de peligro un larguirucho defensor naranja como último recurso cometió penal, no tuvo dudas y cual un experto y enérgico referee señaló el punto del tiro penal. Había que inspirar respeto, no podía dirigir si afloraba un solo sentimiento de lástima o misericordia. Dejando de lado todo eso de los escrúpulos, no existía razón para perdonar ese penal. También pensó que para demostrar su amplio conocimiento del reglamento debería expulsar a ese joven aplicando la ley del último recurso. Pero los hechos se sucedieron sorpresivamente. Un tumulto de gente lo rodeo, demasiada tensión acumulada en tan poco tiempo. Entonces sintió decir:
-¿Qué cobras hijo de p…?

-Penal y no me insulten, sino saco la tarjeta roja y hago estragos, los expulso a todos – respondió levantando la voz envalentonado. De ahí en adelante no vio nada más, empujones, escupitajos, patadas en los tobillos, tiradas de pelo, una revolcada por el piso y asustado en cuanto se levantó de esa incomoda polvareda de tierra, tiró el silbato y salió corriendo.

Algunos amagaron perseguirlo, pero a los veinte metros luego de tirarle algunas patadas voladoras se quedaron estáticos y riendo. Mientras huía giraba su cabeza y a rabo de ojo observó a los jugadores del equipo rojo quienes en lugar de defenderlo o por lo menos separar para que no lo agredieran estaban de amable tertulia con Yanina y sus amigas.


Cruzó el Arroyo del Rey, con sus piernas casi flaqueándole, y los ojos sobresaltados. Con su mano derecha se persignó trazando rápidos cruces en el aire. En su andar vulgar y anodino desempolvó su ropa y murmurando entre dientes moviendo la cabeza se recriminó quien lo mandó a dirigir un partido de fútbol. Nunca falta un imbécil que pasa de frente y pregunta:

- ¿Qué le pasó maestro?.

- Nada, gracias, solo me caí en la tierra, ya estoy bien…- respondió y siguió su camino.
Seguía pensando que nació en la época equivocada. Era importante que algún día esos jovencitos vehementes que no tenían el mínimo respecto por la experiencia sintieran el peso del poder y una mano fuerte.

El natural camino estaba cubierto de una arboleda que dentro del parque generaba especialmente vida, no sólo de aves con su hábitat en las ramas, si no de los humanos que absorbían al pasar por allí oxigeno puro y el aroma de los inquietos pinos, alerces, castaños, abedules, y robles en su lento o raudo andar.

Arribó a la pista de atletismo que circundaba una cancha de fútbol en su parte central. Había un match de fútbol femenino, muchachas de unos dieciséis años corrían detrás de una pelota de cuero. Imagino sería un campeonato colegial, pues lucían camisetas de distintos colores. Hizo un respiro y se sentó en el más alto de los cinco escalones que tenían unas gradas de adoquines y comenzó a mirar como corrían las chicas. Dirigidos por un árbitro “profesional” vestido de impecable uniforme negro. Trataba de conservar su buen humor a pesar de la imbecilidad reinante. No era fácil requería mucho autocontrol aunque era interesante ver a las niñas pegarle fuerte la pelota, eludir rivales con simples amagues y por supuesto el desaire de los yerros de algunas. Nunca había visto tantos jugadores tan distintos en juego, en fin nunca había visto tantas mujeres jugar al fútbol. Por otro lado se notaba el amateurismo que predominaba pues los estados físicos de algunas eran realmente deplorables: había gorditas, flacas altas medias escuálidas, otras retaconas de piernas musculosas y tres o cuatro solo cumplían con los requisitos de haber trabajado sus cuerpos con ejercicios físicos desde pequeñas.


Ante semejante entusiasmo más de alguna jugada de gol llegó a suceder, pero las chicas al ser tan toscas lo único que lograron en un momento fue lesionar al referee. Sucedió en un encontronazo en el área aunque gran parte de la culpa era de él, al no prever la impericia de las mismas. Quedó tendido en el piso al chocar con la defensora más robusta, calculaba que ella pesaría unos cien kilos y no tenía buena referencia de las distancias. El pobre árbitro estaba tan pero tan dolorido que lo debieron llevar a la enfermería. Trataron de jugar sin arbitraje pero les resultaba inútil, siempre había una disputa. Hasta que alguien dijo pidámosle al señor que está sentado en la tribuna que colaboré. Si, dijo cínicamente uno de los jugadores que lo agredieron del otro partido, ese señor lo vi dirigir muy bien. Afirmando. Yo lo vi muchas veces. Ante tamaños elogios destacando sus virtudes deportivos no pudo negarse. Y ahí estaba, como un pavo real olvidándose el incidente anterior y corriendo como un gamo marcando infracciones a troce y moche.

Realmente se había recibido aunque más no sea de árbitro de fútbol femenino. Y bueno se decía para adentro el que sabe, sabe y el que no es político. Iban dos a dos y faltaban cinco minutos. Se produjo un córner, era una situación de peligro, el equipo atacante envió a todas sus chicas a cabecear el centro que supuestamente la pelota caería llovida en el área chica, por supuesto las defensoras trataban de bloquearlas y en ese amontonamiento se puso a separar para no producir roces. Como la robusta defensora chocaba con sus rivales no tuvo mejor idea que decirle algo que le salió sin querer toda una frase discriminatoria: a ver si bajas un par de kilos gordita. Esto produjo la inmediata represalia de la misma que vengativamente gritó: me tocaste el culo degenerado de mierda. Yo, solo separé, se limitó a responder. Yo lo vi y fue con la palma de la mano abierta. Dijo otra compañera que escucho su frase. Quiso arreglarla y fue peor. Pero, si toque a alguien fue sin intención. A medida que retrocedía, le quitaron una zapatilla y rompieron su remera, ya no solo un equipo lo perseguía ahora eran los dos equipos con el agregado de las madres que habían concurrido de espectadoras. Corrió como si fuera la última vez, si lo agarraban estas lo arañarían todo cuando luego de estar a una prudencial distancia. Las niñas le mostraban su zapatilla a modo de trofeo. Lo único que se le ocurrió fue señalarles con el dedo medio hacia arriba un saludo que fue respondido con insultos de toda calaña recordando a su madre.

No había asomo alguno de coherencia en sus paraísos terrenales de angustia y desazón. Oscura suerte que lo conducía a un destino impenetrable. Cuando ponía el pie en el suelo un ligero cosquilleo lo hacía reír mientras se dirigía hacia su casa caminando lentamente pues rengueaba por la zapatilla que le faltaba. Se recriminó ya en voz alta quien lo había mandado a dirigir partidos de fútbol en esas condiciones, la próxima vez, si se decía retomar el referato lo haría con custodia policial como un profesional. Algunos miraban su pie y él les inquiría en tono desafiante. ¿Y vos qué mirás? Cruzando al avenida Frías sintió que lo llamaban desde un automóvil:

- Eh, Mario Marcelo, date vuelta ¿Para dónde vas? Era Luis, el fabricante de zapatillas. Al ver una persona conocida lo saludo efusivamente en busca de protección.
- Hola Luis- y rápido subió al vehículo.

- ¿Qué te ocurrió hombre? Has perdido una zapatilla.

- Eso me pasa por entrometido, a unos niños se le cayó la pelota en el arroyo Del Rey y no tuve mejor idea que ir a rescatarla, como había quedado trabada en una piedra en el medio del curso de agua, traté con una rama larga de atraerla y cuando me acerque a la orilla, trastabille, saliéndoseme la zapatilla y para mi mala suerte cayó al medio del arroyo que corría con una turbulencia tremenda, así que lo único que me quedó hacer fue levantar mi mano y despedirme de ella.
- No te hagas problemas, vamos a tomar unos mates a casa y te doy un par de las que fabrico.

Luis vivía solo, había nacido en Argentina pero siempre fue un buscavida, tenía un poco más de cincuenta años y en su haber tres matrimonios, seis hijos todos ellos en el exterior. Estaba probándose un par de zapatillas y en plena sesión de mates cuando sonó el timbre.

Debe de ser Laurita, una amiga, quedate con ella vuelvo en un rato - dijo Luis y no más era Laurita un pimpollo de 20 años exuberante. Mario Marcelo olvido todo lo ocurrido en el parque al ver semejante bombón.

Luis regresó a las 3 y media de la mañana y él volvió a su casa a las cuatro de la madrugada, está bien oscuro y por suerte podría acostarse antes de que aclarara, algo muy importante para sus hábitos de sueño y vigilia, si adivino el proyecto de amanecer estoy perdido, ya no podré mantener los ojos cerrados y el cansancio se me acumulará durante todo el sábado, voy a arrastrar mi cuerpo lastimoso hasta la noche y no podré disfrutar de mi tiempo libre, ya voy llegando, aprieto el paso y estoy por introducir la llave en la cerradura cuando llega a mis oídos, claramente, el primer canto de los pájaros.

lunes, 13 de marzo de 2023

HISTORIA INÉDITA "EL MUNDO DEL BACÁN DE QUEQUÉN" Carlos Bonserio

 


EL MUNDO DEL BACÁN DE QUEQUÉN

Enero de 1990, vacaciones, con gran esfuerzo había comprado una modesta casa en Quequén, a dos cuadras del mar. Tipo 9 de la mañana compré el diario, tomé una silla playera y me fui a la playa, nadie andaba. Mis pequeños hijos y mi esposa dormían.
Esa soledad marina matutina era ideal para descansar de estres del gremialismo.
Sentado a la orilla de la lengua del mar, sintiendo como rompían las olas y leer el diario en la playa era una excelente experiencia. De pronto se apareció de la nada y sentí una voz ronca que dijo: vos, si que la pasas bien, sos un bacán. Se paró frente a mi diciendo como se te nota que disfrutas del mar y la playa y te olvidas de todo. Lo miré, era el entrañable amigo Adriano Cellentano. Hablamos un rato recordando anécdotas y riendo con ganas y al final como llegó se fue, mientras se alejaba murmuraba: hoy sos un bacán.
Son hechos irrepetibles.
Uno no es el mismo, las playas se han vuelto populosa y el amigo no volvió más.



martes, 28 de febrero de 2023

TREN A QUEQUEN - AUSENCIA- CERTAMEN DE MICRORRELATOS AL TREN - OSCAR JOSÉ ROLLERI


 Ausencia


Caminando anchas llanuras, sierras y montañas
te has ido tren, con tus acompasados pasos
desde tiempos ya lejanos,
bajo cielos claros,
a dormir la siesta sobre los duros quebrachos.

Te acunan el soplo de los vientos de la pampa,
soles inclementes,
los fríos de la escarcha,
ásperos gritos de chajá
y silbos de perdiz, preludio de noches estrelladas.

Duermen contigo los largos y oxidados brazos
que enhebraron horizontes
tajeando los altos y pardos pastizales de la patria
y tus esfumados vapores, tren,
que niegan su vuelo hacia las nubes claras

Detrás de tus bielas veloces y raudas ruedas rojas,
de tus suspiros, tus leños y tus fuegos,
se fueron con vos las viejas estaciones,
la encomienda para el hijo y la esperada carta,
las cargas, los pitos, las campanas,
los ojos ansiosos, fijos donde la visión se agota
ávidos de la estela oscura que palpita tu llegada.

En desiertos andenes, entre la hojarasca
murmuran aún las voces agitadas de la espera,
anhelos e inquietudes de viajeros,
los abrazos, el llanto en la partida,
la alegría del regreso,
la mano del guarda que atusa su bigote
y el telegrafista en la ventana
bajo la mirada atenta del reloj, cercano al techo.

Con la brisa resuena quedo tu silbato en los cristales,
rayos y truenos albergan tus chispas y rugidos
y un yuyo mustio te ha guardado el humo
para que no lo robe la envidiosa nube de tormenta.

En un rojo atardecer que contrasta un monte
descansan tu cansancio de rodar,
las fatigas del vapor, tus aceros marrones
las miradas perdidas en sueños y grises lejanías
sudores de quebracho y de carbón,
la puntualidad que registra la libreta,
las bromas del peón y el guardavías,
la señal, el farol y la barrera.

Dónde estará la pluma que te condeno al letargo.
Donde, el hombre aquél que condenó al hombre
a la ausencia de trabajo.
En qué fosa, de cual abandonado galpón,
quedó guardado, decime tren, tu silbido del final,
anunciando tu partida hacía el ocaso.




Autor: OSCAR JOSÉ ROLLERI

viernes, 10 de febrero de 2023

ANGELA BEATRIZ ARTIGAS MENCION ESPECIAL MICRORRELATOS CERTAMEN CENTENARIO PUERTO QUEQUEN

 La otra

El Miura zarpó de Quequén, hizo dos bramidos como despedida, llovía

Un gris total me envolvía. Vos atravesabas la distancia en el navío.

Empecé a sentir el frío de la despedida; y recordé la noche en que nos conocimos: Fiesta de los Pescadores en la villa costera; y el destino, que jugaba con la sorpresa, nos llevó hasta donde nos vimos.

Al mirarnos sentimos el flechazo, me saludaste con tu acento español, ya no nos separamos, reímos, bailamos y bebimos demasiado…; después fuimos abrazados hasta mi puerta, subimos las escaleras, nos recibió mi cuarto, testigo del romance que nacía como una historia prohibida.

Fue un idilio sin promesas; a vos te esperaban en otras tierras, yo solo sabía que quería mi libertad

Al marcharte, un ancla en nuestros corazones no dejaba soltar amarras, quedamos encallados, tomados de las manos, soñando con un regreso. Después, fueron las llamadas de los sábados a la tarde, cuando estabas a solas y ella no te oía, o cualquier madrugada, cuando me avisabas que habías llegado a un puerto del Caribe, y yo te decía: --Acá hace frío y el viento arrecia, ya no me importaba ser la otra porque formaba parte de tu vida, aunque siempre me ocultarías.

Cuando volvías, cada incontables meses, la separación se hacía pedazos, en esos días tirábamos a la basura la distancia y olvidábamos en un cajón la lejanía.

Pero llegaba la partida, y con ella la añoranza y la melancolía.

El nuestro fue un amor sin ataduras, un tiempo corto, de pasión, y después la espera, y el correr a la ventana para ver en el mar, ese un punto en el horizonte que me anuncia que regresas.

Ahora quiero soñarte, quiero entender que soy la otra, la que en Quequén te espera.



Ángela Beatriz Artigas

  QUEQUEN  

Biografía: Docente jubilada, me desempeñé en la ciudad de Cinco Saltos, Río Negro, como maestra y Profesora de Lengua. En la actualidad vivo en Quequen,. Tengo dos libros publicados: SIMPLES PALABRAS – Y – COMO HOJAS AL VIENTO; ambos de poesías y cuentos cortos, realizados durante mi carrera docente, con material adecuado para el trabajo áulico

jueves, 8 de diciembre de 2022

LILIANA GARAFFFO MENCION ESPECIAL MICRORRELATO CERTAMEN CENTENARIO PUERTO QUEQUEN

 


Puerto

Ya se escucha el murmullo del Quequén Grande que desde lejos viene trayendo en su derrotero un susurro de celebración anticipando la llegada a su desembocadura; sus aguas dulces se agitan, se enredan y se harán una con las olas suaves del mar para festejar en una danza única e irrepetible, tu esencia centenaria.

Desde la distancia el faro, que sabe de honores, se yergue orgulloso uniéndose a tu celebración, custodiando y cumpliendo fielmente su propósito de guiar los barcos hasta tu garganta.

¡Hay algarabía en los corazones Quequenenses y Necochenses, pues cumples maravillosos 100 años, Puerto de Quequén!

Cien años de vida ininterrumpida, cien años de labor fecunda, abriendo de par en par tu alma al mundo.

En tu cuerpo de piedra laten ilusiones, sueños y esperanzas; las mismas que palpitaron aquellos hombres que te pensaron hace una centuria, que te soñaron desafiando la adversidad, los escollos del camino; y te pensaron fuerte, pujante, decidido, y capaz de alcanzar la prosperidad, dando a tu pueblo la posibilidad de perfeccionarse, crecer y desarrollarse cada día.

De ti parten al mundo como golondrinas, cosechas de granos de esta bendita tierra, variedades de peces que regala el mar sin retaceos, maderas de las inmensas plantaciones que recorren nuestro territorio fértil y bondadoso, y miles de sub productos que las manos de los hombres que habitan este suelo, producen y elaboran con ahínco para ofrecer a otros países manufacturas de calidad.

Puerto insigne, pionero de nuestra Patria, cobijado entre tus escolleras, acariciado por el mar y el viento, compañeros inseparables, hoy luces renovado, con un futuro venturoso y floreciente bajo el reconocimiento de toda nuestra Nación que se solaza en tu aniversario, deseando para ti y las personas que allí se desempeñan otros cien años de labor provechosa y sin límites.

 

LILIANA MARIA GARAFFO

 

Bell Ville, Pcia de Córdoba

Participo activamente de un grupo literario donde comparto el gusto y el amor por la lectura y la escritura.

He publicado obras en diversas Antologías y he tenido la dicha que algunos de mis trabajos hayan sido premiados como por ejemplo, m

RUBEN MARTIN DE ESPAÑA MENCION ESPECIAL MICRORRELATO CENTENARIO PUERTO QUEQUEN

 

VIEJAS LEYENDAS

Un bostoniano

Más de una tarde, los paseos de este anciano acaban en el filo del acantilado. De niño, madre me regañaba por frecuentarlo; pero no existía mejor otero para gozar el paso de los barcos que arribaban al puerto de Quequen o, rebosantes de cereal, partían de sus muelles.

La nostalgia me hizo reabrir el casón familiar, a poco menos de una milla del faro. Que a Turín no la bañe el mar también ayudó lo suyo a mi vuelta. Cada vez que le dedico una mirada a su blanquinegro porte, me ensueño perforando la red con los colores de la Vechia Signora. De una temporada gloriosa en San Lorenzo a la Juve y al estrellato mundial en los setenta…

Luego, antes de deshacer la andada y sentarme en la butaca a devorar cualquier libro pendiente, le agradezco que sus destellos no hubieran podido hacer mucho por el Monte Pasubio.

El vapor que enrolaba al abuelo encalló una noche de tormenta allá por el año 1924 y no todos los marineros que pisaron los arenales de Necochea regresaron a su bota patria. A Edmundo Mozzafiato lo encandiló una dicharachera muchacha… Era bello como la abuela Engracia. Juntaron las iníciales de sus nombres para siempre, y de un naufragio…

Padre fue hijo único. De él aprendí a desmarcarme y ese toque con endiablado efecto que aportó tantos goles para el recuerdo de una miscelánea de hinchadas… Jugué en tres grandes equipos, cierto es, pero ese sabor especial que dejaron los gritados por los seguidores de la albiceleste… De sabores deliciosos va una parte de la vida, como la silueta de esos imponentes navíos salvando el furor del oleaje.

  RUBEN MARTÍN CAMENFORTE  

 Licenciado en Historia por la UAB. A ratos me entretengo escribiendo y algunos de mis relatos han logrado hacerse un privilegiado hueco en algún que otro concurso literario como los primeros premios en el Fundación Villa de Pedraza, Cuentamontes, El Laurel, Manuel Rivas, Por la Tierra…