El Centro Cultural Kemkem única institución sin fines de lucro que realiza certamen literarios para autores de poesía y el microrrelato año tras año, se siente honrado en comunicar: qué el Jurado Internacional precidido por la Poeta y Escritora Argentina, residente en Necochea: Adela Disteffano quienes luego de evaluar tan excelentes y estremecedores microrrelatos en una decisión reñida, falló como ganadores del:
I CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO EN HONOR A LOS PUERTOS
PRIMER PREMIO
La medusa
Nadé en el mar. Avancé a lo profundo. Hallé una gran medusa que movía sus cabellos transparentes junto a los míos. Acompañó más de una hora mi trayecto: guía marina en el oleaje de áspera y grisácea arena. Me dejó en la orilla. Quise agradecerle. Desapareció. Miré turistas hinchados por picaduras de medusas. En Veracruz las llaman aguas malas. Caminé por el malecón de Mazatlán, la medusa resurgió brillante; cadenciosa, se despidió de mí.
Blanca Esthela Álvarez Caballero
Zinacantepec, Estado de México, México.
SEGUNDO PREMIO
Con un ancla y mil recuerdos
1920. Brillan las aguas del mar en continuo movimiento.
Stephan aborda el barco que lo llevará muy lejos. Poco sabe de esa tierra que está bajo un mismo cielo, separada de su patria por el atlántico océano.
Sus ojos celestes miran grandes olas con recelo; el vapor se balancea al ritmo de los mareos que produce el no pisar la tierra que queda lejos.
Un ancla graba en su brazo, el Ecuador, como un puerto le ha dado la venia a éste polaco lleno de sueños.
Cuando al fin llegan a puerto, Stephan y tantos otros se aprestan, suman esfuerzos en tanto rueda una lágrima que va a sumarse al océano.
Tal vez se convierta en nube al elevarse hacia el cielo.
María Rosa
Florencio Varela
Prov. de Bs.As. Rep. Argentina
TERCER PREMIO
COLORES
Surgió resplandeciente de las profundidades marinas, cerca de la "Banquina de los Pescadores". Atónito, me despojé de mi chaqueta -roída por el peso de la descarga de las mercancías que, diariamente, transportaba desde las barcas de pesca hasta cerca de Los Coreloc- y me lancé en su búsqueda. Atardecía. La sirenita reflejaba en sus ojos los cambios de luces que iluminaban los silos de la estación portuaria y me sonrió dulcemente. Permanecimos juntos, al abrigo del Puerto de Quequén, hasta que, repentinamente, se adentró en las aguas en busca de otras vidas, otros mares, otros puertos...
Santander. Cantabria. (ESPAÑA)
CUARTO PREMIO
PRESENCIA DE MUJER
Hacía dos años que trabajaba en las dársenas portuarias, pocas, sabíamos nuestro trabajo. Una vez al desembarcar de un portaconedores un fortuito móvil de Prefectura dio un giro de film policial para llegar a la planchada y pedirme documentos. Mi aspecto no ameritaba confusiones.
Inmediatamente empleados del puerto salieron en tropel en mi defensa; los de Aduana no se quedaron atrás. ¿No sabían que las Despachantes iban ellas mismas ahora? ¿Cantan las cuarenta al Armador, Capitán si las papas queman?
Aquí está mi credencial. Ganamos.
Confirmado ex-jefe: me tratarían con más respeto que en Plaza de Mayo.
Alejandra Estela Sotelo
Buenos Aires, Argentina.
QUINTO PREMIO
El puerto y el mar
Hombres, son solo hombres, que se atreven en la noche tenebrosa a buscar pescados que tal vez no encuentren. Es que salen a pescar.
Manos que no se cansan de saludar a sus familias cuando se van, claro no saben si el mar los va a perdonar. Cansados de esperar, es que el barco desapareció en el mar, el grito no los traerá.
Buenos Aires.
Bellisimo. Fuerte y contundente final. Lleno de imagenes. La frase El grito no los traera me mato. Recorde a los familiares del Ara San Juan y se me helo el alma.
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