SEGUNDO PREMIO
Cien años cumple este puerto
Batiendo en la escollera, las
aguas cual pañuelo,
miran al puerto que, observa
espaldas al pueblo.
Los silos resguardan granos,
pureza en anieblo;
madurando lento, atrás quedan sol
y cielo.
La vida en puerto supone
alegrías, desvelos.
Cien años suma ya el puerto,
Quequén, el pionero.
Tantas historias reafirmando su
derrotero,
solo las gaviotas saben su lucha
y sus duelos.
El pan diario es el trabajo, el
muelle es anhelo;
no existe el futuro navegando sin
empeño.
Cien años, dos escolleras
guardianas del tiempo.
Viendo crecer dos ciudades bajo
un mismo cielo
se aquietan las aguas, calladas
voces sin sueño.
No ahorra coraje el puerto, lo
ahoga sin contratiempo
María Rosa Rzepka
Florencio Varela - Provincia de Buenos Aires - Argentina
Felicitaciones por tan hermoso Soneto
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