domingo, 1 de julio de 2018

2° al 10° premios y 3 Menciones especiales del I CERTAMEN INTERNACIONAL DE SONETOS MARINOS


2° PREMIO

TRISTEZA MARINA

Al remar al crepúsculo, en tardías
mareas, solo, ya me resignaba;
sabía que lo amabas y él te amaba,
y solo compasión por mí sentías.

El puerto, con sus grises mercancías
y su bulla menguante, se alejaba.
El mundo cotidiano me olvidaba,
y yo me iba borrando en brumas frías.

En mares forasteros y escondidos,
me dejaba llevar, rememorando.
Rompía el agua helada, como ausente.

Zumbaba el horizonte: sus soplidos
narraban mi zozobra y, renunciando,
dejé de resistir a la corriente.



Ricardo Stern Warman 

  Valle de Bravo, MÉXICO



TERCER PREMIO

Zarpar en la tormenta

Al fin muere la noche. Ventisca, sal y bruma.
Quedar en tierra hoy el capitán quisiera,
mas, entre oscuras nubes, su cometido espera,
ajeno al riesgo, al frío… y al propio miedo, en suma.

Bordándose el abismo en terca y blanca espuma,
los hombres, por decreto, se adentran en su esfera,
templando el corazón cada uno a su manera,
el alma triste y leve, acaso como pluma.

Mientras resuellan, tosen y gimen los motores,
el alba se engalana de tenues amarillos:
ya la luz se postula, gestando resplandores.

Sintiéndose ante un lobo inermes corderillos,
ya zarpan, torvo el gesto; la punzante mirada
dividida entre el cielo y la mar arbolada.



Manuel Javier Aroca Iglesias
  Gijón, Asturias ESPAÑA






CUARTO PREMIO



MENGUANTE.

El rojo incandescente se desplaza al ocaso
con las huestes de nubes grisáceas y marchitas
en el cielo las luces del universo agitan
al sol y al horizonte que se topan, de paso.

Mañana será tarde, no habrá luz ni pinceles
se esconderán  las ninfas, fugarán las sirenas
y los delfines blancos con auténticas  penas
rescatarán  del agua  guirnaldas y claveles.

El mar quedará hueco, vacío de canciones  
con barcos extraviados, inútiles timones,
exento de pulsiones que anuncien la alborada

y se verá la Luna librada de lesiones,
despojada de rayos y ardientes quemazones
en su cuarto menguante…¡alumbrando la nada!




Martha  Dora Arias Brun     
                                                                   CABA, Argentina


QUINTO PREMIO


EL SECRETO




Tras los blancos encajes de su ajuar,

en el negro barranco silencioso,

en la eterna quietud de lo grandioso,

un secreto profundo guarda el mar.



Ni los hombres de experto navegar;

ni los sabios, tenaces estudiosos;

ni el constante mirar de los curiosos,

el misterio pudieron descifrar.



El secreto tan solo se revela
al que entiende de reinos increíbles
que se alzan al desplegar la vela.

Mas lo intuyen los faros invisibles:
es el mar el guardián y centinela
del que sabe soñar con imposibles.

Patricia Marta Kieffer
CABA : Argentina


SEXTO PREMIO

                      Oceánida                        

Dejé caer tu nombre a la deriva,
naufragando en el viento, en su soplido;
pero intrusas las olas han traído,
meciendo, tu mirada siempre viva.

Y la luna obviará definitiva
al resplandor distante del olvido;
y en la arena, un recuerdo no perdido,
habrá de perpetuar mi paz cautiva.

La frecuente marea desespera,
en borrar presuntuosa de la orilla,
las inmortales huellas que, en la vera,

describen nuestra antigua maravilla.
Escucho repetir tu voz ausente
cuando habla el mar de ti en cada rompiente.

Jonatan C. Brach

  Reconquista, Santa Fé



SÉPTIMO PREMIO



NOCTURNO


NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
Pablo Neruda

Colérico titán, el mar murmura
en la lobezna sombra. Ante el abismo,
las olas son un negro paroxismo
de trueno y bruma gris. La noche oscura

sabe a tiempo que es roca. En la premura,
fulge la luz. Su lóbrego espejismo
es apenas del hombre su lirismo
cuando ante el alba su orfandad perdura.

El hombre es roca en esta orilla plena.
Es tiempo y es temblor, agua y arena.
Trama y fulgor de auroras y de ocasos.

El mar, un día, borrará sus huellas
y el cielo ofrendará, en legión de estrellas,
el sueño excelso de sus níveos pasos.-



José L. Frasinetti


General Belgrano, Provincia de Buenos Aires


   


OCTAVO PREMIO


EL MAR

Las olas encrespadas vigilan tus secretos,
mar inconmensurable, repleto de misterio,
de barcos siniestrados fantasmal cementerio.
La pluma del poeta te tiene por objeto,

brotaron de la misma millares de sonetos,
que hablaron de piratas de entrambos hemisferios,
de barcos con esclavos, siniestros cautiverios,
que al noble ser humano negaron el respeto.

Me atrevo humildemente desde mi pequeñez
mis versos ofrecerte en tanto oigo a lo lejos
cantar a las sirenas con toda nitidez

a bordo del Titanic, entre luces y espejos,
con músicos que tocan con mucha tozudez,
sin importarles nada morir en los festejos.



  Juan Carlos Brusasca


 BANFIELD (Bs. As.) República Argentina



NOVENO PREMIO




¡Ay mar!



Es en ese vaivén, que a cada instante,
regresas y te vas sin miramiento.
Me traes en tu espuma, a paso lento,
la prisa de tu caricia incitante.

Y en eso de abrazarme rebosante,
me bañas en tu sal, con dulce acento.
Paradoja de amor y sentimiento,
que borda arena y sol con voz galante.

Es rumor de esa voz contra la roca,
el susurro sutil, si estás en calma;
el grito de un lamento desde el alma;

el silencio fortuito que trastoca…
¡Ay mar te me diluyes en la palma!
¡Ay mar que te me ahogas en la boca!



Marta Ester Ganzero
 NAVARRO- PCIA. BS. AS.



DÉCIMO PREMIO

SÓLO EL MAR

Sólo el mar. Y, en el mar, la pasajera
ruta al ras de la célere gaviota
que, cuando el agua rítmica alborota,
halla un pez por comida mañanera.

Y, en lo elevado, el sol que reverbera
hasta que, por la tarde, se encapota
el cielo y cae la lluvia gota a gota
sobre mi ansiosa frente que la espera.

¡Qué hermoso estar así, junto a la playa,
y que, para escribir poemas, haya
tanto incentivo real de la Natura!

Yo tomo el lápiz, gozo del paisaje...
Y, amparado a la sombra de un celaje,
canto, Mar, tu belleza eterna y pura.
  

Eduardo Horacio Gury
  Quilmes, Provincia de Buenos Aires. Argentina.

MENCIÓN ESPECIAL

A El Mar y sus Valientes

El Mar ha sepultado a sus valientes
Y viven en su abismo inmaculado
En diáfano heroísmo acumulado
¡Van siendo enaltecidos por corrientes!

Vesania ¡oh mar! Devoras inocentes
Tragando alimentando tu reinado
Las naves se arrodillan a tu enfado
¡Pues ante tu poder son impotentes!

Y Aun siendo la gran muerte pasajera
Va a mares decidido el navegante
¡Soldado que valiente en su trinchera!

Va a bordo embravecido siempre avante
Hará de su destino lo que fuera,
¡En ese idilio eterno cual amante!



Carlos Erik López Cobos

                                               Medellín de Bravo Veracruz, México



MENCIÓN ESPECIAL

A-MAR ABIERTO


Tras el telón azul enamorabas
aquel vaivén de idas y venidas;
abrazado a tu labio, en mí reunidas,
la sal, la voz, la sed que despertabas.

En el mar de la tarde hoy emigrabas,
de la memoria a un tiempo que no olvidas:
salieron a la arena entretenidas
las olas que en tu cuerpo descalzabas.

¿Qué fue de tanta espuma y horizontes?,
¿dónde basó su triunfo nuestra estrella?,
¡cómo me hice de pez a saltamontes!

Sentado en la cadencia de tu huella,
suspiro porque un día desatontes
este amor ambulante y de botella.

  Miguel José  Fernández Hernández 
Tenerife, Islas Canarias, ESPAÑA

MENCIÓN ESPECIAL
Sangre de mis venas.

Desde el puerto que ansían tus navíos
recuerdo silencioso mis andares.
Me he vuelto como algunos de los ríos
que ahogan en tus aguas sus pesares.

Hurgue tus entrañas en los estíos
descubrí su misterio en los boyares.
Los besos de tus olas eran míos
lo dicen en murmullos mis cantares.

En las noches de estrellas y de luna
hoy asoman en mis sueños, una a una
con sus rizas y cantos, tus Sirenas.

Me prohibieron los años a tu lecho
más no pueden borrarte de mi pecho
pues eres, tú la sangre de mis venas.

Santiago Ernesto Müller
 Brinkmann, Provincia de Córdoba

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