miércoles, 5 de septiembre de 2018

2° al 10° PREMIO DEL I CERTAMEN INTERNACIONAL DE POESÍA HUMORÍSTICO


SEGUNDO PREMIO

PERDÓN ALFONSINA


Tú me quieres flaca, me quieres famélica;

que renuncie a toda comida con grasa,
a las milanesas y a las finas masas.

Que me vea joven como una doncella

y el vestido blanco de novia de antaño
me calce como a Gatúbela el traje.

Que siga tan guapa y sin cirugías,

Nachita Guevara no es la garantía.
¿Acaso me quieres vegana, sin fuerza y sin ganas
que vienen a mí con la carne asada?

Tú que te tomaste todas las cervezas

y en tu abdomen pesan todas las achuras…
Que perdiste el pelo pero no las mañas,
ni esa costumbre de andar por las noches en rueda de amigos.

Tú que pintas canas, calva o peluquín

y aún te crees mozo (viejo baboso) tirando piropos por ahí.
¡Cuidado vivillo que hoy las mujeres no son las de antes!
Te pasan la boleta de la igualdad de género.
¡Ojo con los infartos de ver tanta lola y no poder tocar!

Ve hacia la montaña y medita a lo Buda.

Practica el ayuno y la carestía,
prueba la amarga bilis del reflujo.
Alimenta el cuerpo de raíces y hongos
(¡Cuidado! Elige bien, los hay venenosos).

Adéntrate en la espesura de la selva virgen,

vive en una carpa o a la intemperie.
Y cuando adelgaces y rejuvenezcas
(no siempre funciona).
Y te vuelvas guapo nuevamente
(flacidez y arrugas no te lo aseguran).
Y cuando te olvides de amigos y juergas
y cuando regreses vestido de novio
con el traje negro ya venido a gris,
y te quede justo en cuerpo de lombriz…
Preténdeme flaca, preténdeme joven,
preténdeme guapa.
¡Y olvida…
lo de nívea y casta!


Silvana María Mandrille

San Francisco -  Córdoba  


TERCER PREMIO

Engaño.

Devuélvame mis monedas
y le ofrezco mis perdones 
que no tolero un engaño
y vengo con dos facones 
pues me ha vendido un espejo
como lo hacen los ladrones
diciéndome que era nuevo
y dándome mil razones
de no sé qué cualidades
según dijo a borbotones 
que era un pulido cristal
que desearon faraones 
siendo que el solo refleja
mis arrugas por montones.
                                       
                    
Santiago Ernesto Müller
Córdoba

CUARTO PREMIO

LA HAMACA

En el parque marino
de la ensenada
un pulpo y una anguila
se columpiaban.
El pulpo con sus patas
se sujetaba;
la anguila, por su parte,
se resbalaba.
La anguila pidió al pulpo
que la empujara,
pero él tuvo que irse:
“¡Hasta mañana!”.
Entonces pensativa
quedó en el agua:
“Lo que a uno le sobra
a otros les falta”.


Raquel Díaz Reyes
Santa Cruz de Tenerife – España


QUINTO PREMIO

PLEGARIA DEL YERNO

Virgen del Cobre, deidad:
escucha el ruego angustiado
de un hombre mortificado
por una malignidad.

Virgen de la Caridad,
tú que eres tan milagrosa,
con tu mano poderosa
regula, frena o retrasa
las visitas a mi casa
de la mamá de mi esposa.

Esa vieja es un dolor:
hizo un doctorado en brete,
es leyista, -sin bufete-,
y habla más que un locutor.
Lo ve todo en su visor:
negocios, concubinatos,
adulterios sin recatos;
discusiones de vecinas…,
porque es que tiene retinas
nocturnas, como los gatos.
Ante esta vieja soleta
llena de intrigas y acoso,
Fouché, -el genio tenebroso-,
es un niñito de teta.
Los genes de su rabieta
ni sanan ni se redimen.
Como a una estrella del crimen,
encerrarla es lo más lógico,
¡pero es que a ningún zoológico
le interesa este especimen!
Virgen de la Caridad,
te imploro: ven a ayudarme,
haz que yo pueda mudarme
a otro barrio, otra ciudad…
Y a mi suegra, (¡por piedad!),
dámele en compensación
salud, alimentación,
que mejore, que prospere...,
¡pero que nunca se entere
de mi nueva dirección!

Alexander Besú Guevara
Niquero - Granma - Cuba



SEXTO PREMIO

HUMOR COLOREADO, HUMOR COCIDO

A un chiste se le ríe y se le entiende
si tiene de salado y novedoso,
pícaro, verde, negro, malicioso,
o un poco de canelo y maloliente.

Gozo su disparate y su mentira,
la del loco, la vieja o el guanajo,
su contagiosa risa y su sarcasmo
de Quevedo a nariz superlativa.

A un chiste se le inventa, se hace un guiso
y se le echa a rodar cual serpentina,
como si fuera el rollo del servicio
que va desde la taza (W.C.)... a la cocina.



MIGUEL JOSÉ FERNÁNDEZ HERNÁNDEZ
ISLAS CANARIAS- ESPAÑA


SÉPTIMO PREMIO

Dicen que me falta


Dicen que me falta,
que todos lo tienen.
Yo no sé qué es. Que ahí está mi falla,
Que ellos no mienten. Y no sé qué hacer.
Sin fin me repiten: “Tenés que buscarlo”
Y pregunto entonces adónde encontrarlo.
No sé yo quién es. O acaso, ¿qué es?
Entonces me explican: “Tiene una corona
Pero no es un rey”. “Que gira”, replican,
“Que entra, que sale, porque es circular”,
“Que tiene un anillo que fiel lo rodea.
Que aunque no lo crea es mi solución.”
Dicen que me falta.
Se tocan las sienes. Yo no entiendo nada.
Y una idea entonces… A mi mente viene…
Golpeo mi frente. Me ilumino entonces
¿Que tiene corona? ¿Que entra, que sale?
¿Que tiene un anillo? ¿Y que es circular?
Le pregunto entonces a Google, que sabe.
Lo de mis amigos, Google lo repite
Responde, responde… Y por fin yo leo:
Que es un mecanismo circular compuesto,
que hay dos elementos: uno que es dentado
y que es una rueda. Entiendo qué es,
pues lo llaman tuerca. Creo que me falta
pues entonces leo… Del otro elemento,
el nombre ahora sé. Me toco mis sienes.
Mi índice gira pues caigo en la chanza.
Oigo a mis amigos:
Tornillo me falta,
Tornillo sin fin

María Alejandra CAMIÑA BERGALLI
CABA



OCTAVO PREMIO

Garófalo - fotógrafo de plaza

Un cajón destartalado
laboratorio incluido,
fotógrafo preferido
en la ciudad de Bragado.
Todos fuimos escrachados
en una que otra ocasión:
El día de la promoción,
cumpleaños, Navidad,
aniversario, amistad,
o primera comunión.

Buscando la economía
en difícil situación,
¿foto de calle, o salón?,
Garófalo se imponía.
Para una fotografía
de un carnet elemental,
documento, o credencial,
encontraba solución
llevándote al paredón
del Colegio Nacional.

Su aparato, en realidad,
no regulaba en altura,
el variaba tu postura
para poderte encuadrar.
Vos, te tenías que agachar
en posición vergonzante,
con un público delante
que crecía en la ocasión,
por la lenta operación
del fotógrafo ambulante.

Con esa escenografía
alertaba a viva voz:
“Atenti col une e do”:
“Une, do e tré”, decía,
al tiempo que procedía
al escrache singular,
producido al retirar
la cajita de pomada,
que sobre el lente ajustada
se encargaba de obturar

Hector Pablo Golfetto
 Ciudad Autónoma de Buenos Aires

NOVENO PREMIO

Herencias y repartos

Herencias y repartos, peor que un parto,
Por formar la familia, pasamos mil aprietos.
Por criar a los hijos, un montón de tormentos.
Pero al llegar la herencia, se rompe nuestro cuento.
Qué pena de familia, cuando llega el momento,
Lo que fue gran cariño. se convierte en tormento.
La madre a todos cría , con amor y desvelos,
Pero al llegar la herencia, aparecen los celos.
Convierten en infierno, lo que antes era el cielo.
Todos tenemos razón, se nos nublan las mentes.
Se convierten en nada hermanos y parientes
Los malos son los demás. la culpa de otra gente.
Que grande es la avaricia, al llegar el evento,
Pues lo que fue gran amor, se convierte en un cuento.
Ya no tiene marcha atrás, cuando el cuenco rompemos.
Por mucho que se intente, nadie puede componerlo.
Se convierten en nada Hermanos y parientes
Siempre perdemos todos, mucho más que dinero.
Algo de gran valor, y que no tiene precio.
Perdemos inocencia, ilusiones y sueños.
La confianza en la gente, también se va perdiendo
Pero yo me resisto, y digo ¡no!, no quiero,
Pensar mal de la gente, que siempre hay alguien bueno.
¡Pero no uno ni dos, si no muchos de ellos¡
Herencias y repartos


Mª Dolores Herranz Gimenez  

Valencia-  ESPAÑA



DECIMO PREMIO


LA MORDIDA (MÉXICO)

Me encontraba cabalgando en Insurgentes
Cuando el jaco se atrancó entre dos carriles
y me vieron unos cuantos alguaciles 
como presa que caía entre sus dientes.

Me paró el que parecía ser el jefe
y llevándose las manos a la frente
me acusó, con su actitud de mequetrefe,
de que pude haber causado un accidente.

Que el montante de la multa era cuantioso,
¡varios múltiplos del mínimo salario!
Y mi jaco al corralón, dijo jocoso
como parte del castigo y del calvario.

Varias veces repitió la misma cosa 
esperando de mi parte una respuesta.
Por cerrar su pantomima codiciosa
acabé por sugerirle otra propuesta:

¿Hay manera de arreglarlo de otra forma?
Con semblante mas contento me responde
que es posible relajarse con la norma
si el arreglo que proponga corresponde.

Un billete de cien pesos yo le ofrezco.
“Que lo doble”, va y me dice codicioso.
Simulando comprenderle, le obedezco
y en dos partes se lo pliego malicioso.

Exaltado por mi réplica imprevista,
que doscientos pesos quiere, clarifica.
Yo le digo que a pedirme más desista,
pues al ser ya fin de mes se me complica.

Agarró la plata muy discretamente, 
ofreciéndome la clave de ese día.
Sorprendido al no saber a qué aludía,
le pedí una aclaración directamente.

Para no pagar mordida varias veces,
hay un código diario establecido
y si más de una parada tu padeces,
se lo muestras a quien te haya detenido.

Boquiabierto, fastidiado y confundido
Me escapé con mi rocín de esa comparsa,
aliviado al concluir aquella farsa,
pero triste por haberme corrompido.

Eugenio del Campo Pedrero

Nacionalidad española

1 comentario:

  1. Apreciado Carlos, fraternal saludo. Muy contento y agradecido por haber sido premiado con el segundo puesto en el concurso de soneto a la gastronomía. Le pido el gran favor de poner en la región de donde soy el nombre de mi pueblo Apía, Risaralda, Colombia. Muchas gracias.

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