HOMENAJE A LOS MARINOS DEL ARA SAN JUAN
MENCIÓN ESPECIAL
Mar misterioso, cielo, infierno,
sueños y pesadillas. Fluido implacable, que amenaza sin demora y sin dilación
devora. Un estallido profundo, deficiencia que desespera; exaltación de 44
almas, ARA San Juan, Mar del Plata aún te espera. Oscuridad mortal, caos,
finalmente silencio. Entrega y servicio, vocación sin beneficio. Promesa,
ilusión, esperanza perdida. Sentido sin sentido. Exploración desesperada.
Buscaron todo, para encontrar nada. Sobre las aguas australes planean gaviotas
blancas sobre duro metal enternecido por la sagrada esperanza. Mudo testimonio
sumergido, la Patria honra a sus héroes con gloria, en el pedestal de los
mártires de su historia.
José Luis Castellano
Quequén - Pcia. de Bs. As.
Mención Especial
HÉROES Y MAR
Sabrá el mar que lleva en su esencia nuevos suspiros?
¿Habrá sentido ese día
la presencia etérea
de esas 44 nuevas almas?
¿Sentirá en su oleaje
las sonrisas tibias
que allí se depositaron?
¿Acunará suavemente
los espíritus mansos
que ahora le pertenecen?
¿Nos traerá algún susurro
en noches de tormenta
devolvolviendonos sus cuerpos?
¿O será por la eternidad
el refugio inmutable
de nuestros queridos héroes?
Antonia Russo
Pcia de Buenos Aires
COLABORACION ESPECIAL
ARA SAN JUAN
Cuarenta y cuatro marineros
partieron a la profundidad del mar
allá donde sólo los valientes
tienen el coraje de explorar
Cuarenta y cuatro marineros
dejaron su dulce hogar
y entre ellos una bella dama
que soñaba con navegar
Cuarenta y cuatro marineros
juraron orgullosos un día
a la bandera celeste y blanca
y a la patria grande su lealtad
Cuarenta y cuatro marineros
se enamoraron perdidamente
de un imponente submarino
un acorazado del mar
Cuarenta y cuatro marineros
se despidieron un día
de sus seres queridos
para nunca más regresar
Cuarenta y cuatro marineros
surcaron las olas del mar
llegaron hasta sus entrañas
cumpliendo el deber de vigilar
Cuarenta y cuatro marineros
jamás pudieron imaginar
que el macabro destino
los iba a traicionar
Cuarenta y cuatro marineros
con los brazos extendidos
los esperamos a todos
Sergio Dante Ahumada
Palpala- Jujuy
COLABORACION ESPECIAL
CUARENTA Y CUATRO ROSAS
(Homenaje al submarino ARA San Juan)
Las olas que estallan contra las rocas
traen el bramido del gigante herido
que partió como siempre, pensando en su meta
de regresar al puerto con el deber cumplido.
Pero ellas, indomables en un vaivén exaltado,
acallaron el grito al derrumbarse vencido,
lo convirtió en cuarenta y cuatro naufragios,
uno por cada intrépido marino.
De un manotazo los llevó a la profundidad,
ya no estarán con sus seres queridos,
pero todos los años reposarán sobre su espuma
cuarenta y cuatro rosas... cuarenta y cuatro desaparecidos.
Gabriel Alejandro López
Chascomús, provincia de Buenos Aires
A LA TRIPULACIÓN DEL ARA SAN JUAN
Inscritos ya en el libro de la Historia,
marinos de Argentina, gran nación,
afrontando destino y vocación,
por siempre será honrada su memoria.
Sacrificio, dolor, honor y gloria,
trauma, pesar, tristeza, indignación,
bautizo, ceremonia de inmersión,
víctima ritual propiciatoria.
Inmenso altar marino, ofrenda al cielo,
ARA San Juan, heroico submarino,
el misterio sagrado exige el velo.
Azul profundo, puro y cristalino,
el mar enmudeció grito de anhelo,
¡gloria y salud al gran pueblo argentino!
Benito Vinuesa Guerrero
GRANADA, (ESPAÑA)
Cuna
cómo abraza el silencio del mar.
Dinos.
Dime, esforzado pescador,
cómo acoge el silencio del mar.
Dinos.
Dime, custodio celoso,
cómo vela el silencio del mar.
Dinos.
Dime, cuando atravieso
el útero reconfortante del agua.
Dime, cuando prendo plegarias
en los campos del cielo.
Dinos, mientras en tierra
sembramos negros y grises.
Dinos, mientras en tierra
desovillamos contiendas.
Voces calladas,
silencios que hablan.
El mar, otra vez,
su apetito ha saciado.
En un rincón de su lecho
44 descansan y
reposan y sueñan,
agitadas sus almas
en las olas más altas.
María Alejandra Nogueira
Lincoln. Pcia. De Bs.As.
A los marinos del Ara San Juan
Partieron, llenos de sueños,
aceptando el desafío
de custodiar nuestros mares,
contra cualquier enemigo.
¡Paladines de la patria,
cuarenta y cuatro elegidos,
luchando como leones,
frente al mar embravecido!
Iban siguiendo, tenaces,,
a los ladrones furtivos,
¡Herederos del misterio;
de la suerte, fugitivos!
¡Heroicos, dieron la vida,
en el fatal submarino!
La soledad y el silencio
fueron postreros amigos…
Allá lejos, muy profundo,
mirando paisaje marino,
yacen bravos, los guerreros,
de las aguas, peregrinos…
Acaso el aire huele a rosas
y un ave es mudo testigo
de aquellos cuarenta y cuatro
que afrontando los peligros,
con gran honor sostuvieron
el pabellón argentino.
Susana Angélica Orden
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
MENCION ESPECIAL
ARA SAN JUANCon un sueldo vergonzoso
Vivian con la ilusión,
de luchar por su nación
con un coraje asombroso,
submarinistas gloriosos
del viejo Ara San Juan,
vuestros nombres quedarán
grabados en nuestra historia,
como un símbolo de gloria
de los tiempos que vendrán. -
No sé si fue un accidente
o jugada del destino,
quien se llevó a los marinos
hacia otros mares silentes,
quizás algún imprudente
dio la orden de zarpar,
sin siquiera evaluar
si la nave siniestrada,
realmente fue remozada
para hacerle frente al mar.-
Seguro que hay responsables
a los que habrá que buscar,
se tendrán que arrodillar
ante jueces venerables,
hay un dolor insondable
en los pechos argentinos,
porque valientes marinos
de una armada desbastada,
vieron sus vidas tronchadas
por procederes ladinos. -
Gloria a todos los soldados
de tierra, de aire y de mar
hoy muertos por no dejar
nuestro honor avasallado,
honra a todo uniformado
que a la patria da su vida,
porque esta tierra querida
cuna de criollos valientes,
ha de ser el sol naciente
de un futuro sin heridas. –
Adolfo R Zabalza
Pergamino. Buenos Aires
MENCION ESPECIAL
Bajo un cielo azul de primavera
zarparon,
con su bagaje de sueños,
esperanzas y proyectos.
En sus lejanos hogares,
madres, padres, esposas,
hijos y hermanos
aguardaban, expectantes,
su feliz regreso.
En el muelle, bañado por el sol,
los alegres ladridos de “Comando”
los despidieron
augurándoles un viaje venturoso.
Se internaron en el azul profundo
del mar que tanto amaban.
Cuarenta y cuatro corazones
latiendo al compás de los motores,
se armonizaban con la tarea compartida,
la camaradería y el orgullo de submarinistas
que colmaban el interior
de la que sería su última morada.
El ARA San Juan
se adentró en las profundas
y heladas aguas
para nunca más volver.
Allí quedó con su carga
de sueños, proyectos
y esperanzas cuando
los cuarenta y cuatro corazones
dejaron de latir al unísono.
En sus lejanos hogares,
madres, padres, esposas,
hijos y hermanos se llenaron
de dolor, tristeza y desazón.
Ríos de lágrimas alimentan hoy el mar
en su afán de revivir
a los que no regresaron.
En el muelle, barrido por el viento,
los aullidos lastimeros de “Comando”
les rezan un eterno responso final.
Mirta Mineo
CABA
MENCION ESPECIAL
El ARA San Juan navega,
con sus nobles tripulantes.
De la Patria, son amantes.
Su vida sabe de “entrega”.
Cuidan el mar argentino.
Ellos están siempre atentos.
Observan los movimientos
pero ignoran su destino.
De pronto, desaparecen.
El mundo queda expectante.
Sus señales enmudecen.
Son historia, en un instante.
Quedarán en la memoria.
Y, allí estarán vigilantes…
Nerea Inés Alvarez
HENDERSON
MENCIÓN ESPECIAL
Nadando el mismo cielo, volando el mismo mar.
El Submarino San Juan estaba allí, en el cielo con forma de nube, y todos aún buscándolo abajo.
44 almas, que por alguna razón eran seres con alas que intentaron disfrazarse de humanos pero olvidaron como volar en lo profundo del océano.
San Juan significa ‘’Fiel a Dios’’, y creo que Dios se disculpó con ellos por traerlos a este mundo, así que los pidió de regreso, pero en secreto. Quizás se acuerden como volver a ser esos seres y regresarán, porque estamos nadando el mismo cielo y volando el mismo mar.
Carla Melissa Stier
Eldorado Misiones Argentina.
MENCIÓN ESPECIAL
ARA SAN JUAN
El cuerpo del mar
el cuerpo del poema
el cuerpo querido
la cicatriz del agua
44 mártires
lo que insiste y se escapa
en cada ola
44 héroes
un país un hijo una esposa
esperando el regreso
una madre un padre
y lo que llega
es ausencia
algo el mar
siempre se guarda.
Damián E. B. Katz
Mar del Plata
Mención Especial
Daniel Castrillo
Leones, Cba
Mención Especial
Escoltas de la Patria
Ara San juan y Ara Santa cruz, hermanos del mar, gigantes de acero custodian nuestra plataforma submarina. Profundidad, piélago de oscuridad y silencio.
Ojos de centinelas en aguas turbulentas entre vientos y olas, vigilan nuestras costas hasta perder la vista en el horizonte. Vigías de nuestra Patria.
Ara San Juan, zarpaste del sur de nuestra Argentina, tu gemelo y nosotros te saludamos, pero no te despedimos, porque sigues entre nosotros. Tampoco a los cuarenta y cuatro héroes, cuya llama encendida no podrá apagar ni el mar ni el océano más profundo. Porque profundo es su amor por nuestro suelo y nuestras aguas, que subyace tras lo desconocido con mucho valor, dedicación y patriotismo.
Sabemos que sus sueños, esos de color azul profundo, se harán realidad más allá de la negligencia y falta de compromiso de algunos, de la mentira y ceguera de otros, hundidos en la más vil de las desidias. Esos valientes y ese buque, capaz de navegar en la superficie o sumergido, no acallarán sus voces reclamando justicia, y su eco escribirá otra página en nuestra historia.
Marinos con reputación, envueltos en un paño de color celeste y blanco, suya es la gloria como representantes de la conciencia viva de la Patria.
Andrés Norberto Baodoino
CABA - Buenos Aires - Argentina
Mención Especial
Homenaje a Fernando Gabriel Santilli
Bien sabe el hombre que el mar guarda en su abismo el anzuelo que a veces convierte en duelo al sueño de navegar
Tienen sus aguas su altar donde la vida es ofrenda del ARA San Juan. La senda siguio Fernando en la vida y hoy su ausencia es una herida que no hay alma que comprenda.
Santiago Muller - Córdoba
Te espero marino
Te espero marino, aún te esperé, aunque las frias aguas te estén danzando y las sirenas te canten al oído, aún te esperé. Que el sol de setiembre ilumine el camino para tu regreso.
Todo ha quedado detenido en el tiempo, por momentos el día se apresura a cambiar de fecha y por otros, nada avanza como un reloj de arena vació.
Te espero marino, tu pasaje sigue abierto como tu regreso...
La verdad te confieso que trato de seguir, aunque ni yo creo mis intenciones.
Que rápido te fuiste marino, dejaste que ibas a volver y me dejaste esperándote.
Cada hora el alma tiene una figura más que hace más dura la vida, te espero marino, cada noche y cada día, cuando veo el cielo y cuando nuestro hijo camina.
Te espero marino, aunque no vuelvas nunca jamás.
Jesica Golpar
COLABORACION Especial
AUSENCIAS
AÑO TRAS AÑO NO LOS OLVIDAMOS
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