SEGUNDO PREMIO
Marea
Lengua de dragón
ávido arcángel
despiertas mis colinas
ruborosas de amapolas
y los mástiles despliegan
banderas de cerezos.
Desde lo profundo de la noche
vienes silenciando gárgolas y sirenas
con un oleaje vivo de rosas y salmuera.
La luna pudorosa quiebra sus espejos
para que la luz de los ojos
juegue a ser luciérnaga, parpadeos de gato.
Me llevas a la lluvia
a las crestas de la espuma
no hay refugio donde esconderme
ni esquina, meandro, ni caracola.
Ancha de besos trepo
a las escalas de tu canto
y juntos
vamos a desatar los vientos
ausentes del mundo
con algo de Dios y lúbrica muerte.
Desnuda de tiempos y olvidos
la piel celebra su fiesta
y el corazón se vuelve yunque y marea
de estrellas milenarias.
La dulce violencia de la sangre
se alarga, se estira
sembrando golondrinas
entre los rieles del sueño.
Un delgado hilo de madrigal
cuelga de las sombras.
Sobre mis colinas
ruborosas de amapolas
reposa un pájaro ardido
en misteriosa lumbre.
Elena Nilda Pahl
Río Cuarto, Córdoba, Argentina
Breve Reseña Bibliográfica
Breve Reseña Bibliográfica
Elena Pahl: Nació en la ciudad de Córdoba. Docente, narradora oral, escritora. Autora de los libros de poesía “Cielito y Cielo”, “La máscara rota”, “Balcones e interiores” “El revés de los días” y “De eclipses y plenilunios” Publicaciones en diarios, revistas y antologías de Argentina y Chile. Ha obtenido numerosos premios a nivel nacional e internacional por sus trabajos poéticos y en cuento. Ha dictado talleres y conferencias sobre temas literarios. Integra el grupo de narradores orales “Narradoras del cuarto Río”.
Pasión
Por entre tus labios se desliza
esa sensual lengua fogosa
y navegando en ardores esbozas
una seductora inicial sonrisa.
Estas haciendo una llamada al deseo
a lo prohibido una invitación
Surcando tus laberintos cual Teseo
intento disipar la tentación.
Encendido en el rojo del labial
entiendo cada curva, mi sustento
en cada mensaje etéreo, subliminal
tiendo a desgarrar la ropa de tu cuerpo.
Esta subiendo la marea del placer
tu oscura voz es música ancestral
y bajo fulgurantes estrellas del anochecer
abrigo las ganas de un beso pasional.
Son tus ojos claros
las fuentes cristalinas de tu esencia
en las cuales se reflejan halos
tan brillantes como tu inocente apariencia.
De todos mis sueños el tuyo es el más bello
la armonía con la que expresas el arte
la marca sutil que hago en tu cuello
y las sensaciones que despiertan al besarte.
Agonizo entregado a tus juegos
no sé si es solo sexo lo que ves
Gimes desesperada, oigo tus ruegos
allí estas desnuda, y acariciándote.
Y sobre el valle esbelto de tus senos
el calor tiende a dilatarme
Te excita pensar que no podré
resistirme cuando quieras tocarme.
Cristian Mariano Theaux
Las Flores, Pcia. Buenos Aires
CUARTO PREMIO
Inclina tu oído, amado mío,
tu piel para escuchar mi nombre.
La promesa de amor Salomónico
florece trigo y vid en nuestros cuerpos.
Tu mano recorre mi morada
alimenta sangre de vida,
se propaga en la habitación
de nuestro gozo.
Retoñan tus brazos el deleite.
Leche y miel procura tu saliva.
Exhalo el perfume de tu boca,
¡Cuán hermoso eres siempre,
amado mío!
A estas horas,
en la intimidad de la noche,
son tus besos la savia
que el dulce vino bebo.
México
QUINTO PREMIO
EXTREMADAMENTE, DECIRNOS
Sonaba en aquella sala una canción
tan repetida para mí que no podía creer
que estuviera saliendo de tan dentro de ti.
Tampoco podía quitarte los ojos de encima
porque tenías la voz completamente desnuda
y me contabas cosas tan desmaquilladas
que me pareció que me tocabas
con las yemas calientes de tu confianza
y que me abrías la puerta de tu vida cotidiana.
Entré con la única certeza
de no querer marcharme de allí nunca,
decido a hacer lo que fuese necesario
para seguir escuchando siquiera un minuto más
qué te sucede, qué piensas, qué sientes
porque no hubiese podido resistir
la soledad de no poder decirte
qué me sucede, qué pienso, qué siento
todos los días y las noches de mi boca.
Me sentía tan yo siendo aquello
que sumaba contigo entre esas paredes
que mis dedos dejaron extremadamente
dibujada la silueta de tu vulva
en cada página del diario
que he llevado desde entonces
y, desde aquella vez, te anda persiguiendo
la furia cobarde de mis abrazos
como prueba de que mis labios
son lo que son para subrayarte los pezones.
Reías en aquella sala
y, si hubiese estado en mi mano,
seguiría conteniendo la tristeza
para que jamás nada te detuviese.
Pero, sin embargo, en tu mano estaba
el poder de estremecerme en un leve contacto.
En tu mano estaba el sentido de mi tacto.
Porque yo no soy suficiente para mí
y, en aquella sala, tú me desbordabas
y yo te acariciaba ahí,
donde tenías los sentimientos desabrochados.
Madrid, España
MENCION ESPECIAL
Respiro
Sentada en ti acaricias mi piel
la concha nácar presiona mis senos
al sentir tus manos se eriza mi cuerpo
el cielo toca tu virilidad
gozo el mar azul perlado.
Los caracoles nos atrapan juntos
el mullido me hace sentir reina
las caderas nos arrasan fuerte
tu estocada va hacia el fondo de mi ser.
Los cuerpos se balancean con tu péndulo
el movimiento acelera mi latir
respiro por tu piel.
La sal de tu cuerpo saborea la mía
vivo el instante enredada en ti
de erizos me lleno
las estrellas rozan mis pies
picando mi vientre.
Experimento el ruego de mi ser y el tuyo
gimo de felicidad infinita
y no quiero terminar.
Viajo a las profundidades del mar
veo los arrecifes y no quiero partir
permanezco en lo más profundo de ti.
El corazón y mi mente se arbotan
el abrazo lleno de candor
me incita a dormir en ti
Toluca, Estado de México, México.
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