miércoles, 15 de agosto de 2018

ESCRITORES DE HABLA HISPANA EN tributoA LOS MARINOS DEL A.R.A. SAN JUAN MENCIONES ESPECIALES

HOMENAJE A LOS MARINOS DEL ARA SAN JUAN





 MENCIÓN ESPECIAL


ARA San Juan

Mar misterioso, cielo, infierno, sueños y pesadillas. Fluido implacable, que amenaza sin demora y sin dilación devora. Un estallido profundo, deficiencia que desespera; exaltación de 44 almas, ARA San Juan, Mar del Plata aún te espera. Oscuridad mortal, caos, finalmente silencio. Entrega y servicio, vocación sin beneficio. Promesa, ilusión, esperanza perdida. Sentido sin sentido. Exploración desesperada. Buscaron todo, para encontrar nada. Sobre las aguas australes planean gaviotas blancas sobre duro metal enternecido por la sagrada esperanza. Mudo testimonio sumergido, la Patria honra a sus héroes con gloria, en el pedestal de los mártires de su historia.




José Luis Castellano

Quequén - Pcia. de Bs. As.


 Mención Especial

 HÉROES Y MAR


 Sabrá el mar que lleva en su esencia nuevos suspiros?


¿Habrá sentido ese día
la presencia etérea
de esas 44 nuevas almas?


¿Sentirá en su oleaje
las sonrisas tibias
que allí se depositaron?


¿Acunará suavemente
los espíritus mansos
que ahora le pertenecen?


¿Nos traerá algún susurro
en noches de tormenta
devolvolviendonos sus cuerpos?


¿O será por la eternidad
el refugio inmutable
de nuestros queridos héroes?


Antonia Russo 
Pcia de Buenos Aires
COLABORACION  ESPECIAL


ARA SAN JUAN


Cuarenta y cuatro marineros
partieron a la profundidad del mar
allá donde sólo los valientes
tienen el coraje de explorar

Cuarenta y cuatro marineros
dejaron su dulce hogar
y entre ellos una bella dama
que soñaba con navegar

Cuarenta y cuatro marineros
juraron orgullosos un día
a la bandera celeste y blanca
y a la patria grande su lealtad

Cuarenta y cuatro marineros
se enamoraron perdidamente
de un imponente submarino
un acorazado del mar

Cuarenta y cuatro marineros
se despidieron un día
de sus seres queridos
para nunca más regresar

Cuarenta y cuatro marineros
surcaron las olas del mar
llegaron hasta sus entrañas
cumpliendo el deber de vigilar

Cuarenta y cuatro marineros
jamás pudieron imaginar
que el macabro destino
los iba a traicionar

Cuarenta y cuatro marineros
con los brazos extendidos
los esperamos a todos
por siempre querido Ara San Juan



Sergio Dante Ahumada
Palpala- Jujuy
COLABORACION ESPECIAL


CUARENTA Y CUATRO ROSAS

(Homenaje al submarino ARA San Juan)

Las olas que estallan contra las rocas
traen el bramido del gigante herido
que partió como siempre, pensando en su meta
de regresar al puerto con el deber cumplido.
Pero ellas, indomables en un vaivén exaltado,
acallaron el grito al derrumbarse vencido,
lo convirtió en cuarenta y cuatro naufragios,
uno por cada intrépido marino.
De un manotazo los llevó a la profundidad,
ya no estarán con sus seres queridos,
pero todos los años reposarán sobre su espuma
cuarenta y cuatro rosas... cuarenta y cuatro desaparecidos.





Gabriel Alejandro López

Chascomús, provincia de Buenos Aires




MENCIÓN ESPECIAL

A LA TRIPULACIÓN DEL ARA SAN JUAN


Inscritos ya en el libro de la Historia,
marinos de Argentina, gran nación,
afrontando destino y vocación,
por siempre será honrada su memoria.

Sacrificio, dolor, honor y gloria,
trauma, pesar, tristeza, indignación,
bautizo, ceremonia de inmersión,
víctima ritual propiciatoria.

Inmenso altar marino, ofrenda al cielo,
ARA San Juan, heroico submarino,
el misterio sagrado exige el velo.

Azul profundo, puro y cristalino,
el mar enmudeció grito de anhelo,
¡gloria y salud al gran pueblo argentino!




Benito Vinuesa Guerrero

GRANADA, (ESPAÑA)  




MENCIÓN ESPECIAL

Cuna

Dime Alfonsina,

cómo abraza el silencio del mar.
Dinos.
Dime, esforzado pescador,
cómo acoge el silencio del mar.
Dinos.
Dime, custodio celoso,
cómo vela el silencio del mar.
Dinos.
Dime, cuando atravieso
el útero reconfortante del agua.
Dime, cuando prendo plegarias
en los campos del cielo.
Dinos, mientras en tierra
sembramos negros y grises.
Dinos, mientras en tierra
desovillamos contiendas.
Voces calladas,
silencios que hablan.
El mar, otra vez,
su apetito ha saciado.
En un rincón de su lecho
44 descansan y
reposan y sueñan,
agitadas sus almas
en las olas más altas.




María Alejandra Nogueira
Lincoln. Pcia. De Bs.As.




Mención Especial

A los marinos del Ara San Juan




Partieron, llenos de sueños,
aceptando el desafío
de custodiar nuestros mares,
contra cualquier enemigo.

¡Paladines de la patria,
cuarenta y cuatro elegidos,
luchando como leones,
frente al mar embravecido!

Iban siguiendo, tenaces,,
a los ladrones furtivos,
¡Herederos del misterio;
de la suerte, fugitivos!

¡Heroicos, dieron la vida,
en el fatal submarino!
La soledad y el silencio
fueron postreros amigos…

Allá lejos, muy profundo,
mirando paisaje marino,
yacen bravos, los guerreros,
de las aguas, peregrinos…

Acaso el aire huele a rosas
y un ave es mudo testigo
de aquellos cuarenta y cuatro
que afrontando los peligros,
con gran honor sostuvieron
el pabellón argentino.






Susana Angélica Orden
Ciudad Autónoma de Buenos Aires




MENCION ESPECIAL

ARA SAN JUAN

Con un sueldo vergonzoso
Vivian con la ilusión,
de luchar por su nación
con un coraje asombroso,
submarinistas gloriosos
del viejo Ara San Juan,
vuestros nombres quedarán
grabados en nuestra historia,
como un símbolo de gloria
de los tiempos que vendrán. -

No sé si fue un accidente
o jugada del destino,
quien se llevó a los marinos
hacia otros mares silentes,
quizás algún imprudente
dio la orden de zarpar,
sin siquiera evaluar
si la nave siniestrada,
realmente fue remozada
para hacerle frente al mar.-

Seguro que hay responsables
a los que habrá que buscar,
se tendrán que arrodillar
ante jueces venerables,
hay un dolor insondable
en los pechos argentinos,
porque valientes marinos
de una armada desbastada,
vieron sus vidas tronchadas
por procederes ladinos. -

Gloria a todos los soldados
de tierra, de aire y de mar
hoy muertos por no dejar
nuestro honor avasallado,
honra a todo uniformado
que a la patria da su vida,
porque esta tierra querida
cuna de criollos valientes,
ha de ser el sol naciente
de un futuro sin heridas. –

Adolfo R Zabalza
 Pergamino. Buenos Aires


MENCION ESPECIAL

LOS 44

Bajo un cielo azul de primavera
zarparon,
con su bagaje de sueños,
esperanzas y proyectos.
En sus lejanos hogares,
madres, padres, esposas,
hijos y hermanos
aguardaban, expectantes,
su feliz regreso.
En el muelle, bañado por el sol,
los alegres ladridos de “Comando”
los despidieron
augurándoles un viaje venturoso.
Se internaron en el azul profundo
del mar que tanto amaban.
Cuarenta y cuatro corazones
latiendo al compás de los motores,
se armonizaban con la tarea compartida,
la camaradería y el orgullo de submarinistas
que colmaban el interior
de la que sería su última morada.
El ARA San Juan
se adentró en las profundas
y heladas aguas
para nunca más volver.
Allí quedó con su carga
de sueños, proyectos
y esperanzas cuando
los cuarenta y cuatro corazones
dejaron de latir al unísono.
En sus lejanos hogares,
madres, padres, esposas,
hijos y hermanos se llenaron
de dolor, tristeza y desazón.
Ríos de lágrimas alimentan hoy el mar
en su afán de revivir
a los que no regresaron.
En el muelle, barrido por el viento,
los aullidos lastimeros de “Comando”
les rezan un eterno responso final.



Mirta Mineo
CABA



MENCION ESPECIAL

“H E R O I C O S  M A R I N E R O S”

El ARA San Juan navega,
con sus nobles tripulantes.
De la Patria, son amantes.
Su vida sabe de “entrega”.

Cuidan el mar argentino.
Ellos están siempre atentos.
Observan los movimientos
pero ignoran su destino.
De pronto, desaparecen.
El mundo queda expectante.
Sus señales enmudecen.
Son historia, en un instante.
Quedarán en la memoria.
Y, allí estarán vigilantes…






Nerea Inés Alvarez

HENDERSON 


MENCIÓN ESPECIAL 

Nadando el mismo cielo, volando el mismo mar.
El Submarino San Juan estaba allí, en el cielo con forma de nube, y todos aún buscándolo abajo.
44 almas, que por alguna razón eran seres con alas que intentaron disfrazarse de humanos pero olvidaron como volar en lo profundo del océano.
San Juan significa ‘’Fiel a Dios’’, y creo que Dios se disculpó con ellos por traerlos a este mundo, así que los pidió de regreso, pero en secreto. Quizás se acuerden como volver a ser esos seres y regresarán, porque estamos nadando el mismo cielo y volando el mismo mar.







Carla Melissa Stier 
Eldorado Misiones Argentina.




MENCIÓN ESPECIAL


ARA SAN JUAN


El cuerpo del mar

el cuerpo del poema
el cuerpo querido
la cicatriz del agua
44 mártires
lo que insiste y se escapa
en cada ola
44 héroes
un país un hijo una esposa
esperando el regreso
una madre un padre
y lo que llega
es ausencia
algo el mar
siempre se guarda. 





Damián E. B. Katz

Mar del Plata 



Mención Especial


Escoltas de la Patria

Ara San juan y Ara Santa cruz, hermanos del mar, gigantes de acero custodian nuestra plataforma submarina. Profundidad, piélago de oscuridad y silencio.
Ojos de centinelas en aguas turbulentas entre vientos y olas, vigilan nuestras costas hasta perder la vista en el horizonte. Vigías de nuestra Patria.
Ara San Juan, zarpaste del sur de nuestra Argentina, tu gemelo y nosotros te saludamos, pero no te despedimos, porque sigues entre nosotros. Tampoco a los cuarenta y cuatro héroes, cuya llama encendida no podrá apagar ni el mar ni el océano más profundo. Porque profundo es su amor por nuestro suelo y nuestras aguas, que subyace tras lo desconocido con mucho valor, dedicación y patriotismo.
Sabemos que sus sueños, esos de color azul profundo, se harán realidad más allá de la negligencia y falta de compromiso de algunos, de la mentira y ceguera de otros, hundidos en la más vil de las desidias. Esos valientes y ese buque, capaz de navegar en la superficie o sumergido, no acallarán sus voces reclamando justicia, y su eco escribirá otra página en nuestra historia.
Marinos con reputación, envueltos en un paño de color celeste y blanco, suya es la gloria como representantes de la conciencia viva de la Patria.


Andrés Norberto Baodoino
CABA - Buenos Aires - Argentina

Mención Especial

Homenaje a Fernando Gabriel Santilli

Bien sabe el hombre que el mar guarda en su abismo el anzuelo que a veces convierte en duelo al sueño de navegar
Tienen sus aguas su altar donde la vida es ofrenda del ARA San Juan. La senda siguio Fernando en la vida y hoy su ausencia es una herida que no hay alma que comprenda.

Santiago Muller - Córdoba




Te   espero marino

Te espero marino, aún te esperé, aunque las frias aguas te estén danzando y las sirenas te canten al oído, aún te esperé. Que el sol de setiembre ilumine el camino para tu regreso.
Todo ha quedado detenido en el tiempo, por momentos el día se apresura a cambiar de fecha y por otros, nada avanza como un reloj de arena vació. 
Te espero marino, tu pasaje sigue abierto como tu regreso...
La verdad te confieso que trato de seguir, aunque ni yo creo mis intenciones.
Que rápido te fuiste marino, dejaste que ibas a volver y me dejaste esperándote.
Cada hora el alma tiene una figura más que hace más dura la vida, te espero marino, cada noche y cada día, cuando veo el cielo y cuando nuestro hijo camina.
Te espero marino, aunque no vuelvas nunca jamás. 

Jesica Golpar 
COLABORACION  Especial




Daniel Castrillo Leones, Cba

AUSENCIAS
En un mar del sur tan patrio… duelo una memoria perenne, un alarido de angustias que sincera falacias ajenas, que trina de estrellas tristes y se niega al vacío infinito…. En un mar del sur del mundo llora un niño, un hombre, esa ausencia de hermano, esa carencia de besos y de cuentos en las noches de invierno, esa ficción de medio y miedo que nos obsequian aquellos que nada dicen… En un mar del sur tan nuestro viaja, sigue viajando, nuestro ARA San Juan…. y la eternidad, intacta, niega al olvido su verso incompleto….

Daniel Castrillo Leones, Cba







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CUARENTA

Y CUATRO









Golpean las olas en el acantilado.
Y son cuarenta y cuatro.
Sacude las hojas
el viento lejano.
Y son cuarenta y cuatro.
Huyen las gaviotas
en vuelo elevado.
Y son cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cuatro voces
que surgen del mar
pidiendo justicia y pidiendo paz;
paz para Argentina,
justicia que es verdad,
verdad que no condena
cuando se trata de amar.
Caen las gotas de lluvia
mojando todo a supaso.
 Y
son cuarenta y cuatro.
Flamean las banderas
con un sol ilumin
Y son cuarenta y cuatro.
Susurran las plegarias
desde el territorio amado…
y son cuarenta y cuatro.
Son cuarenta y cuatro
argentinos de la mar,
que dejaron su vida
junto con el San Juan.
Cuarenta y cuatro almas
que desde el cielo están
custodiando las costas
de este mismo mar.
Las lágrimas nublan
los ojos cerrados.
Y son cuarenta y cuatro.
El dolor rompe
el corazón en pedazos.
Y son cuarenta y cuatro.                      
Se cierra el pecho
con sollozos ahogados.
Y son cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cuatro sueños
duermen en el fondo del mar.
NÉLIDA MIRIAM ROBLEDO
PALPALÁ
– JUJUY – ARGENTINA









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