martes, 4 de septiembre de 2018

2° AL 10° PREMIO DEL I CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATOS HUMORISTICOS


SEGUNDO PREMIO

CARLA
- Cruda crónica con “C” -
Carla… Cutis cobrizo, cabellera color café. Carla… Cuerpo curvilíneo, cadenciosas caderas.
Cuando caminaba contigo… ¡Cuánto creía conocerte, Carla! Conversábamos. Congeniábamos. Compartíamos crepúsculos… Correteábamos contentos como colegiales, cómplices, compañeros…
Carla… Conquista. Conjuro. Cariño. Candor. Caricias… ¡Cuánto creí conocerte, cálida criatura! Confusa convicción…
Cuando consumamos… Cuando compartimos cabaña, cuarto, cama, colchón, cobijas… Caí carnalmente contrariado…
Comprobé carente clásica concavidad. Corroboré crasas convexidades…
Cruel conclusión: ¡Creí conocerte, Carla! ¡Condeno conocerte… Carlos!





Bossa, Jorge Emilio
San Francisco (Cba. – R.A.)

TERCER PREMIO

Ronco luego existo

El roncar es un mecanismo de defensa natural. Ancestralmente dormíamos dentro de las cuevas y rondaban grandes alimañas. Si al acercarse estas a la entrada de la cueva oían un ronquido gutural, interpretaban que la cueva estaba ocupada y no entraban.
Así que no me digas más que no ronque. Podría salvarte la vida en algún momento.





Daniel Canals Flores
 Martorell – Barcelona - España




CUARTO PREMIO


Puntualidad.


Era un evento importante que había estado esperando con ansias, por lo que henchido de emoción el saltamontes gritó desde afuera:
-¡Apúrate!, ¡Ya casi comienza la reunión!
-¡Estoy terminando de arreglarme! ¡Sólo me faltan los zapatos!- contestó desde su madriguera el ciempiés.
  


José Trinidad Aranda Aranda
 Mérida, Yucatán, México

QUINTO PREMIO

Una noche en blanco

Es de dominio público que si atravesamos la tierra llegamos a China. El hombre empezó a cavar. Muy decidido cavaba. Y cavaba. En el camino encontró a Jackie Chan que venía para acá. Se saludaron como viejos conocidos. ¡Era su actor preferido!
Justo ahí, lo despertó el estruendo de la perforadora del edificio en construcción. No vio el final de la película y tampoco pudo pedirle un autógrafo al popular chino.



Teresa Díaz Sánchez

Maldonado - Uruguay


SEXTO PREMIO

ALGO SOBRE MÍ

Quiero hablaros de mí, debéis saber que padezco una extraña enfermedad, no tiene nombre, así se llama, “no tiene nombre”. El síntoma más característico es que no recuerdo lo que va a suceder mañana, el doctor solo puede recetarme pastillas para la cabeza, no funcionan, son redondas, al colocarlas sobre mi cráneo, caen al suelo. Tras diez años parado, bueno movía pies y manos, ayer encontré trabajo. Hoy estoy triste, creo que me despedirán pues al finalizar el reconocimiento médico, un señor gangoso me dijo: “usted no es apto, es bajo”, lleva razón, mido 1,58.





 PEDRO JOSÉ BIEDMA PINEDA
 MÁLAGA. ESPAÑA



SÉPTIMO PREMIO

LA CUADRERA DEL AMOR

Juan y Pedro, dos gauchos amigos, estaban enamorados de Eugenia, y esta coqueteaba con ambos. Decidieron jugársela a lo que más sabían: disputando una carrera cuadrera. Convocaron a otro amigo del alma, Ruperto, para que hiciese de juez y le comunicara a la Eugenia el resultado.
Corrieron. Tuvieron la desgracia de empatar. Enviaron al Ruperto con la noticia a la Eugenia, exigiéndole que al fin se decidiera por uno de los dos. Regresó el juez con la decisión de la Eugenia: Cansada de aguardar una definición, se quedaba con Ruperto.




 Horacio Alberto López
 Córdoba-Rca. Argentina


OCTAVO PREMIO

Payaso

—Usted es un payaso
—Ya lo sé
—Estoy siendo metafórico…quiero decir que es un ridículo
—Le agradezco, se hace lo que se puede
—No entiende. Me refiero a que me hace reír
—Es una de mis virtudes, por eso hago lo que hago
— ¡No sea imbécil!
—Ojo como lo dice, podría entenderlo como un insulto
— ¡Lo es! Eso le estoy explicando…
— ¿Usted tiene la nariz roja y el payaso soy yo?
— ¡Una cosa no quita la otra!
—Disculpen, pero son dos payasos y les toca su número ahora—dice el equilibrista e ingresa en la carpa sin mirar atrás.





Sergio Gustavo Simionato  
CABA  


NOVENO PREMIO

HUMOR SERIO

Desde una lejana galaxia, llegó un extraterrestre para confirmar si el hombre era el ser más racional de la Tierra. Le llamó la atención que festejaran los cumpleaños, es decir un año menos de vida, un paso más cerca de la tumba. Y qué decir de la relación del hombre con el agua. Se ponían bajo la ducha mojándose complacidos, pero luego se secaban rápidamente como si les molestara estar húmedos. Decidió ir a ver futbol. Y fue el colmo. Los hombres bregaban por conseguir el balón, más cuando les llegaba, lo pateaban lejos. Decidió conocer a un perro.

  Roberto Bochatay
  C.A.B.A.

 DÉCIMO PREMIO

De borrachos
Beoda llegué allí y golpeé las puertas del infierno. Ya no me importaba nada. Tardaron, e impaciente, volví a golpear. Ante mi sorpresa el Todopoderoso me abrió la puerta. Y pensé: “debo estar borracha”. “Dios mío”, exhorté. Y él muy amable contestó: “Sí, ¿en qué puedo ayudarla?”. “¿Acá también se bebe?”, inquirí. “Pase y véalo por usted misma”, asintió. “¿No es una trampa?” pregunté mientras miraba a mi alrededor. “Señora, -dijo entonces con una sonrisa- esto es un bar, ¿dónde cree que está usted?”.

Virginia Beatriz Bazerque
 Ranelagh - Bs As Argentina  


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