jueves, 25 de julio de 2019

GANADORES CERTAMEN INTERNACIONAL DE MICRORRELATO AL ATE BROWN




El jurado presidido por la distinguida escritora y poeta Argentina, Adela Disteffano dio a conocer su fallo:

PRIMER PREMIO

En las aguas, hidalguía.

Las aguas de un río de Plata supieron de tu bravura.
Tu destreza demostrada tuvo en Los Pozos la altura del Palo Mayor del barco. Las velas el viento empuja, llevando la nave a puerto y a los realistas mil dudas.
El mar austral vio tu paso, admiró tu valentía. Hacerse a mares de un sur, desierto; de lejanías imposibles de medir, vientos helados, sombrías aguas que ocultan peligros ciertos y mentiras. Mitos que mueven las fibras y el ansia de prolongar la independencia nacida. Hasta llegar al Perú, sagrada tierra de Incas. Apoyar a San Martín. La Libertad florecida.



  María Rosa Rzepka
Florencio Varela, Prov. de Bs.As. Rep. Argentina

SEGUNDO PREMIO

En honor al Almirante Brown
Aquella tarde, en la quinta de Barracas, Francis y Elisa juraron casarse ni bien termine la guerra. Padre, - dijo ella - prométeme que lo cuidarás. El Almirante sonrió, mientras ellos, enamorados, se besan amorosamente.
Comienza la batalla naval. El Imperio del Brasil y la República Argentina entran en guerra. El valiente escocés Francis Drummond cae herido de gravedad; y mientras recuerda a su amada, muere en brazos del heroico Guillermo Brown, Padre de la Armada Argentina. Meses después, Elisa Brown, luciendo su blanco traje de novia, se ahoga en el Río de la Plata.


  Roberto Carlos Torós
  Capital Federal

 TERCER PREMIO

Hace 204 años…
¡Nací un 17 de mayo! Fecha gloriosa que honra a Guillermo Brown.
Héroe en la Batalla de Montevideo, victoria decisiva, frente al puerto Buceo.
¡No hay acto más arrojado ni acción tan valiente! El enemigo asechaba con peligro inminente.
La azul y blanca debuta flameando en los buques. El artillero naval ataca con vehemente afán.
¡Provincias Unidas, liberadas del yugo están! Último bastión del poderío español rendido ante el fuego de la revolución.
Testigos de gloria, elevan las gaviotas su vuelo triunfal. ¡Gracias Almirante!...A fuego del cañón nació la Patria, combatiendo al godo con inexorable final.


  José Luis Castellano
 Quequén - Pcia. de Bs. As.


CUARTO PREMIO


DOLOR

Todo es blanco y puro, menos el humo gris en los combates, el color de la sangre derramada, el mar tan azul -apacible o encrespado-, el color de la muerte en las batallas... Es blanca la espuma de ese mar que salpica los rostros. Blanco su corazón y su alma, Almirante Brown. Blancas sus lágrimas, por su hija perdida, Elizabeth, cuyo novio murió en la guerra, y con su blanco vestido de boda, quedó flotando, bella, como Ofelia, tras arrojarse en el antiguo brazo del Riachuelo. Blanca y brillante su estrella en el cielo.

María Asunción García Montes.
  Santander, Cantabria. ESPAÑA.

QUINTO PREMIO

GENESIS.


Philadelfia, 1776.
Rondaba los muelles llevando recados, cargando equipajes, mendigando, curándose el dolor de la orfandad como los perros: tomando agua y durmiendo entre cargas, esquivando borrachos, connatos de peleas, frio, aferrándose a comprar un día más de vida. No parecía un llamado del destino; un simple gesto desde un mercante donde no impresionaron sus once años, el pelo ceniciento de suciedad o los ojos color desamparo; le dieron comida y trabajo. Se iniciaba como marino de lo más bajo, que podía enviarlo a las profundidades del mar o lo más alto como capitán.
-¿Comprendes muchacho?¿Comprendes William Brown?

Alejandra Estela Sotelo
 Buenos Aires, Argentina.

1.     Creó códigos de señales diurnas, a través de banderas y señales nocturnas, a través de un juego de luces de faroles. Las combinaciones se refieren al alistamiento de la escuadra, maniobras tácticas, prepararse para el combate, combate y abordaje, captura, escolta de presas, pero ninguna de rendición, entrega o de vencido en la lucha.
2.     Debido a que Elizabeth -su mujer- era protestante y Guillermo católico, llegaron a un acuerdo por el cual las hijas que tuvieran serían educadas en la religión de la madre y los varones en la del padre.
3.     Fue precursor en las ideas de la Expedición Libertadora de San Martín. Desde fines de 1815 hasta mediados de 1816 recorrió las costas de Chile, Perú, Guayaquil y Nueva Granada. Llevó las ideas de libertad de la Revolución de Mayo hasta aquellas regiones.
4.     En 1827 su hija Elizabeth, de 16 años, se suicidó -dice la leyenda que llevaba puesto el vestido de novia- arrojándose en el antiguo brazo del Riachuelo cuando se enteró que Francis Drummond -con quien se casaría ese mismo año- había muerto en combate.
5.     Le dio dos apodos a su quinta en Barracas: “Casa amarilla” y “kinta”. El 23 de junio de 1813 la compró en efectivo a $ 1.600; hoy el Instituto Nacional Browniano funciona en una réplica de esa casa, situada a pocas cuadras de ahí.
6.     En marzo de 1815 logró su primer objetivo: la toma de la isla de Martín García. En junio de ese año, nació otra hija suya y le puso el nombre de Martina, en recuerdo de este combate.
7.     Se dice que sus últimas palabras fueron: “Con el Principal abordo, ya puedo cambiar de puerto”.
8.     Uno de sus apodos fue “El viejo Bruno”. Así llamaba Juan Manuel de Rosas castellanizando el nombre Brown, del mismo modo cariñoso y familiar con el que los paisanos argentinos pronunciaban su nombre.
9.     El anillo de casamiento que le regaló a su esposa era de oro blanco con un importante diamante en forma de corazón, secundado por otros dos diamantes más pequeños a los lados. A principios del siglo XIX, eran muy apreciados aquellos que simbolizaban el amor, como los corazones, las coronas o las flores, tradición que se había iniciado en el siglo XVIII. Hoy el anillo lo tiene en custodia María Cristina Brown, hija de la bisnieta en primer grado del Almirante Guillermo Brown, que lo uso sólo una vez en su vida.
10.Un mito de la gastronomía argentina asegura que el almirante desayunaba carne con mostaza.


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