2° PREMIO
TRISTEZA MARINA
Al remar al crepúsculo, en
tardías
mareas, solo, ya me resignaba;
sabía que lo amabas y él te
amaba,
y solo compasión por mí sentías.
El puerto, con sus grises
mercancías
y su bulla menguante, se alejaba.
El mundo cotidiano me olvidaba,
y yo me iba borrando en brumas
frías.
En mares forasteros y escondidos,
me dejaba llevar, rememorando.
Rompía el agua helada, como
ausente.
Zumbaba el horizonte: sus
soplidos
narraban mi zozobra y,
renunciando,
dejé de resistir a la corriente.
Ricardo Stern Warman
Valle de Bravo, MÉXICO
TERCER PREMIO
Zarpar en la tormenta
Al fin muere la noche. Ventisca,
sal y bruma.
Quedar en tierra hoy el capitán
quisiera,
mas, entre oscuras nubes, su
cometido espera,
ajeno al riesgo, al frío… y al
propio miedo, en suma.
Bordándose el abismo en terca y
blanca espuma,
los hombres, por decreto, se
adentran en su esfera,
templando el corazón cada uno a
su manera,
el alma triste y leve, acaso como
pluma.
Mientras resuellan, tosen y gimen
los motores,
el alba se engalana de tenues
amarillos:
ya la luz se postula, gestando
resplandores.
Sintiéndose ante un lobo inermes
corderillos,
ya zarpan, torvo el gesto; la
punzante mirada
dividida entre el cielo y la mar
arbolada.
Manuel Javier Aroca Iglesias
Gijón, Asturias ESPAÑA
CUARTO PREMIO
MENGUANTE.
MENGUANTE.
El rojo incandescente se desplaza al ocaso
con las huestes de nubes grisáceas y marchitas
en el cielo las luces del universo agitan
al sol y al horizonte que se topan, de paso.
Mañana será tarde, no habrá luz ni pinceles
se esconderán las ninfas, fugarán las sirenas
y los delfines blancos con auténticas penas
rescatarán del agua guirnaldas y claveles.
El mar quedará hueco, vacío de canciones
con barcos extraviados, inútiles timones,
exento de pulsiones que anuncien la alborada
y se verá la Luna librada de lesiones,
despojada de
rayos y ardientes quemazones
Martha Dora
Arias Brun
CABA, Argentina
QUINTO PREMIO
EL SECRETO
Tras los blancos encajes de su
ajuar,
en el negro barranco silencioso,
en la eterna quietud de lo
grandioso,
un secreto profundo guarda el
mar.
Ni los hombres de experto
navegar;
ni los sabios, tenaces
estudiosos;
ni el constante mirar de los
curiosos,
el misterio pudieron descifrar.
El secreto tan solo se revela
al que entiende de reinos
increíbles
que se alzan al desplegar la
vela.
Mas lo intuyen los faros
invisibles:
es el mar el guardián y centinela
del que sabe soñar con
imposibles.
Patricia Marta Kieffer
CABA : Argentina
SEXTO PREMIO
Oceánida
Dejé caer tu nombre a la deriva,
naufragando en el viento, en su
soplido;
pero intrusas las olas han
traído,
meciendo, tu mirada siempre viva.
Y la luna obviará definitiva
al resplandor distante del
olvido;
y en la arena, un recuerdo no
perdido,
habrá de perpetuar mi paz
cautiva.
La frecuente marea desespera,
en borrar presuntuosa de la
orilla,
las inmortales huellas que, en la
vera,
describen nuestra antigua
maravilla.
Escucho repetir tu voz ausente
cuando habla el mar de ti en cada
rompiente.
Jonatan C. Brach
Reconquista, Santa Fé
SÉPTIMO PREMIO
NOCTURNO
NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
Pablo Neruda
Colérico titán, el mar murmura
en la lobezna sombra. Ante el
abismo,
las olas son un negro paroxismo
de trueno y bruma gris. La noche
oscura
sabe a tiempo que es roca. En la
premura,
fulge la luz. Su lóbrego
espejismo
es apenas del hombre su lirismo
cuando ante el alba su orfandad
perdura.
El hombre es roca en esta orilla
plena.
Es tiempo y es temblor, agua y
arena.
Trama y fulgor de auroras y de
ocasos.
El mar, un día, borrará sus
huellas
y el cielo ofrendará, en legión
de estrellas,
el sueño excelso de sus níveos
pasos.-
José L. Frasinetti
General
Belgrano, Provincia de Buenos Aires
OCTAVO PREMIO
EL MAR
Las olas encrespadas vigilan tus
secretos,
mar inconmensurable, repleto de
misterio,
de barcos siniestrados fantasmal
cementerio.
La pluma del poeta te tiene por
objeto,
brotaron de la misma millares de
sonetos,
que hablaron de piratas de
entrambos hemisferios,
de barcos con esclavos,
siniestros cautiverios,
que al noble ser humano negaron
el respeto.
Me atrevo humildemente desde mi
pequeñez
mis versos ofrecerte en tanto
oigo a lo lejos
cantar a las sirenas con toda
nitidez
a bordo del Titanic, entre luces
y espejos,
con músicos que tocan con mucha
tozudez,
sin importarles nada morir en los
festejos.
Juan Carlos Brusasca
BANFIELD (Bs. As.) República
Argentina
NOVENO PREMIO
¡Ay mar!
Es en ese vaivén, que a cada
instante,
regresas y te vas sin miramiento.
Me traes en tu espuma, a paso
lento,
la prisa de tu caricia incitante.
Y en eso de abrazarme rebosante,
me bañas en tu sal, con dulce
acento.
Paradoja de amor y sentimiento,
que borda arena y sol con voz
galante.
Es rumor de esa voz contra la
roca,
el susurro sutil, si estás en
calma;
el grito de un lamento desde el
alma;
el silencio fortuito que
trastoca…
¡Ay mar te me diluyes en la
palma!
¡Ay mar que te me ahogas en la
boca!
Marta Ester Ganzero
NAVARRO- PCIA. BS. AS.
DÉCIMO PREMIO
SÓLO EL MAR
Sólo el mar. Y, en el mar, la
pasajera
ruta al ras de la célere gaviota
que, cuando el agua rítmica
alborota,
halla un pez por comida mañanera.
Y, en lo elevado, el sol que
reverbera
hasta que, por la tarde, se
encapota
el cielo y cae la lluvia gota a
gota
sobre mi ansiosa frente que la
espera.
¡Qué hermoso estar así, junto a
la playa,
y que, para escribir poemas, haya
tanto incentivo real de la
Natura!
Yo tomo el lápiz, gozo del
paisaje...
Y, amparado a la sombra de un
celaje,
canto, Mar, tu belleza eterna y
pura.
Eduardo Horacio Gury
Quilmes, Provincia de Buenos Aires. Argentina.
MENCIÓN ESPECIAL
A El Mar y sus Valientes
El Mar ha sepultado a sus
valientes
Y viven en su abismo inmaculado
En diáfano heroísmo acumulado
¡Van siendo enaltecidos por
corrientes!
Vesania ¡oh mar! Devoras
inocentes
Tragando alimentando tu reinado
Las naves se arrodillan a tu
enfado
¡Pues ante tu poder son
impotentes!
Y Aun siendo la gran muerte
pasajera
Va a mares decidido el navegante
¡Soldado que valiente en su
trinchera!
Va a bordo embravecido siempre
avante
Hará de su destino lo que fuera,
¡En ese idilio eterno cual
amante!
Carlos Erik López Cobos
Medellín de Bravo Veracruz, México
MENCIÓN ESPECIAL
A-MAR ABIERTO
Tras el telón azul enamorabas
aquel vaivén de idas y venidas;
abrazado a tu labio, en mí
reunidas,
la sal, la voz, la sed que
despertabas.
En el mar de la tarde hoy
emigrabas,
de la memoria a un tiempo que no
olvidas:
salieron a la arena entretenidas
las olas que en tu cuerpo
descalzabas.
¿Qué fue de tanta espuma y
horizontes?,
¿dónde basó su triunfo nuestra
estrella?,
¡cómo me hice de pez a
saltamontes!
Sentado en la cadencia de tu
huella,
suspiro porque un día desatontes
este amor ambulante y de botella.
Miguel José Fernández Hernández
Tenerife, Islas Canarias, ESPAÑA
MENCIÓN ESPECIAL
Sangre de mis venas.
Desde el puerto que ansían tus
navíos
recuerdo silencioso mis andares.
Me he vuelto como algunos de los
ríos
que ahogan en tus aguas sus
pesares.
Hurgue tus entrañas en los estíos
descubrí su misterio en los
boyares.
Los besos de tus olas eran míos
lo dicen en murmullos mis
cantares.
En las noches de estrellas y de
luna
hoy asoman en mis sueños, una a
una
con sus rizas y cantos, tus
Sirenas.
Me prohibieron los años a tu lecho
más no pueden borrarte de mi
pecho
pues eres, tú la sangre de mis
venas.
Santiago Ernesto Müller
Brinkmann, Provincia de Córdoba
¡Felicitaciones a todos estos poetas por estas obras tan hermosas!
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