GANADORES I CERTAMEN INTERNACIONAL DE SONETO A LOS PUERTOS

El jurado presidido por la distinguida escritora y poeta Argentina, Adela Disteffano dio a conocer su fallo:



PRIMER PREMIO



Al Puerto de Refugio

Y céfiro es testigo de fiereza
Que arrastra cien mil naves hacia entraña
¡De mares!, ¡de tormentas de la hazaña!
Escriben en sus muelles la proeza

Su dársena es caricia ¡que le besa!
El casco que respira por su caña
La nave que al dejarle bien le extraña
Su olor, sabor de estiba, ¡su grandeza!

Refúgiate en sus bitas Navegante
La fuerza de tus cabos ¡que se sienta!
Que el vino de tu puerto es abundante

¡Bendice! que su muelle te consienta
Su faro que se muestra vigilante
¡Guarece tu destino de tormenta!

  
Carlos Erik López Cobos

Medellín de Bravo Veracruz, México


SEGUNDO PREMIO


Eslora


Las luces del puerto a lo lejos
traspasan mis ojos nublados.
Cual rayos del sol, desdoblados
devuelven a mi alma reflejos.

Tan grande y profundo, el vacío,
se siente en la sangre y el alma.
Es más, cuando el mar está en calma
sentimos que eslora, el navío.

El cielo y el mar son testigos,
zozobran las fuerzas, decrecen.
Los puertos nos vuelven mendigos.

Esclavos del miedo aparecen
las culpas junto a los castigos.
Promesas de amor reverdecen

  María Rosa  Rzepka

  Florencio Varela

Prov. de Bs.As. Rep. Argentina


TERCER PREMIO

PUERTO

Te alabo entre mis mayores
Junto al río y a las aves
Con tus mares de colores
Con tus sabores de pez.

Junto a ti siempre viví
Aventuras y fortunas
Conocí las despedidas
y el trabajo de mis padres.

Hoy regreso a tus lugares
Y te canto en tu portento
Pues el puerto de mis sueños

Siempre ha sido entre tus vientos.
Con tu bendición me voy
Con tu bendición regreso.

Carolina Fernanda Gartner Restrepo
Colombiana


CUARTO PREMIO


Navegante de crepúsculos

Arribé con mi nave a amantes puertos
en busca de dulzuras y de amores;
mas en ellos hallé mil sinsabores,
corazones de acíbar o desiertos.

Mi barco se estrelló en lares inciertos,
de circes engañosas y dolores,
sirenas de espejismos tentadores,
que me hicieron llorar mis desaciertos.

En Shangái, en Quequén, en Cartagena,
y en tantos, el amor puso cerrojos.
Como Ulises, fui náufrago en mi pena.

Exhausto de viajar, pleno de enojos,
al fin, anclé en mi Itaca, fiel, serena,
un puerto cuyos faros son tus ojos.

 Francisco Javier López Naranjo

  Apía, Risaralda, Colombia

Coordinador General del Certamen 
Carlos Alberto Bonserio